Sobre La Lectura

SOBRE LA LECTURA

ESTANISLAO ZULETA

El autor inicia haciendo referencia a escritos acerca de la lectura y recomienda algunos textos, además promete dar respuesta acerca de las criticas objeciones o insatisfacciones que posean los estudiantes.

Escritores como Nietzsche son estilos que invitan a la buena lectura, ya que en sus escritos obligan a analizar y a descifrar, arrastrando por el ritmo de la frase y a frenar y analizar por el asombro del contenido. Por lo anterior se concluye que a diferencia de este estilo, los escritos del hombre moderno son facilista ya que este desea entender rápidamente la lectura. El escritor nos invita a convertimos en vacas al leer, metafóricamente nos invita no solo a consumir y a digerir la información sino que podamos leer, consumir, analizar, criticar y de ahí poder generar un producto de lo leído. La buena lectura es aquella que nos invita a ir más allá, nos invita a “trabajar”.

En el Zaratustra Nietzsche, habla del pensamiento filosófico pasando por ser camello (admiración) león (fuerza dominio) y niño (la curiosidad-creación). La lectura requiere interpretación en sentido fuerte. El autor hace infinitas referencias al estilo de Nietzsche ya que estima que este estilo logra imponer la necesidad de interpretar.

Entendemos la necesidad de interpretar y analizar, comprendemos que no todas las palabras y mensajes están escritas literal y explícitamente en el texto. Reconocemos la palabra “código” como la intención que obliga a pensar en el abanico de opciones que puede tener una expresión.

Haciendo referencia a escritores no facilistas, encontramos a Cervantes, quien representa su realidad en el Quijote, es decir, un ser realista en la realidad. Así mismo vemos como comparando a Cervantes con Shakespeare se concluye que son excelentes escritores y que ambos se separan totalmente del facilismo, brindando al lector la posibilidad de adentrar al tema para lograr su interés absoluto.

Como mensaje para el estudiante lector, deja claro que “es necesario dejarse afectar, perturbar, trastornar por un texto del que aún no pueda dar cuenta pero que lo conmueva”

Muy a pesar de ser consciente de estar educando a una generación poco analítica, y crítica ante la lectura, una generación que solo se ocupa de consumir. El educador insiste en que es necesario buscar lecturas interesantes que obliguen al lector a desarrollar no solo el entendimiento sino a sembrar dudas que lo lleven a investigar, a ir más allá.

Hay que entender que es necesario “leer a la luz de un problema” ya que cuando leemos ya tenemos inicialmente unos interrogantes, unas preguntas, llamadas estas por el escritor como problemas, siendo estas la necesidad para lograr que el texto nos continúe llevando a sospechas, llevando a buscar respuestas que hacen cada vez más interesante la lectura.

En el capital vemos que podemos

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