Literatura
Enviado por luz997 • 5 de Mayo de 2013 • 3.304 Palabras (14 Páginas) • 307 Visitas
Literatura española
Para otros usos de este término, véase Literatura en español.
Miguel de Cervantes.
La literatura española es aquella desarrollada en español en España. También podría incluirse en esta categoría la literatura hispanolatina clásica y tardía, la literatura judeoespañola y la literatura arábigoespañola, escritas respectivamente en latín, hebreo y árabe. Abarca desde las primeras expresiones poéticas conservadas en lengua vernácula (las jarchas) hasta la actualidad, más de mil años de historia. Es una rama de la literatura románica y ha dado lugar a otra importante rama, la literatura hispanoamericana.
La literatura española se engloba dentro de la literatura en español, en la que se incluyen las literaturas en español de todos los países hispanohablantes. Por otro lado, también está englobada en la literatura de España, junto con las de las demás lenguas habladas en el país.
Índice [ocultar]
1 Historia de la literatura española
1.1 La literatura española en la Edad Media
1.1.1 Primeras manifestaciones
1.1.2 Siglo XIII
1.1.3 Siglo XIV
1.1.4 Siglo XV
1.2 El Renacimiento
1.2.1 Poesía durante el reinado de Carlos V
1.2.2 Poesía Lírica en la época de Felipe II
1.2.3 La ascética y la mística
1.3 El Barroco y el Siglo de Oro
1.4 El siglo XVIII: La Ilustración y el Neoclasicismo
1.5 El siglo XIX: Romanticismo y Realismo
1.5.1 El Romanticismo
1.5.1.1 Poesía
1.5.1.2 Teatro
1.5.1.3 Romanticismo tardío
1.5.2 El Realismo
1.5.2.1 Generación del 68
1.5.2.2 Poesía
1.5.2.3 Teatro
1.6 Modernismo
1.7 Generación del 98 y el siglo XX
2 Premios Nobel
3 Véase también
4 Bibliografía
5 Enlaces externos
[editar]Historia de la literatura española
[editar]La literatura española en la Edad Media
Artículo principal: Literatura española en la Edad Media.
Sólo a partir del siglo XIII y en un sentido exclusivamente geográfico es posible hablar de literatura española escrita. Hasta este período, se supone la coexistencia de una poesía de transmisión oral en lengua romance, tanto lírica como épica, junto a unos usos escriturales cultos cuya lengua de expresión y transmisión era el latín.
[editar]Primeras manifestaciones
Hasta la década de 1950 fue habitual considerar que el comienzo de la literatura española se daba con una obra épica: el Cantar de Mio Cid (siglo XII), obra que era transmitida generalmente de forma oral por los juglares. La historiografía literaria no tuvo en cuenta datos proporcionados por crónicas anteriores a la definitiva fijación textual de dicho cantar de gesta. Estos datos se refieren a la tradición oral tanto en su versión lírica más antigua como a los romances, ambas formas de expresión que formaban parte del patrimonio popular. En el año 1948, Samuel Miklos Stern, un investigador húngaro, descubrió en antiguos manuscritos conservados en El Cairo, unas estrofas líricas en lengua romance aljamiada, denominadas jarchas.
Página 72 del Códice Emilianense 60. Se aprecia la glosa al margen.
Glosas Emilianenses (siglo X): El primer texto escrito en formas románicas españolas. En realidad no tiene carácter literario. Apareció en un manuscrito de San Millán de la Cogolla. El texto dice así:
Cono ayutorio de nuestro dueño dueño Cristo, dueño Salvatore, qual dueño yet ena honore a qual dueño tienet ela mandatione cono Patre, cono Spiritu Sancto, enos siéculos de los siéculos. Fácanos Deus onmipotes tal serbicio fere que denante ela sua face gaudiosos seyamus. Con la ayuda de nuestro Señor Don Cristo, Don Salvador señor que está en el honor y señor que tiene el mando con el Padre, con el Espíritu Santo, en los siglos de los siglos. Háganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz gozosos seamos.
Las jarchas (siglo XI): Breves composiciones líricas de carácter amoroso, escritas en árabe vulgar, o en la lengua romance de los cristianos que vivían en al-Ándalus (mozárabes). Ejemplo de jarcha:
Vayse meu corachón de mib.
ya Rab, ¿si me tornarád?
¡Tan mal meu doler li-l-habib!
'Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?
Mi corazón se me va de mí.
Oh Dios, ¿acaso se me tornará?
¡Tan fuerte mi dolor por el amado!
Enfermo está, ¿cuándo sanará?
Cronológicamente el primero en surgir es el Mester de Juglaría, formado por cantares de gesta que imitan las chansons francesas al principio y luego reaccionan con una temática nacional bien diferenciada agrupándose en varios ciclos, de los cuales los más importantes son los relativos a El Cid, a los Siete infantes de Lara y el relativo a Bernardo del Carpio. Frente a la épica francesa, la épica española posee unos rasgos diferenciales muy acusados:
Mayor realismo, frente a los elementos sobrenaturales y fantásticos que aparecen en la épica francesa.
Mayor vitalidad: los argumentos e historias medievales de la épica española pervivirán luego en el teatro clásico del Siglo de Oro y en el Romancero viejo y nuevo hasta la actualidad en forma oral o incluso escrita.
Utiliza una rima más fácil y libre, la asonante, frente a la épica francesa, escrita en rima consonante.
El verso de la épica española es anisosilábico (irregular, de distinta medida, con predominio del alejandrino o de 14 sílabas con pausa versal o cesura casi siempre tras la séptima sílaba), mientras que el de la épica francesa es regular, isosilábico.
En este mester podríamos agrupar también la literatura oral tradicional de las jarchas en lengua mozárabe, de las cantigas de amigo en gallego portugués y la literatura trovadoresca que, en lengua provenzal, empiezan a escribir algunos trovadores catalanes. En cuanto a lírica castellana en este siglo apenas nada se ha conservado, salvo algunos restos de villancicos.
Según Ramón Menéndez Pidal el Cantar de Mio Çid fue compuesto alrededor del año 1145, cuarenta y seis años después de la muerte del Cid; Antonio Ubieto Arteta, sin embargo, ha corregido esa hipótesis inicial y ha fechado la composición de la obra alrededor del año 1207. Se ignora el autor, aunque debía poseer algunos conocimientos jurídicos y quizá se hallaba relacionado con el culto sepulcral establecido en torno al sepulcro del Cid en el monasterio de San Pedro de Cardeña; Menéndez Pidal piensa, a causa de la distribución de los topónimos que se encuentran en el Cantar, que pudieron ser dos autores relacionados con San Esteban de Gormaz y Medinaceli; el
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