CASO: LICENCIA POR FALLECIMIENTO
Enviado por alberto.vera • 16 de Mayo de 2019 • Ensayo • 1.043 Palabras (5 Páginas) • 149 Visitas
“La persona: ¿algo o alguien?”
Curso : Antropología II
Profesora : Dra. Genara Castillo
Alumno : Alberto Vera
Programa : Maestría en Gobierno de Organizaciones – MGO 2018
CASO: LICENCIA POR FALLECIMIENTO
Son las 5 de la tarde del miércoles 25 de octubre de 2014, Roberto Vega, nuevo Jefe de Recursos Humanos en Dulcimax, una reconocida empresa peruana dedicada a la producción de golosinas, se encuentra preparando la actualización del Código de Ética de la compañía, solicitado por la Gerencia General. Hace unos meses, después de una larga negociación, Dulcimax había adquirido Bolsamix, una pequeña empresa dedicada a la fabricación de envases de plástico y cartón para golosinas. La intención de la gerencia era tener a Bolsamix como subsidiaria de Dulcimax, manteniendo durante un buen tiempo, la independencia de las políticas y condiciones laborales de cada empresa, mientras se definía un estándar de administración adecuado para ambas.
De pronto entra una llamada de Leonor Vento, Jefa de Bienestar Social, responsable de la dirección de los procesos de bienestar social en ambas plantas. En cada planta, Leonor contaba con una Asistenta Social.
- Leonor comenta: Hola Roberto, me llamó Miyuki, nuestra Asistenta Social en Bolsamix, para contarme que se había reportado el fallecimiento de la madre de un obrero antiguo de producción y quería saber si ¿se debía seguir aplicando la misma política de licencia por fallecimiento de Bolsamix o habría algún cambio?
- Roberto pregunta, ¿qué contempla su política y cuán distinta es a la de Dulcimax?
- Bueno, en Dulcimax, cuando fallece un familiar directo, se le otorga al trabajador un permiso remunerado por 3 días si es que el familiar falleció en Lima y 5 días si fue en provincias; también se le envía un arreglo floral de parte de la empresa y además, por acuerdo colectivo, se le otorga un bono de S/. 700 para gastos de sepelio. En Bolsamix, funciona diferente, si bien se le otorga el permiso por 3 días, éste no es remunerado, así que se le descuentan esos días de su salario. No hay diferencia si el familiar falleció en Lima o Provincias. También se les envía un arreglo de flores, pero entiendo que es más pequeño y no se le otorga ningún bono o asignación adicional para gastos de sepelio.
Roberto quedó sorprendido por la gran diferencia que existía entre una política y otra, y a pesar que personalmente creía que no deberían existir distinciones, sabía que todo cambio de política debía ser autorizado previamente por la Gerencia General, así que le pidió a Leonor que esperara hasta mañana al mediodía para darle una respuesta.
Al día siguiente, a primera hora de la mañana, Roberto se presentó en la oficina de Enrique Tang, Gerente General de Dulcimax y Bolsamix; la conversación transcurrió así:
- Hola Enrique, disculpa que te moleste tan temprano, pero tengo un asunto muy importante, sobre el cual necesito tu autorización, comentó Roberto.
- No es ninguna molestia, respondió Enrique, tú sabes que en esta empresa tenemos una política de puertas abiertas y yo trato de dar el ejemplo, siendo el primero en aplicarla.
- Mira, es sobre un asunto de bienestar social en nuestra nueva planta, Bolsitex. Como sabes, la indicación de la gerencia fue mantener cierta independencia sobre las condiciones laborales en cada planta, pero ayer me enteré de una en particular que considero que debemos cambiar. Es la política de licencia por fallecimiento de un familiar directo. Mientras que en Dulcimax le otorgamos como mínimo 3 días de permiso remunerado, más un bono de S/. 700 para gastos de sepelio, en Bolsitex, tan solo se le da un permiso de 3 días, pero este no es remunerado. Personalmente yo creo que esta política es inadecuada, porque además del dolor por la pérdida del familiar que siente nuestro colaborador, le añadimos la preocupación de saber que le descontarán de su sueldo esos días no trabajados.
- Tomémoslo con calma, dijo Enrique, acomodándose en su sillón; no personalicemos este asunto, tú sabes que hay cosas que son distintas en cada empresa, pero cuéntame ¿qué dice la ley al respecto?, ¿a qué estamos obligados?
- Bueno, para esto casos, la ley indica la obligación de otorgar permiso remunerado por 5 días en caso el fallecimiento se produzca en la ciudad de residencia del trabajador y 8 días si es que es fuera de él. Sin embargo, señala que esta obligación es solo para las instituciones del estado y que en el caso de las empresas privadas, será el propio empleador el que decida la política que debe aplicarse, responde Roberto.
- Entonces, eso quiere decir que si mantenemos la política como está ahora en Bolsimix, estaríamos dentro de la ley, así que no tendríamos ningún problema.
- Si Enrique, pero más allá de la ley, está la búsqueda del bienestar del colaborador y su familia, y creo que lo mínimo que deberíamos hacer es otorgarle el permiso remunerado que necesita para atender este asunto tan difícil.
- Mira Roberto, yo entiendo que tu rol es defender los intereses de los colaboradores, pero entiende también, que el mío es defender los intereses de la compañía y lo cierto es que Bolsimex, no ha venido alcanzando las metas de rentabilidad que se habían propuesto, así que por ahora sugiero que la política se mantenga. Además, es una política que viene desde la anterior administración y a la cual los trabajadores deben estar acostumbrados.
Roberto salió de la oficina de Enrique, más confundido y preocupado de como entró. Se preguntaba, ¿en qué clase de empresa me he metido?, ¿es que aquí se ve al trabajador como una máquina, que si le falta una pieza y no puede funcionar, se le separa hasta que se repare, y en este caso, por su propia cuenta? De camino a su oficina pensaba, ¿qué le diría ahora a Leonor? y más aún ¿qué debía hacer él?, pues creía que tenía el deber de insistir en un cambio de la política, aunque lo más probable, no solo era que su propuesta fuera rechazada nuevamente, sino que por su insistencia, se ponga en riesgo su propia permanencia en la empresa.
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