Literatura
Enviado por ferportillo • 15 de Mayo de 2013 • 1.046 Palabras (5 Páginas) • 286 Visitas
La literatura hebrea se puede dividir cronológicamente en doce periodos. La literatura hebrea antigua está compuesta principalmente por el Antiguo Testamento y los tres primeros periodos de la literatura estuvieron dedicados a la redacción de varias partes del Antiguo Testamento. En el primer periodo, que se extiende desde los primeros tiempos hasta el año 950 a.C., se escribió casi toda la parte poética del Antiguo Testamento. Entre los siglos X y VI a.C. se pusieron por escrito los libros que integran el Pentateuco o Torá, quedando así fijados unos textos que -al igual que en el resto del Antiguo Testamento- se habían venido trasmitiendo oralmente de generación en generación. Conviene recordar, no obstante, que los manuscritos más antiguos conservados son de época muy posterior. Al segundo periodo (c. 950-586 a.C.) pertenecen la mayor parte de narraciones históricas relativas a los reinos de Israel y Judá, algunos de los Salmos, y los oráculos de algunos profetas. Durante el tercer periodo (586-165 a.C.) se escribieron los libros conocidos en la Biblia hebrea como ketubim (hagiógrafos), específicamente Eclesiastés, Job, Proverbios, y gran parte de los Salmos. Muchos escritos apócrifos (deuterocanónicos según la denominación en las biblias católicas) también pertenecen a esta época y gran parte del Antiguo Testamento fue traducido del hebreo al griego por eruditos judíos residentes en Egipto.
En el cuarto periodo (165 a.C.-135 d.C.), el Midras, que se había empezado a escribir durante la cautividad de Babilonia, se dividió en dos partes, la Halaká y la Haggadá, por medio de las cuales se trataron temas teológicos y éticos, utilizando historias y anécdotas. Entre otras obras de esta época hay que citar los Escritos apocalípticos del Antiguo Testamento, incluidos los atribuidos a Moisés, al profeta Daniel, al patriarca Enoch, y al predicador y reformista Esdras; los Manuscritos del mar muerto, atribuidos a la comunidad monástica de los esenios; y los escritos del historiador Flavio Josefo. A este periodo pertenecen los targumim o versiones del Antiguo Testamento al arameo, idioma de uso común entre los judíos de esa época. Véase también Targum.
El Talmud
El mayor logro durante el quinto periodo (135-475) fue el Talmud. Se terminó la versión conocida como el Talmud de Palestina y comenzó a elaborarse la versión más importante del llamado Talmud babilónico. En el sexto periodo (470-740) se terminó el Talmud babilónico, se reunieron las primeras narraciones denominadas Haggadot (plural de Haggadá) y se creó la Masora, es decir, las anotaciones realizadas por ciertos rabinos al texto hebreo de las Escrituras.
En el séptimo periodo (740-1040), se recopilaron los primeros libros hebreos de oraciones (c. 880), y se escribió el primer diccionario del Talmud (c. 900). En esta época apareció el Séfer ha-Mitzwot (El libro de los Preceptos), que pregonaba la vuelta a las Escrituras, escrito aproximadamente en el 770 por Anán ben David, fundador de la secta judía de los caraítas. Otro escritor importante del noveno periodo fue Saadia ben Josef ha-Gaón, autor de importantes obras teológicas y de una versión de gran parte de la biblia hebrea al árabe, así como de diversas obras poéticas. Los grandes centros de la cultura judía estuvieron, a principios de este periodo, en el Norte de África y posteriormente se desplazaron hacia occidente, alcanzándose en la España medieval la edad de oro de la literatura
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