Reporte de obras de San agustin
Enviado por karlaocegueda25 • 22 de Abril de 2019 • Tarea • 1.030 Palabras (5 Páginas) • 181 Visitas
Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Guanajuato.
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“O B R A S D E S A N A G U S T I N”
Alumna: Karla Ocegueda González.
Profesor: Jorge Gasca Hernández.
Materia: Filosofía.
Fecha de entrega: 11 de mayo de 2016
Síntesis.
La lectura de las obras de San Agustín, relata todo lo que el defendía, lo que él pensaba divido en capítulos, pues cada capítulo tiene un nombre diferente, pero encaminado a un mismo tema “la verdad” esa es la cuestión o el gran dilema que siempre se tuvo, se tiene y se tendrá, pues las teorías que cada filósofo, científico, físico, religioso, etc. han tenido no son suficientes para poder comprobar lo dicho con cada una de las teorías que se ofrecen, siempre se podrá indagar sobre algún tema determinado pero mientas sean puras teorías no bastara.
En esta lectura San Agustín, defiende su postura ante los académicos, pues el pensamiento de ambos es diferente, en donde San Agustín dice que no nada más se demuestra con palabras sino con las cosas, algo verídico no simplemente suposiciones.
Pues él considera a la verdad como un problema grave, pues la sociedad en conjunto no se preocupa por eso, solo viven el momento sin preocuparse por lo que hay más halla, de no solo observar, sino también de pensar en el ¿por qué? De las cosas.
5 ideas principales.
- Pues a demostrar que tales son lo que dicen: “No conocemos lo verdadero, pero lo que vemos se parece a lo no conocido”.
- Deja pues aun lado tu pregunta, si te place, y discutamos entre los dos, con mayor sagacidad posible si puede hallarse la verdad. Por lo que a mi toca, tengo a mano muchos argumentos que oponer a la doctrina de los académicos; nuestra diferencia de opiniones se reduce a lo siguiente: a ellos parecioles probable que no puede descubrirse la verdad; en cambio, a mí me parece que puede hallarse.
- Llaman los académicos probable o verosímil lo que, sin asentimiento formal de nuestra parte, basta para movernos a obrar. Digo sin asentimiento, de modo que sin tomar por verdadero lo que hacemos, conscientes de nuestra ignorancia de la verdad, no obstante, obramos. Por ejemplo, si la noche pasada, tan serena y pura, alguien nos hubiera preguntado si hoy había de salir un sol tan alegre, sin duda hubiéramos respondido: no lo sabemos, pero nos parece que sí.
- Y ahora antes que las tinieblas que patrocinan a los académicos nos impidan escribir, quiero que conste con toda claridad el problema, para cuya resolución hemos de madrugar mañana.
- He aquí, pues, el objeto de nuestra investigación: si, según sus argumentos, es probable que nada puede percibirse y que ninguna cosa se debe prestar asentimiento: si logras demostrar esto, gustosamente me daré por vencido; pero si yo logro probar que es mucho más probable que el sabio puede llegar a la verdad, y que el asentimiento no siempre se debe suspender, no tendrás tu ninguna razón para no pasarte a mi lado.
Conceptualización.
“Dices, pues, tu, le replique yo, que la fortuna es necesaria al estudioso de la sabiduría, pero no al sabio”
¿Crees que la fortuna ayuda al menosprecio de la misma? Así lo creo, dije pues por ella será tal que pueda despreciar la fortuna. Y esto no es un absurdo, pues también nosotros, cuando somos párvulos, necesitamos el pecho maternal; gracias a él podemos después vivir y valernos sin él.
Párvulos: manera en la que se referían a los bebes.
¿No crees, pues, le replique yo, que el aspirante a la sabiduría pueda impedir la fortuna misma llegar a ella, aun sin privarle de la vida? No creo, dijo él.
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