La Ontología

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Prof. José Tadeo Morales                                                       Seminarista: Alberto Perozo

La Ontología

     Son numerosas las interrogantes que a lo largo de la historia se ha realizado el hombre para intentar dar respuesta sobre su propia existencia, sobre sí mismo, sobre el mundo que le rodea y por supuesto sobre Dios, siendo que, ha habido una pregunta que destaca sobre todas las demás y esta es nada más y nada menos que la pregunta por el ser, aquella que lleva a lo trascendente, cuestión que según Heidegger “Ha caído en el olvido”^[1].

     Ahora bien, dada esta pregunta, ¿Cómo responderla?, ¿Existe una ciencia o teoría que se encargue del estudio del ser? La respuesta es sí, y es la Ontología. No obstante, todo parte de la filosofía, la cual tiene que ver con conocimiento, con lo que se sabe y no con lo que se hace, la cual es, dependiendo de la perspectiva que se observe, un cuerpo de disciplinas: metafísica, lógica, ética, entre otras^[2], o por otro lado, una disciplina que intenta llegar a la totalidad de las cosas, la misma se cuestiona desde la totalidad a la realidad de las cosas, más aún, quiere preguntarse el ¿qué es?, partiendo de la reflexión para llegar a la realidad de las mismas, o del conocimiento para llegar a la sabiduría. De modo que, para apropiarse de la totalidad de las cosas, se requieren dos elementos, a saber: el pensar y la razón, puesto que si no hay pensamiento no hay reflexión, y si no hay reflexión no hay filosofía.

     En este sentido, es precisamente partiendo de la pregunta ¿qué es? O mejor dicho ¿de qué están hechas las cosas? Que desde el pensamiento griego, comenzando por el padre de la filosofía Tales de Mileto, quien por cuestionarse desde su realidad sobre el ¿de qué están hechas las cosas? Inventó lo que se podría denominar la ontología racional, aquello que va más allá de la experiencia, sobre el ser de las cosas desde su totalidad, por lo que pudiese decirse que inicialmente la ontología es una filosofía racional de la totalidad, sin embargo, esta filosofía en sus inicios tuvo una consecuencia paradójica, según Heidegger:  

En los comienzos griegos de la exégesis del ser, se desarrolló un dogma que sólo declara superflua la pregunta que interroga por el sentido del ser, sino encima se sanciona la omisión de la pregunta. Se dice “ser” es el más universal y vacío de los conceptos, resiste todo intento de definición^[3].

     Por su parte, Aristóteles fue el primero en formular el concepto relativo a semejante teoría, al respecto: 

Habló de una "filosofía primera" e incluyó en ella tanto el estudio del ente en cuanto ente como el estudio de un ente principal al cual se subordinan los demás entes, se abrió la posibilidad de distinguir entre lo que luego se llamó "ontología" y lo que con mayor frecuencia se entendió por "metafísica"^[4]

     Por su parte, ya en la época Moderna (aproximadamente a partir del siglo XVI), empezó a entenderse por ontología una parte especial de la metafísica: la teoría acerca de la estructura suprasensible, no material, de todo lo existente. El primero que usó el término “ontología”, en la forma griega οντολογία, fue Rudolf Goclenius en su Lexicón philosopliicam, quo tanquam clave philosophiae fores aperiuntur (1613)^[5]. La idea de semejante ontología alcanzó expresión acabada en la filosofía de Wolff, que perdió toda conexión con el contenido de las ciencias particulares y estructuró la ontología, en su mayor parte, mediante el análisis deductivo-abstracto y gramatical de conceptos de la misma (ser, posibilidad y realidad, cantidad y calidad, substancia y accidente, causa y efecto)^[6].

     Más aún, en toda la filosofía precartesiana la ontología, descrita ya por Aristóteles como teoría del ente en cuanto ente, no se separa de la metafísica, que a su vez, trata siempre de Dios como origen primero de todo ente, como el ser supremo más real, o como el ser mismo^[7].

     Aunado a lo anterior, para Kant la ontología es igualmente parte de la metafísica, pero no trata del ente en sí, sino que es aquella ciencia que forma un sistema de todos los conceptos y principios, pero solo en cuanto se refieren a objetos que son dados a los sentidos y pueden por tanto comprobarse con la experiencia^[8]. Hegel, por su parte llama, a la ontología “la doctrina de las determinaciones abstractas de la esencia”, así también, desde la perspectiva de Husserl la ontología es considerada como “ciencia de las esencias”. Heidegger por otro lado, ha buscado una ontología (una visión del ser) distinta a la ontología tradicional que  ha «olvidado el ser» en favor de los entes y que ha concebido el ser mismo en la forma de la presencia de una cosa colocada «de frente» a un sujeto cognoscente. Para él hay una ontología fundamental que es precisamente la metafísica de la existencia, la cual consiste en el descubrimiento de la constitución del ser de la existencia, aquella que se ocupa del ser en cuanto ser, no como una mera entidad formal, ni como una existencia, sino como aquello que hace posible las existencias.

     Es así que, se puede observar cómo son muchos los pensadores que han intentado abordar el problema ontológico, sin embargo, por el abandono de la ontología en la formulación del problema no se ha podido dar respuestas satisfactorias, siendo que el mismo plantea la cuestión del ser, al respecto apunta Heidegger:

El concepto de “ser” es indefinible, es lo que se ha concluido de su suprema universalidad. El ser no puede ser concebido como un ente, no se puede ser determinar atribuyéndole una entidad. No es derivable de conceptos más altos, ni puede ser explicado mediante conceptos inferiores^[9] 

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