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Análisis estructural de la siesta del martes


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2015  •  Trabajo  •  2.709 Palabras (11 Páginas)  •  596 Visitas

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Análisis estructural de La siesta de martes del autor Gabriel García Márquez

Luis Berra Rosas, Alejandro García Téllez, Marco Calderón

El cuento relata lo sucedido dentro de un tiempo de lectura no mayor a los diez minutos y en un espacio de tiempo literario de alrededor seis horas, de las once de la mañana hasta las tres treinta de la tarde, donde una mujer y una niña aproximadamente de doce años, se dirigen en tren hasta un pueblo remoto para visitar la tumba de un familiar, un muchacho asesinado en el pueblo una semana atrás.

        El cuento presenta una estructura de narración lineal, con una secuencia compleja de enclave que se detallará a medida que avance el análisis. Dividiremos la obra según las funciones de apertura, desarrollo y cierre para facilitar el estudio, además de enunciar dentro de cada una los elementos pertinentes como indicios, informantes y funciones.

Desde el título encontramos los primeros indicios; en la trama seguramente aparecerá como elemento relevante el día martes y la siesta que se refiere al momento de la tarde para dormir un rato.

  1. FUNCIÓN DE APERTURA

Inicia este segmento desde el inicio del cuento hasta el momento en que llega el tren al pueblo y la mujer deja de comer. Inmediatamente después se enlaza la función de apertura con la función de desenlace mediante una función cardinal que mantiene la incertidumbre de lo que sucederá después (iniciamos el siguiente apartado con dicha función).

El primer actante para este momento es la mujer que lleva y ordena lo que debe hacer a la niña, parece que en ella recae la necesidad de emprender el viaje:

“- Es mejor que subas el vidrio… el pelo se te va a llenar de carbón”-.

Por el primer indicio de este apartado sabemos que el viaje es largo e inició en las cercanías de algún mar, puesto que se enuncia lo siguiente:

“… y no se volvió a sentir la brisa del mar.”

Por el siguiente indicio sabemos que el pueblo al que se dirigen además de estar adentrado entre plantaciones bananeras, es un lugar donde abunda la pobreza y la distinción de clases puesto que se describe lo siguiente:

“… había carretas de bueyes cargadas de racimos verdes. Al otro lado del camino, en intempestivos espacios sin sembrar, había oficinas con ventiladores eléctricos, campamentos de ladrillos rojos y residencias con sillas y mesitas blancas en las terrazas entre palmeras y rosales polvorientos”.

El siguiente indicio nos acerca a la pobreza en la que seguramente vive esta mujer y la niña:

“Eran los únicos pasajeros en el escueto vagón de la tercera clase.” “… puso en su lugar los únicos objetos que llevaban: una bolsa de material plástico con cosas de comer y un ramo de flores envuelto en papel periódico.”

Al mismo tiempo las flores en el indicio anterior son a su vez el indicio de que ellas se dirigen a ese lugar para dejar flores, es el primer acercamiento a un posible funeral o velorio o quizás a una simple visita amistosa, sin embargo el siguiente indicio devela la situación de luto y se evidencia su pobreza:

“Ambas guardaban un luto riguroso y pobre”

 

Y más adelante:

“Tenía la serenidad escrupulosa de la gente acostumbrada a la pobreza.”

Sabemos que probablemente la señora y la niña no guardan una relación familiar entre madre e hija por el indicio siguiente:

“La mujer parecía demasiado vieja para ser su madre… (De la niña)”

Sin embargo más adelante se menciona a la mujer como la madre de la pequeña por lo que podemos descifrar el indicio como muestra de una familia clásica pobre, que seguramente cuenta con muchos hijos donde en ocasiones la madre parece la abuela de la hija o hijo menor.

Constantemente se habla del calor sofocante, se enuncia previamente a su llegada:

“Eran las once de la mañana y aún no había empezado el calor.” “A las doce había empezado el calor.” “La mujer inclinó su cabeza y se hundió en el sopor. La niña se quitó los zapatos. Después fue a los servicios sanitarios a poner en agua el ramo de flores muertas”.

Con el indicio anterior, especialmente con la idea de unas flores muertas en poco más de una hora recibimos la señal de un calor abrumador, casi infernal.

Nuevamente a manera de indicio se describe la situación económica de la pareja de mujeres:

“… la madre la esperaba para comer. Le dio un pedazo de queso, medio bollo de maíz y una galleta dulce, y sacó para ella de la bolsa de material plástico una ración igual.”

Finaliza aquí la función de apertura e iniciamos el desarrollo con una función cardinal que mantiene la intriga el cuento. La llegada al pueblo.

  1. FUNCIÓN DE DESARROLLO.

  1. Función cardinal.

Los personajes por fin llegan al pueblo que de primer momento parece desolado:

“La niña miró hacia el exterior. No vio nada más que la llanura desierta por donde el tren empezaba a correr de nuevo…”

Es una función cardinal porque se mantiene la intriga sobre la razón del viaje y al mismo tiempo abre la función de desarrollo donde debe esclarecerse la misma razón.

Nuevamente se observan algunos indicios:

“- péinate… si tienes ganas de hacer algo, hazlo ahora- dijo la mujer- después aunque te estés muriendo de sed no tomes agua en ninguna parte. Sobre todo, no vayas a llorar-”

Con lo anterior se observan dos cosas, la determinación en los actos por parte de la mujer, una persona pobre pero que mantiene su dignidad en alto y la situación sentimental de la niña con la advertencia de no mostrar lágrimas ni miseria a nadie:

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