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Enviado por kristelsch • 5 de Diciembre de 2013 • Informe • 778 Palabras (4 Páginas) • 214 Visitas
"Donde se concluye y da fin a la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron"
Cervantes cuenta que un día, estando en Toledo, se encontró con un muchacho que estaba vendiendo unos viejos papeles con texto en árabe. Llevó los papeles a un "morisco aljamiado" (que lee árabe y castellano) para que los tradujera. Cuando le leyó a Cervantes una nota en el margen sobre Dulcinea de Toboso, el autor se dio cuenta de que ésta era la historia que buscaba. El título del texto en árabe decía: "Historia de don Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo". Se emocionó tanto Cervantes por este hallazgo que le compró el texto al muchacho y le pidió al morisco que lo tradujera en su totalidad.
Cervantes agrega que cree que la historia es verdadera y que el único motivo que tendría por no creerlo sería porque su autor es moro: "Si a ésta se le puede poner alguna objeción cerca de su verdad, no podrá ser otra sino haber sido su autor arábigo, siendo muy propio de los de aquella nación ser mentirosos; aunque, por ser tan nuestros enemigos, antes se puede entender haber quedado falto en ella que demasiado".
Entonces Cervantes vuelve a la historia de la batalla entre don Quijote y el vizcaíno. Don Quijote gana esta batalla, pero con una lesión en la oreja y la celada rota. Al final de dicha batalla, pone la punta de su espada entre los ojos de su rival y le exige que se rinda. En eso, las señoras del coche le piden a don Quijote que le tenga merced. Don Quijote les responde que le perdonará la vida al escudero vizcaíno si promete irse a Toboso, presentarse ante Dulcinea y hacer todo lo que ella le mande. Sin saber quién es Dulcinea, las señoras le prometen que el escudero cumplirá su petición.
"De lo que más le avino a don Quijote con el vizcaíno y del peligro en que se vio con una turba de yangüeses"
Tras ganar la batalla, Sancho le pide a don Quijote una isla para gobernar, pero don Quijote le responde que ésa no era batalla de islas sino de encrucijadas en las que no se gana más que lesiones, pero que en el fututo vendrán otras batallas que le ofrecerán la oportunidad de gobernar una isla.
Luego Sancho le sugiere a don Quijote que busquen asilo en una iglesia, ya que el vizcaíno podría denunciarlos a la Santa Hermandad (institución armada y tribunal), pero don Quijote le hace esta pregunta retórica: "Y, ¿dónde has visto tú, o leído jamás, que caballero andante haya sido puesto ante la justicia, por más homicidios que hubiese cometido?". También le pregunta: "Pero dime por tu vida: ¿has visto más valeroso caballero que yo en todo lo descubierto de la tierra? ¿Has leído en historias otro que tenga ni haya tenido más brío en acometer, más aliento en el perseverar, más destreza en el herir, ni más maña en el derribar?".
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