Esquema del Tractatus de Wittgenstein

Esquema del Tractatus de Wittgenstein

Conexión entre lenguaje y mundo

El Tractatus es un texto complejo que se presta a diversas lecturas. A primera vista, se presenta como un libro que pretende explicar el funcionamiento de la lógica (desarrollada previamente por Frege y por Russell entre otros), tratando de mostrar al mismo tiempo que la lógica es el andamiaje o la estructura sobre la cual se levanta nuestro lenguaje descriptivo (nuestra ciencia) y nuestro mundo (que es aquello que nuestro lenguaje o nuestra ciencia describe). La tesis fundamental del Tractatus es esta estrecha vinculación estructural (o formal) entre lenguaje y mundo, hasta tal punto que: «los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo» [5.6]. 

Ambos se levantan desde la lógica

En efecto, aquello que comparten el mundo, el lenguaje y el pensamiento es la forma lógica [logische Form], gracias a la cual podemos hacer figuras del mundo para describirlo.

¿Qué es el mundo?

En el Tractatus, el mundo [Welt], es la totalidad de los hechos que son el caso, es decir, aquellos hechos que se dan efectivamente [1-1.2] Realismo wittgensteiniano.

¿Qué son los hechos del mundo?

Los hechos son "estados de cosas" [Sachverhalt], o sea, objetos en cierta relación [2-2.01]. Por ejemplo, un hecho es que el libro está sobre la mesa, lo cual se revela como una relación entre "el libro" (que podemos llamar objeto "a") y "la mesa" (que podemos llamar objeto "b"). Aquí se pone de manifiesto, en efecto, que el hecho posee una estructura lógica que permite la construcción de proposiciones que representen o figuren [del alemán ‘’bild’’] ese estado de cosas, a saber: "el libro está sobre la mesa" (o, trascrito a lenguaje lógico, "aRb"). Cambio de lógica.

Cosas u objetos y posibilidades

Las cosas u objetos poseen una lógica interna que es su campo de posibilidades no azarosas, posibilidades que les son inherentes y que deben darse forzosamente dentro del espacio lógico total [2.011-2.0121]. No es azaroso que a la cosa misma le corresponda uno o varios estados de cosas, sino que sus posibilidades ya están en ella. El espacio lógico es el espacio de la posibilidad, de todas las posibilidades. No podemos representarnos ningún objeto fuera de la posibilidad de su conexión con otros (suerte de estructuralismo saussureano).

La cosa es al mismo tiempo dependiente e independiente

Es independiente porque puede ocurrir en todos los posibles estados de cosas, pero tal independencia siempre es una forma de interrelación con el estado de cosas, de dependencia. Las palabras, por su parte, no pueden aparecer solas y en la proposición (2.0122).

Conocer el objeto

Conocer el objeto es conocer sus posibilidades de ocurrencia dentro de los estados de cosas. De ahí se sigue que dichas posibilidades, como ya se ha dicho, radican en el objeto. No podemos encontrar posteriormente más posibilidades: todas están dadas de antemano. Así, pues conoczo un objeto conociendo sus propiedades internas, no sus propiedades externas (2.0123-2.01231). Dados todos los objetos, vienen dados al mismo tiempo todos los estados de cosas. Y la forma del objeto no es otra que su posibilidad de ocurrencia en los estados de cosas (2.0124-2.0141)

Sobre el objeto simple como sustancia del mundo

El objeto es simple, ya que al formar la sustancia del mundo no puede ser compuesto. Wittgenstein empieza a referirse a la conexión lenguaje-mundo para demostrar la anterior afirmación. Si no hubiera objetos y solo lenguaje, la verdad o falsedad no tendría un punto de referencia fuera del lenguaje desde el cual contrastarse. No podríamos, entonces, dibujar una figura del mundo, ni verdadera ni falsa (2.02-2.0212).

La forma del mundo

Aunque nos imaginemos el mundo distinto de como es, debe tener algo en común con él: una forma, y esa forma fija es la que constituyen los objetos simples. Esa forma no son las características materiales de los objetos, sino sus carcterísticas, como ya se ha dicho, internas, sus posibilidades de relación con los demás objetos en el espacio lógico. Las cosas solo se distinguen por sus propiedades internas (2.022-2.02331).

La sustancia

La sustancia es lo que persiste independientemente de lo que sea el caso. Por tanto, es forma y contenido. Aquí Wittgenstein nos da ejemplos: espacio, tiempo y color (cromaticidad) son formas de los objetos. Y solo habiendo objetos es que puede haber una forma fija del mundo, debido a que lo persistente es el objeto y lo cambiante la configuración que ellos guardan en cada momento. O lo que es lo mismo: los objetos son fijos; los hechos inestables: se dan y desaparecen (2.024-2.0271).

Estados de cosas (forma y estructura) ver Chauviré “forme”, p. 27

La configuración de los objetos determina los estados de cosas, donde los objetos están unidos entre sí como los eslabones de una cadena. Asimismo, el comportamiento de los objetos dentro de los estados de cosas es determinado por sus propiedades internas. La estructura de un estado de cosas es el modo como se relacionan los objetos en él. La forma es la posibilidad de la estructura. Por tanto, estructura del estado de cosas y del hecho prácticamente pueden identificarse en Wittgesntein (2.0272-2.034).

Mundo/realidad

El mundo es la totalidad de los estados de cosas que se dan efectivamente (comparar esta definición con la inaugural del Tractatus). Al mismo tiempo, esa totalidad de estados que se dan efectivamente determina la que no se da. La suma de ambas totalidades es la realidad: el darse y no darse efectivos de estados de cosas. Pero los estados de cosas son independientes los unos de los otros. Contra la causalidad, Wittgenstein argumenta que del darse o no darse efectivos de un estado de cosas no puede deducirse el darse o no darse efectivos de otro. Del hecho de que un elefante camine no se sigue que no vuele; son hechos totalmente aislados o independientes. Y una frase contradictoria con lo anterior: “La realidad total es el mundo” ¿No que el mundo solo era el darse efectivo de los hechos? ¿Ahora es el darse y el no darse? Leer artículo al respecto (2.04-2.063).

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