Universidad
Enviado por yemita • 18 de Marzo de 2014 • 1.108 Palabras (5 Páginas) • 234 Visitas
Quisiera ser mariposa
de esas que vuelan derecho
pa´ decirte varia´ cosa´
y recostarme en tu pecho.
Cuando yo era chiquito,
lloraba por un ratón:
y ahora que estoy grandecito,
lloro por un amor. En el fondo de la mar
suspiraba un caciquito
y en el suspiro decía:
" Quiéreme, que soy solito"
Nadie se sienta a caballo,
mientras en el estribo esté,
porque muchos de a caballo
suelen quedarse a pie.
Quisiera ser pajarito
solamente por volar,
y sentarme en los caminos
sólo por verte pasar.
La experiencia nos enseña
que en las cosas del amor
la mujer es una gata
y el hombre , simple ratón.
Quisiera ser patillito,
chiquitito y nadador,
para alcanzar la barquilla
donde navega mi amor.
Al perico y la mujer
no deben dejarse solo:
al perico por el gato
y a la mujer por el novio.
Hermanito de mi vida,
me ha picado un alacrán.
¡ Bien hecho, pa´ que otro día
no vayas a donde están!
Yo le canto a mi paloma
con la voz del corazón:
esta zamba sí merece
que me muera de pasión.
Pajarillo pluma suave,
alas de siete colores:
no me mates con tu pico,
mátame con tus amores.
Las aves en la montaña
anidan en algodón:
yo en cambio quiero anidar
dentro de tu corazón.
Yo no digo que soy rico
ni que tengo casa é teja;
pero tengo un amorcito
más durce que mier de abeja.
El amor del hombre pobre
es como el pollito enano,
que en brincar y no alcanzar
se la pasa todo el año.
Aunque tu padre sea un tigre
y tu madre una sayama,
yo conversaré contigo
cuando a mí me dé la gana.
Un barco se bambolea,
una piedra se quebranta,
un toro bravo se amansa
por muy cimarrón que sea.
Porque me ves chiquito,
crees que soy güevo ´e pato:
con la horma é tus zapatos.
Yo soy pájaro verde
sin ser perico ni loro:
el desprecio que me has hecho
lo siento, pero no lloro.
Yo soy como el chupaflor,
que anda de tambo en tambo,
distintas flores chupando
sin dar a ninguna amor.
Ya te conozco, cholito,
que te das de enamorao,
andando de puerta en puerta
como lagarto cebao. Me aconsejan que me case
con este negro sin gracia;
pero mi padre no quiere
murciélagos en su casa.
El primer burro va adelante,
el segundo va después;
siendo Ud. quién los arrea,
el último será usté. Las aves de la montaña
nacieron para volar;
yo nací para el trabajo,
con ojos para llorar.
Las muchachas de este tiempo
son como la lagartija:
apenas pasan los mozos
aguaitan por las rendijas.
En el centro de la mar
suspiraba un camarón
y en el suspiro decía:
"No te aflijas, corazón"
¡Cómo me volviera un tigre!...
¡Cómo me volviera un león!
¿Cómo comerle a esa niña
la mitad del corazón!
Si yo fuera pajarita,
a tus hombros diera un vuelo
y chupara de tu boquita...
¿ Lástima que no lo puedo! ... Anoche comiendo bagre,
me atoré con una espina:
mejor es gastar dos sucres
y comerse una corvina.
Las mujeres y los gatos
son de la misma opinión:
que rompen todos los platos
por cazarse su ratón.
En el fondo de la mar
suspiraba un peje bagre,
y en el suspiro decía:
" No hay como el amor de madre"
Mi padre de dio un consejo
que siempre lo he repetido:
que no le tocara el rabo
al perro que esté dormido.
Calma, muchacha brincona,
brincona como la lisa,
que mudas de enamorado
más que mudas de camisa
Cuando este cristiano muera
no lo entierren en sagrao:
sepúrtenlo en la sábana
donde lo pise er ganao.
...