Linguistica

A mí me intereso esta lectura, pues menciona un tema importante y que actualmente se está presentando en nuestro país, la escases de lectura en nuestro país, es un fenómeno llamado “La catástrofe silenciosa” y de hecho está muy presente en las familias y por consecuente en la sociedad. Pues aproximadamente un 80% de la población mexicana es analfabeta y no tiene este habito hacia lectura, de ir a bibliotecas e incluso en invertir en un libro. El punto central de este ensayo es plasmar mis ideas, mis perspectivas, mi opinión que está en total acuerdo con lo que menciona el texto de la lectura, y de esta manera tomar conciencia, reflexionar y saber realmente, cuales son los motivos, circunstancias y consecuencias, sobre la falta de interés por la lectura en el pueblo mexicano.

Actualmente nuestra sociedad mexicana está pasando por una etapa, en la que es muy cierto que no hay ese cierto interés hacia la lectura, es más ahora prefieren la lectura por medio de la tecnología como lo es el internet. Pero lamentablemente la gente al leer los artículos que aparecen en este medio tecnológico, la mayoría de estas notas o artículos de columnas no son verídicas o solo son de ciencia ficción. “Pese a los esfuerzos del Estado y la industrial editorial, los mexicano continúan sin acercarse a los libros”. Cabe mencionar que el gobierno ha hecho demasiadas políticas y publicidad para fomentar la lectura entre los habitantes, pero es sorpréndete que aun así tras estas políticas para el fomento de la lectura, las estadísticas en México, sean muy deficientes a comparación de otros países, como Noruega, Alemania, Bélgica y Estados Unidos, entre otros. “El Cerlac ha sido el promotor de una ley del libro en diversos países del continente americano, donde se define al libro en su doble condición de bien cultural y bien económico (…) Desde 1973, países como Argentina, Colombia, Chile Costa Rica, Ecuador, España, Guatemala, Nicaragua, Perú y Republica Dominicana cuentan con una ley del libro que protege a cada una de las industrias editoriales de esos países. La República Mexicana es, desde hace medio año, una más en esta lista” (Ángel Vargas y Carlos Paul).

Algo que me impacta mucho de esta lectura, es donde dice, que en el año 2000 se creó “La ley para el fomento de la lectura y el libro”, y lo que me sorprende es que los autores afirman, que después de una investigación, fueron a preguntar a las Instalaciones de la Secretaria Publica, para pedir informes con los responsables encargado de trabajar en esta ley, y la gran sorpresa fue, que hasta los mismos ,trabajadores de la SEP, no tuvieron claro de quienes eran los encargados, en otras palabras, este es “un órgano fantasma”, cosa que realmente es de sorprenderse. Porque imagínate si así están los encargados de la SEP que supuestamente son los responsables de dar cierta información, y no lo saben. Con ese simple acto da entender que existe la posibilidad de que la mayoría de las personas que trabajan en los diferentes institutos gubernamentales sean analfabetas o quizás no estén ni adentrados al hábito de la lectura, y si esto se están dando con gente que quizás tenga alguna profesión, pues con mayor razón da a la apariencia de que la sociedad mexicana este igual, esa es la imagen que otros países ven de nuestro país.

Es muy triste ver que gracias a la falta de lectura por parte de la sociedad mexicana, una de las consecuencias sea que vaya creciendo cada vez más el nivel de ignorancia, por ello cada vez hay más crisis y el gobierno se apodera de la gente. Obviamente por un lado, esto le conviene al gobierno, porque de cierta manera, así el pueblo no se opondrá fácilmente a él, ni mucho menos lo interrogara durante los informes de gobierno para pedirle cuentas. Lamentablemente comparando a México con otros países, nuestro país no ha tenido la prioridad hacia este factor, como lo han hecho los otros países que son de primera potencia, los cuales ellos invierten y no escatiman recursos para invertir en este ámbito.

Y también uno de los causantes que tiene que ver con todo esto, son los medios de comunicación, en este caso especialmente la mala prensa que está presente actualmente, por ejemplo la editorial televisa, difunde demasiado sus revistas (tv notas, tv y novelas, teleguía, vanidades, cocina fácil, eres, etc.), en el caso de los periódicos, se encuentran otras editoriales con gran diversidad (amarillistas, juveniles, de deportes, pornografía, etc.), que no tienen contenido culturales, sino más bien difunden información ficticia o transversal para entretener a la gente, y la gente desafortunadamente adquiere muy comúnmente este tipo de prensa. De hecho si tú vas a la peluquería, a la consulta con el dentista o a oficinas donde tienen sus salas de esperas, te puedes dar cuenta que en la mayoría tienen este tipo de revistas (prensa) que ya mencione, y esto se da porque llama la atención de la gente, la gente es muy visual y se deja sorprender por lo primero que ve.

“Si entendemos la lectura como una experiencia cultural, hay que decir que leer hay que decir que leer chatarra no es leer, como tampoco podemos considerar que son muy cultas las personas que leen sin cesar los mensajes en las cajas de cereales mientras desayunan” (Juan Villoro).

También hay que reconocer que en el país, hay gente que tiene este habito hacia lectura, pero según estadísticas comentadas por Carlos Paul y Ángel Vargas, hay una mayor preferencia de interés general hacia el hacia los libros de autoestima y de superación personal, aunque también hay un cierto hincapié hacia los libros de temas especializados como los; científicos, técnicos, religiosos. Pero yo siento que en este aspecto las personas que tienen el habito de la lectura por estos libro, son los universitarios, pues ellos lo hacen por la necesidad de tener más conocimientos y obviamente como parte de su preparación profesional. Pero en realidad analizando nuestro contexto, la mayoría del sector público no hace uso de estos libros. “Actualmente se estima que 1% de la población, principalmente los egresados universitarios, consumen la mitad de los libros editados en el país. La mitad de los hogares mexicanos donde vive un familiar con licenciatura tiene menos de 30 libro en sus casa” (Juan Villoro).

Y aquí quiero hacer mención de Octavio Paz cuando reflexiono en su momento, “Para la mayoría de nuestros compatriotas leer un libro es una excentricidad, una curiosidad psicológica que colinda con la patología”. Con esta idea quiero comentar una observación, en este caso, para mí si es triste, ver que la sociedad mexicana en su mayoría no está interesada por la lectura, y quizás aunque estemos en pleno siglo XXI, parece que no lo estamos. Por ejemplo, cuando falleció este gran autor

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