Paradigmas
Enviado por piedadhernandez • 4 de Abril de 2014 • 2.034 Palabras (9 Páginas) • 190 Visitas
LOS OBJETIVOS: UN PUNTO DE PARTIDA
Introducción
Existe en toda investigación un elemento fundamental que marca el punto de partida y llegada, el investigador debe seguirlo como un camino trazado. Es un mapa que nos enfoca en una ruta determinada dándole sentido a todo esfuerzo que dicha investigación nos obliga a realizar. Este trabajo propone las pautas básicas que se consideran a la hora de plantear y diseñar ese camino, proveyendo al mismo tiempo no solo de una intención sino también de una finalidad. Son los objetivos quienes conforman el cuerpo de ese mapa; rigen y determinan todo aspecto humano estructurando desde su dualidad un plan de vida.
Si la vida se considerara una investigación de campo y suponemos que nadie emprende un camino sin un destino marcado, ya sea tangible o intangible, podemos entonces suponer que los objetivos a nivel general son el punto de partida más importante a considerar pues ellos son ese destino que deseamos alcanzar y la razón por la cual iniciamos ese viaje. En las siguientes páginas se expondrá brevemente su planeamiento, redacción y clasificación tratando de mostrar un enfoque práctico del cual esperamos saquen los lectores el mayor beneficio posible.
TÍTULO I
¿QUé ES UN OBJETIVO?
Toda investigación nace con un propósito o finalidad, algunas tratan de contribuir en la solución de un problema en particular, otras esperan alcanzar algún grado de conocimiento en determinada área. Este propósito o finalidad será el objetivo que constituirá el punto de partida y orientará así el curso de todo el proceso investigativo. Si este es bien formulado logra transmitir claramente la intencionalidad del investigador, permitiendo también determinar si tal investigación rindió o no los frutos esperados.
Figura 1
TÍTULO II
EL PLANTEAMIENTO DE UN OBJETIVO
El principal requisito en el momento de plantear los objetivos de una investigación es que estos sean alcanzables, lógicos y coherentes con la realidad. Es decir que el interés que se persiga considere las posibilidades y limitaciones del trabajo realizado.
Figura 2
Dependiendo del tipo de investigación o de la meta que se pretenda alcanzar, el investigador puede plantearse uno o varios objetivos primarios de los cuales se derivaran una serie de objetivos secundarios; ya sean los primeros o los segundos siempre se ordenarán según su relevancia. Es importante mencionar que dentro de una investigación pueden existir tantos objetivos como el investigador considere necesario, siendo los objetivos secundarios un desglose del o de los objetivos primarios. Los objetivos corresponden a la etapa exploratoria de la investigación ubicándose generalmente dentro de la introducción del reporte final.
Al determinar el rumbo a tomar mediante un objetivo primario que abarcará en forma general nuestro propósito fundamental debemos sistematizar las estrategias que harán posible el logro de nuestras metas, por ello debemos revisar los objetivos en cada etapa de nuestra indagación para evitar errores que al final obstaculizarían el resultado real.
La valoración de todo el trabajo se da a partir de los objetivos propuestos, los cuales deben ser claramente identificables con el resultado obtenido.
TÍTULO III
LA CLASIFICACIÓN DE LOS OBJETIVOS
Existe una serie de clasificaciones para los objetivos que nos permiten decidir sobre los medios y las herramientas que vayamos a emplear, entre estos están׃ objetivo instruccional, objetivos de investigación (de los cuales se desprenden el objetivo general y los objetivos específicos) y objetivos metodológicos entre otros.
El objetivo instruccional se formula alrededor del aprendizaje y los objetivos de investigación son los enunciados claros y precisos de las metas que se persiguen, los objetivos metodológicos aclaran el sentido de la hipótesis y colaboran en el logro operacional de la investigación en todos sus niveles.
El objetivo primario es el propósito primordial en la búsqueda de determinados conocimientos por ello posee una autonomía propia. A este objetivo se le denomina Objetivo General, pues abarca todas las expectativas que el indagador se propone a nivel global. De este objetivo general se desglosan una serie de objetivos secundarios a los que denominamos Objetivos Específicos, estos son en sí una fragmentación que permitirá alcanzar con mayor facilidad el objetivo general. Los objetivos específicos son una esquematización que permite evaluar, comparar y determinar si el objetivo general responde a los resultados logrados.
Esta clasificación varía según la dirección que se desee tomar y el enfoque general de la persona que los plantea.
TÍTULO IV
LA REDACCIÓN DE LOS OBJETIVOS
Cuando se desea plasmar en el papel la redacción de los objetivos se han de tomar en cuenta dos preguntas simples: ¿Cómo? y ¿Para qué? Si se cuestionan los objetivos generales con la pregunta ¿Cómo?, la respuesta serán los objetivos específicos; cuando hacemos la pregunta ¿Para qué? nos señalarán el objetivo general. Para lograr la mejor orientación dentro de una investigación todos los objetivos deben estar redactados tan claramente como sea posible, ya que las conclusiones se referirán al logro o fracaso de los mismos.
Es indispensable que halla un equilibrio entre los objetivos; pues si los objetivos específicos sobrepasan al objetivo general proponiendo operaciones no implicadas en el desestabilizarían las conclusiones finales y gran parte del proceso de todo la investigación. Si por el contrario los objetivos específicos son incompletos respecto del objetivo general, entonces la investigación será incompleta.
Los objetivos se refieren también al tipo de conocimientos que se desean alcanzar, y se debe tener cuidado en su formulación. El objetivo bien formulado logra transmitir en pocas palabras la intención del investigador, para ello se elaboran enunciados que excluyen el mayor número de interpretaciones posibles, así se logra ese sentido de exactitud respecto a nuestra intención.
En la redacción se deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para considerar los aspectos más relevantes en su formulación:
1. Deben ser concretos, es decir no redundar en frases largas y poco claras
2. Ser factibles es decir tomar en cuenta todos los aspectos involucrados dentro de la investigación: tiempo, dinero, personal, perspectivas y capacidad.
3. Identificar el abordaje del tema, el destino de dicha investigación y el uso de los recursos, en otras palabras el diseño cualitativo o cuantitativo del proyecto.
4. El uso de los verbos en infinitivo, para identificar de forma clara los
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