PROGRAMA DE CULTURA CIUDADANA PEREIRA CON VIDA
Enviado por sergio9405 • 8 de Noviembre de 2014 • Informe • 2.004 Palabras (9 Páginas) • 184 Visitas
PROGRAMA DE CULTURA CIUDADANA PEREIRA CON VIDA
William Marulanda
Propósitos
• Articular los esfuerzos interinstitucionales del nivel municipal generando procesos transversales de integración para impactar positivamente los indicadores municipales negativos relacionados con la protección de la vida, la convivencia familiar y el uso apropiado de los espacios públicos y obtener cambios en el comportamiento de los ciudadanos Pereiranos.
• Promover la participación democrática de los pereiranos, por medio de acciones pedagógicas de inclusión social que den al ciudadano la capacidad y posibilidad de participar en la toma de las decisiones en el municipio.
• Aprovechar los espacios de participación formal y no formal para introducir en ellos herramientas que estimulen la negociación, la concertación y la toma de decisiones de los grupos de ciudadanos.
• Consolidar información que permita comprender la situación inicial, la capacidad de intervención y el nivel de impacto de las acciones desarrolladas en el marco del programa de Cultura Ciudadana.
Objetivos
- Evitar y prevenir la pérdida de vidas humanas por causas no naturales.
- Aumentar la seguridad en las vías, para salvar vidas humanas de la muerte o de lesiones por causa de los accidentes de tránsito.
- Disminuir el número de personas, especialmente mujeres y niños, que son víctimas de violencia física, verbal o sexual en sus propios hogares.
- Disminuir el número de niños abandonados por sus padres o que padecen de inasistencia alimentaria.
- Hacer de nuestros espacios públicos un lugar de encuentro y de disfrute individual y colectivo.
Población Objeto
La población objetivo son todos los habitantes y visitantes del municipio de Pereira, aunque el programa trató de focalizar esfuerzos en sectores de la ciudad que evidenciaban condiciones críticas respecto a los campos de intervención. Estos sectores de la ciudad fueron; las comunas de Villasantana y el Centro y la ciudadela Cuba.
Área de influencia
Como se mencionó con anterioridad, las acciones y los programas se focalizaron inicialmente en los habitantes de las comunas de Villasantana, Cuba y Centro, en los temas relacionados con los campos de intervención. No obstante se realizan actividades transversales desde los elementos de comunicación educativa y participación en forma indeterminada a la población Pereirana, entendida esta como los nativos, foráneos residentes y visitantes.
Proyección Teórica
A continuación se exponen los fundamentos teóricos de cultura ciudadana .
Ley, moral y cultura
Existen reglas informales que son un complemento inevitable a las reglas formales (legales). Cuando en una sociedad hay armonía entre unas y otras los costos de celebrar y cumplir acuerdos se reducen; cuando se contradicen o la evolución de unas no se adecua a la de las otras los costos de celebrar y cumplir acuerdos se incrementan (Douglass North recibió en 1993 el premio Nóbel de Economía por haber desarrollado estas ideas y haberlas aplicado con éxito para explicar por qué las sociedades se desarrollan a ritmos tan distintos).
Las reglas informales pueden clasificarse en dos grandes áreas: las morales y las culturales. Las reglas morales expresan básicamente principios interiorizados que cada persona aplica “desde adentro” y que le provocan culpa en caso de violarlos y satisfacción moral en caso de respetarlos. Las reglas morales se manifiestan a través de un sentido del deber y de la capacidad de actuar obedeciendo a ese sentido (algo muy emparentado con la propio-motivación o motivación intrínseca y muy-distinto de la hetero-motivación o motivación extrínseca). Las pedagogías de la concientización (tan propias de Latinoamérica y en general del Tercer Mundo) intentan influir sobre estas reglas, buscando generar más solidaridad y cooperación especialmente entre desconocidos que comparten una misma condición social.
La regulación cultural se expresa de manera más compleja. En primer lugar las normas sociales cuya desobediencia lleva a la posibilidad de sanciones sociales (desde ver que alguien frunce el ceño en señal de desaprobación o censura hasta ser excluido de un grupo) que por lo general inducen sentimientos de vergüenza. La conformidad a las normas sociales es premiada por reconocimiento e inclusión. En segundo lugar, la cultura regula a través de una delimitación y una jerarquización de los significados que contribuyen mucho al reconocimiento. A veces, a través de un curioso mecanismo inductivo, el reconocimiento se traduce en confianza. La cultura también involucra creencias, valores e ideales que (de una manera menos afín a la de las normas legales) también orientan el comportamiento de las personas. Lo clave es que a través de diversos mecanismos, en cada medio socio-cultural se logra una delimitación cultural de comportamientos culturalmente bien considerados, comportamientos neutros y comportamientos considerados (culturalmente) inaceptables.
Cabe entonces retomar el tema de consistencia regulatoria: lo que nos ordena la ley puede ser consistente o no con lo que nos ordena la conciencia o con lo grupalmente aceptado como válido. Además una misma persona puede pertenecer a grupos distintos que no comparten una cierta norma (por ejemplo un grupo aprueba fumar mientras otro rechaza fumar). Algo de tensión entre ley, moral y cultura puede ser útil para las tres, pero el divorcio puede afectar gravemente la convivencia y la productividad de una sociedad. ¿Cuándo hay armonía de ley, moral y cultura? Fundamentalmente cuando hay aprobación moral y cultural hacia el cumplimiento de las obligaciones legales y censura moral y rechazo cultural hacia las actividades ilegales.
¿Cuándo hay divorcio entre ley, moral y cultura? Fundamentalmente cuando hay aprobación moral y cultural a acciones ilegales y cuando hay indiferencia o desaprobación cultural y moral al cumplimiento de obligaciones legales.
Un ejemplo: vía Constitución y ley los ciudadanos nos hemos obligado a colaborar con la justicia y, en particular, a denunciar los delitos; sin embargo, en algunos medios culturales, los criminales han logrado imponer la llamada ley del silencio que se expresa, al menos en Colombia, con la expresión coloquial “no sea sapo”. Así se genera informalmente una norma social que contradice y en parte neutraliza la norma legal, con costos enormes para la sociedad.
El poder regulador de la cultura ha sido abordado desde disciplinas como la sociología, la antropología, la psicología
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