Los 4 Acuerdos
Enviado por same98 • 25 de Octubre de 2014 • 1.591 Palabras (7 Páginas) • 167 Visitas
Los Cuatro Acuerdos Toltecas
Espejo Humeante
Hace tres mil años había un ser humano, al igual que nosotros, que vivía cerca de una ciudad rodeada de montañas, estudiaba para convertirse en chamán y así aprender el conocimiento de sus ancestros, el no estaba totalmente de acuerdo con todo lo que aprendía, sentía que debía existir algo más.
Un día, mientras dormía en una cueva, soñó que veía su propio cuerpo durmiendo, salio de la cueva, el cielo esta despejado y con una infinidad de estrellas, un evento en su interior transformo su vida para siempre, el observo sus manos, sintió su cuerpo y escucho su voz que le decía “Estoy hecho de luz; estoy hecho de estrellas”. Observo el cielo nuevamente percatando se de que las estrellas no son las que generan la luz, sino la luz es la que crea a las estrellas. Nombro a las estrellas tonal y a la luz nagual, se percato que lo que generaba la armonía y el espacio entre ambos era la vida, siendo esta la fuerza de lo absoluto, lo supremos y la creadora de las cosas, descubriendo que todo lo que existe es una manifestación de Dios, llegando a la conclusión que toda la percepción humana es sólo luz que se percibe, la materia es un espejo, el mundo una ilusión, el sueño es solo humo que impide ver lo que realmente somos.
Este descubrimiento cambió su vida, cuando supo lo que era, observo a su alrededor y se asombro de lo que vio, la vida mezclaba el tonal y el nagual de diferentes maneras para crear millones de vidas. En ese momento su corazón rebozaba de paz, estaba impaciente por contarlo a su pueblo, pero no encontraba las palabras para explicarlos. Lo intento explicar pero nadie entendía, solo observaban que irradiaba de sus ojos y su voz algo bello, todos creyeron que era una encarnación de Dios al oírlo, él sonrió y dijo: “Es cierto. Soy Dios. Pero vosotros también lo sois. Todos somos iguales. Somos imágenes de luz. Somos Dios”, el comprendió que era un espejo para los demás, el veía a todos pero nadie se reflejaba en el, comprendió que no podían verse debido al muro de humo entre los espejos. El supo que olvidaría todo y decidió llamarse “Espejo Humeante” y así recordar que la materia es un espejo y que el humo que existe en el medio impide saber qué somos.
La domesticación y el sueño del planeta
Lo que ves y escuchas ahora mismo no es más que un sueño. Todo el tiempo estas soñando ya sea despierto o dormido, el soñar es una función principal de la mente, cuando el cerebro esta despierto existe un marco material que nos permite percibir las cosas de una forma lineal y cuando dormimos simplemente no tenemos ese marco y el sueño tiende a cambar en forma constante.
El sueño del planeta es el sueño colectivo hecho de miles de millones de sueños más pequeños, de sueños personales unidos forman un sueño familiar, el sueño de una comunidad, el de una ciudad, el de un país y en su totalidad el sueño de la humanidad. El sueño del planeta incluye todas las reglas de la sociedad, las creencias, las leyes, las religiones, las diferentes culturas, los gobiernos. Todos nacemos con la capacidad de soñar.
Los sueños externos tienen tantas reglas que cuando nace un niño captamos su atención para estas reglas a su mente, nos enseñan a soñar. La atención es la capacidad que tenemos de discernir y centrarnos en aquello que queremos percibir, se perciben millones de cosas de forma simultanea, pero prestamos atención y retenemos lo que nos llama la atención por medio de la repetición, así aprendemos todo lo que sabemos.
Aprendemos que es lo bueno , y lo malo; lo correcto y lo incorrecto; lo aceptable y no inaceptable; todas las reglas de como comportarnos en el mundo, también aprendimos a captar la atención de otros seres humanos y generar una necesidad de atención que siempre acaba siendo muy competitiva.
El sueño externo capta nuestra atención y nos enseña qué creer. Nunca se tubo la oportunidad de elegir, pero estuvimos de acuerdo con la información que otros seres humanos nos transmitieron del sueño del planeta, pero la única forma de almacenar información es por acuerdo. El sueño externo capta nuestra atención, pero si no estamos de acuerdo, no almacenaremos esa información y tan pronto como estamos de acuerdo con algo, nos lo creemos, y a eso lo llamamos “Fe”, tener fe es creer incondicionalmente.
En la domesticación humana, la información del sueño externo se transfiere al
sueño interno y crea todo nuestro sistema de creencias, el sueño extremo nos enseña
cómo ser seres humanos, a juzgar, a fingir,
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