Los 4 Acuerdos
Enviado por LuisNatyDiana • 27 de Abril de 2015 • 21.832 Palabras (88 Páginas) • 132 Visitas
Agradecimientos
Me gustaría expresar mi humilde agradecimiento a Sarita mi
madre, que me enseñó el amor incondicional; a José Luis mi
padre, que me enseñó disciplina; a mi abuelo Leonardo Macías,
que me entregó la llave para acceder a los misterios toltecas, y
a mis hijos Miguel, José Luis y Leonardo.
Deseo expresar mi más profundo afecto y aprecio a Gaya
Jenkins y Trey Jenkins por su dedicación.
Me gustaría hacer extensiva mi más honda gratitud a Janet
Mills, editora y creyente. También estaré permanentemente
agradecido a Ray Chambers por iluminarme el camino.
Me gustaría manifestar mi respeto a mi querida amiga Gini
Gentry, una ”mente”, increíble cuya fe me llegó al corazón.
Me gustaría también reconocer la contribución de las
numerosas personas que generosamente entregaron su tiempo,
su corazón y sus recursos para apoyar estas enseñanzas. Una
lista parcial incluye a Gae Buckley, Teo y Peggy Suey Raess,
Christinea Johnson, Judy “Red'' Fruhbauer, Vicki Molinar, David
y Linda Dibble, Bernadette Vigil, Cynthia Wootton, Alan Clark,
Rita Pisco Rivera, Catherine Chase, Stephanie Bureau, Todd
Kaprielian, Glenna Quigley, Alan Hardman, Cindee Pascoe, Tink
y Chuck Cowgill, Roberto y Diane Paez, Siri Gian Singh Khalsa,
Heather Ash, Larry Andrews, Judy Silver, Carolyn Hipp, Kim
Hofer, Mersedeh Kheradmand, Diana y Sky Ferguson, Keri
Kropidlowski, Steve Hasenburg, Dara Salour, Joaquín Galvan,
Woodie Bobb, Rachel Guerrero, Mark Gershon, Collette
Michaan, Brandt Morgan, Katherine Kilgore (Kitty Kaur), Michael
Gilardy, Laura Haney, Marc Cloptin, Wendy Bobb, Edwardo Fox,
Yari Jaeda, Mary Carroll Nelson, Amari Magdelana, JaneAnn
Dow, Russ Venable, Gu y Maya Khalsa, Mataji Rosita,
Fred y Marion Vatinelli, Diane Laurent, V. J. Polich, Gail Dawn
Price, Barbara Simon, Patti Cake Torres, Kaye Thompson,
Ramin Yazdani, Linda Lightfoot, Terry “Petie'' Gorton, Dorothy
Lee, J. J. Frank Julio Franco, Jennifer y Jeanne Jenkins, George
Gorton, Tita Weems, Shelley Wolf, Gigi Boyce, Morgan
Drasmin, Eddie Von Sonn, Sidney de Jong, Peg Hackett
Cancienne, Germaine Bautista, Pilar Mendoza, Debbie Rund
Caldwell, Bea La Scalla, Eduardo Rabasa y el Cowboy.
Los toltecas
Hace miles de años los toltecas eran conocidos en todo el sur
de México como “mujeres y hombres de conocimiento”. Los
antropólogos han definido a los toltecas como una nación o una
raza, pero de hecho, eran científicos y artistas que formaron una
sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y
las prácticas de sus antepasados. Formaron una comunidad de
maestros (naguales) y estudiantes en Teotihuacán, la ciudad de
las pirámides en las afueras de Ciudad de México, conocida
como el lugar en el que “el hombre se convierte en Dios”.
A lo largo de los milenios los naguales se vieron forzados a
esconder su sabiduría ancestral y a mantener su existencia en
secreto. La conquista europea, unida a un agresivo mal uso del
poder personal por parte de algunos aprendices, hizo necesario
proteger el conocimiento de aquellos que no estaban
preparados para utilizarlo con buen juicio o que hubieran podido
usarlo mal intencionadamente para obtener un beneficio
personal.
Por fortuna, el conocimiento esotérico tolteca fue conservado y
transmitido de una generación a otra por distintos linajes de
naguales. Aunque permaneció oculto en el secreto durante
cientos de años, las antiguas profecías vaticinaban que llegaría
el momento en el que sería necesario devolver la sabiduría a la
gente. Ahora, el doctor Miguel Ruiz, un nagual del linaje de los
Guerreros del Águila, ha sido guiado para divulgar las
poderosas enseñanzas de los toltecas.
El conocimiento tolteca surge de la misma unidad esencial de la
verdad de la que parten todas las tradiciones esotéricas
sagradas del mundo. Aunque no es una religión, respeta a
todos los maestros espirituales que han enseñado en la tierra, y
si bien abarca el espíritu, resulta más preciso describirlo como
una manera de vivir que se distingue por su fácil acceso a la
felicidad y el amor.
INTRODUCCION
Espejo Humeante
Hace tres mil años había un ser humano, igual que tú y que yo,
que vivía cerca de una ciudad rodeada de montañas. Este ser
humano estudiaba para convertirse en un chamán, para
aprender el conocimiento de sus ancestros, pero no estaba
totalmente de acuerdo con todo lo que aprendía. En su corazón
sentía que debía de haber algo más.
Un día, mientras dormía en una cueva, soñó que veía su propio
cuerpo durmiendo. Salió de la cueva a una noche de luna llena.
El cielo estaba despejado y vio una infinidad de estrellas.
Entonces, algo sucedió en su interior que transformó su vida
para siempre. Se miró las manos, sintió su cuerpo y oyó su
propia voz que decía: “Estoy hecho de luz; estoy hecho de
estrellas”.
Miró al cielo de nuevo y se dio cuenta de que no son las
estrellas las que crean la luz, sino que es la luz la que crea las
estrellas. “Todo está hecho de luz –dijo-, y el espacio de en
medio no está vacío” Y supo que todo lo que existe es un ser
viviente, y que la luz es la mensajera de la vida, porque está
viva y contiene toda la información.
Entonces se dio cuenta de que, aunque estaba hecho de
estrellas, él no era esas estrellas. ”Estoy en medio de las
estrellas”, pensó. Así que llamó a las estrellas el tonal y a la luz
que había entre las estrellas el nagual, y supo que lo que
creaba la armonía y el espacio entre ambos es la Vida o Intento.
Sin Vida, el tonal y el nagual no existirían. La Vida es la fuerza
de lo absoluto, lo supremo, la Creadora de todas las cosas.
Esto es lo que descubrió: Todo lo que existe es una
manifestación del ser viviente al que llamamos Dios. Todas las
cosas son Dios. Y llegó a la conclusión de que la percepción
humana es sólo luz que percibe luz. También se dio cuenta de
que la materia es un espejo -todo es un espejo que refleja luz y
crea imágenes de esa luz-, y el mundo de la ilusión, el Sueño,
es tan sólo
...