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Trabajo Práctico inegrador Quijote


Enviado por   •  20 de Mayo de 2020  •  Tarea  •  1.372 Palabras (6 Páginas)  •  265 Visitas

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Introducción:

Las novelas de caballería tuvieron su auge en España durante el siglo XVI. En este tipo de novelas sobreviven los temas y actitudes de la Edad Media, como la defensa del honor, la idealización de la mujer, el ejercicio individual de la justicia, entre otros.

El ámbito en el que se mueve el caballero es fantástico, sus hazañas son extraordinarias, sobrenaturales: vence a gigantes y a seres monstruosos; castillos, encantamientos y hechos sobrehumanos aparecen constantemente en el mundo novelesco de los caballeros andantes; su vida es una cadena interminable de hazañas.

Miguel de Cervantes nació en 1547 en Alcalá de Henares y murió en 1616 en Madrid. Cervantes sintetiza los aspectos literarios fundamentales del renacimiento.

En 1605 aparece la primera parte de Don Quijote de la Mancha y en 1615, un año antes de su muerte, aparece la segunda parte.

El objetivo de este informe es dar cuenta de las formas y prácticas de lectura, ya sea oral, silenciosa, pública o privada, dar cuenta también de los tipos de lectores (letrados- populares), de los fines y efectos de la lectura, y de las formas y modos de circulación en el Renacimiento, a partir del análisis del capítulo XXXII de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”

Desarrollo:

Durante el recorrido del capítulo XXXII encontramos distintas frases que dan cuenta tanto de los diversos tipos de lectores, como de las formas, prácticas, fines y efectos de la lectura. A partir de estas frases vamos a ir analizando las prácticas de lecturas en los inicios de la modernidad.

“- No sé yo cómo puede ser eso; que en verdad que, a lo que yo entiendo, no hay mejor letrado en el mundo, y que tengo ahí dos o tres dellos, con otros papeles, que verdaderamente me han dado la vida, no solo a mí, sino a otros muchos. Porque cuando es tiempo de la siega, se recogen aquí las fiestas muchos segadores, y siempre hay algunos que saben leer, el cual coge uno de estos libros en las manos y rodeámonos dél más de treinta y estámosle escuchando con tanto gusto…”

“Acudió maese Nicolás a rogarle lo mesmo, y Sancho también; lo cual visto del cura, y entendiendo que a todos daría gusto y él le recibiría, dijo:

  • Pues así es, estenme todos atentos; que la novela comienza desta manera”

En estos pasajes encontramos que existían novelas de caballería impresas, que hay una lectura oral de las mismas y también da cuenta de uno de los lugares donde se realizan ese tipo de lecturas.

Entre los siglos XV y XVII dentro de la población encontramos dos tipos de lecturas, una silenciosa y una lectura en voz alta. Esta última según Chartier designaba un modo ordinario, que no era propia de los géneros poéticos, sino que era la lectura supuesta de la comedia humanista, de las novelas de caballería.

Que la lectura literaria llegue a oídos del lector no estaba relacionado únicamente por el analfabetismo, ya que existen testimonios renacentistas de lectura ante reyes y príncipes[1]. Por ejemplo el cura del Quijote lee para los caballeros y damas reunidos en la venta, pero también lee para el ventero y su familia que son analfabetas. Esto visualiza la importancia que la voz seguía teniendo en la transmisión de textos, dentro del público de la literatura escrita se encontraban sus lectores, pero también se extendía a un elevado número de oyentes de todas las clases sociales, incluida la clase analfabeta[2].

Las novelas de caballería eran una de las que se recitaban a viva voz, Cervantes, según Frenk, parece jugar con la idea de que su Quijote podría ser leído oralmente. Es por esto  que sus capítulos son breves, ya que busca no cansar a sus oyentes y además ayuda a  lograr la memorización literal o libre del mismo.

En cuanto a esto Frenk afirma que: “Frente a la chimenea doméstica, en los mesones, durante largas caminatas se leían novelas cortas, o bien se contaban de memoria, sin el libro a la vista: se recontaban más o menos libremente” (Frenk 2005, p. 64)

Cabe destacar que los libros antiguos y  medievales se leían por lo general en voz alta porque de esta manera se accedía a una mayor cantidad de personas en una época donde no todos contaban con la posibilidad de disponer su propio libro. Es por esto que los autores a menudo escribían con vistas a las presentaciones orales de sus obras, esto puede visualizarse en los aspectos formales del mismo texto. (Ife, 1992, p.15)

Este fenómeno, que realizan los autores, recibe el nombre de oralidad intertextual. Es una oralidad con varias facetas, por un lado, es el lenguaje que adopta el escritor, estableciendo una situación comunicativa que supone gestos y entonaciones de la voz (Peale, 1979, p.49). Es, por otra parte, el lenguaje cotidiano que hablan varios personajes, en cierto modo, es el escribo como hablo. Por último, encontramos la oralidad típicamente cervantina que consiste en la adopción y recreación de los recursos del narrador callejero, como son los cortes y pausas que crean suspenso y mantiene alerta al auditorio[3].

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