Producto 1

Producto: 1

El ser humano creyó que el raciocinio científico clásico era la clave para el progreso de su especie, y así egoístamente comenzó su aventura en la búsqueda de su propio beneficio, una mejor calidad de vida, comodidad y simplicidad, fueron sus principales objetivos, a corto distancias entre ciudades, prolongo la esperanza de vida, acelero el crecimiento de los productos alimenticios, rompió barreras geográficas , inicio una producción industrial desenfrenada de productos, todo para satisfacer sus “necesidades primarias”, sin embargo esto se desvirtuó con el paso del tiempo, la expansión, competitividad , explotación se hicieron presentes en la sociedad emergente del capitalismo, convirtiendo a estas necesidades básicas en el enriquecimiento desbordado y un desenfrenado materialismo, del cual, la naturaleza fue quien pago los platos rotos del egocentrismo de las persona, ya que estos jamás imaginaron que sus creaciones “mágicas” fueran a tener grandes daños al medio ambiente, pero sobre todo que esto les perjudicara tanto, destruyeron no solo el hábitat de otros seres vivos, sino deterioraron el suyo.

Como bien dice Enrique Leff la crisis ambiental fue producto del desconocimiento del mismo conocimiento, por ello es importante volverlo a replantear, hay que reaprender a ver, concebir, pensar y actuar, desde un punto de vista más ético y consciente, para llegar a la contextualización de las cosas, globalización del todo y las relaciones entre las partes, es decir, ver más allá de lo simple, de lo visible, prever. A esto se puede llegar a través de saber ambiental en el cual el concepto y realidad, se abren a un diálogo.

Durante muchos años en los centros del saber se enfocaron a la enseñanza de conceptos, basados en la ciencia clásica que marcaba la sociedad en curso, pero ante las nuevas necesidades, y ante una urgente revolución del pensamiento, la escuela como elemento clave de la formación de las sociedades, debe tomar un papel primordial para promover el cambio de esos paradigmas.

El docente no solo debe enseñar ecología (el estudio de la naturaleza), ni tampoco solo conceptos, ni mucho menos desafanarse de la responsabilidad por no ser profesor de Ciencias Naturales, el docente por medio de la interdisciplinariedad puede vincular y correlacionar los diversos temas con su materia, así mismos debe centrarse en la importancia de la diversidad cultural para conocimiento y la construcción de la realidad, además de concientizar sobre el medio ambiente, inculcar el respeto a la naturaleza y sobre todo predicar con ejemplo respecto al tema, ya que no solo es mediador de la educación sino que es modelo a seguir para sus estudiantes.

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