Algunas Consideraciones Sobre La Paz Perpetua
Enviado por abarzalaura • 29 de Abril de 2013 • 1.600 Palabras (7 Páginas) • 449 Visitas
UNIVESIDAD DE BUENOS - FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
La paz perpetua, que hoy no es tan perpetua.
“La paz perpetua” de Emmanuel Kant
Laura Elizabeth Abarza
14/06/2012
“La paz entre hombres que viven juntos, no es un estado de naturaleza, el estado de naturaleza es más bien la guerra…”
En la historia del pensamiento se puede ver que los hombres han tratado de encontrar la forma posible de cambiar la realidad (buena o mala) en la que nacen, dentro del mundo. Lo ciertos es que alguien más decide las condiciones en las que las que el hombre hace su propia historia. En su búsqueda nunca se alcanza a satisfacer la necesidad desconocida, hacia un deseo de plenitud. Pareciera que dentro de ésta, está la tan añorada paz, la cual no solo no es propia del hombre, sino que no es eterna, en el hombre. Nunca es constante sino que aparece y se da en periodos. Como lo diría Hegel y Marx: “los grandes hechos de la historia Universal aparecen como si dijéramos, dos veces… una vez como tragedia y la otra como farsa”. La paz puede ser instaurada pero no para siempre, el hombre siempre va a tender a la mala acción impulsado en su afán, por el deseo de obtener poder. Por lo que vuelve a repetir ese acontecimiento de su propia historia o pre-historia como: la verdadera –la historia de la lenta y difícil humanización del hombre, es decir, de su auto constitución en un ser moral y libre– comienza con el primer paso desde esta animalidad hacia la moralidad o, lo que es lo mismo, con la irrupción de la libertad, que saca al hombre de la existencia meramente instintiva propia del estado puro de naturaleza.
Pero con la libertad llega no sólo el bien sino también el mal y, según la enumeración de Kant, “la discordia”, “la propiedad del suelo”, “la desigualdad entre los hombres, el “constante peligro de guerra”, “la esclavitud” y “los vicios”. La guerra “…injertada en la naturaleza humana…”, como un elemento inherente para conservar lo suyo:
“Es la guerra un medio, por desgracia, necesario en el estado de naturaleza -en el cual no hay tribunal que pueda pronunciar un fallo con fuerza de derecho-, para afirmar cada cual su derecho por la fuerza; ninguna de las dos partes puede ser declarada enemigo ilegítimo -lo cual supondría ya una sentencia judicial-, y lo que decide de qué parte está el derecho es el «éxito» de la lucha…”
La garantía de esta paz perpetua está “en ese gran artista llamado Naturaleza” que por medio de su fuerza: la «providencia» introduce en las disensiones humanas la armonías y concordia. Si nos fijamos en la finalidad que ostenta en el curso del mundo, como profunda sabiduría de una causa suprema dirigida a realizar el fin último objetivo de la Humanidad, predeterminando la marcha del universo. Para él este fin es un fin lejano al que hay que llegar paso a paso, considerando la limitación humana.
“Se puede considerar la historia de la especie humana en su conjunto como la ejecución de un plan oculto de la Naturaleza para llevar a cabo una constitución interior y –a tal fin– exteriormente perfecta, como el único estado en el que puede desarrollar plenamente todas sus disposiciones en la humanidad […]”
“Pero entre los Estados no se concibe una guerra penal -bellum punitivum-, porque no existe entre ellos la relación de superior a inferior. De donde se sigue que una guerra de exterminio, que llevaría consigo el aniquilamiento de las dos partes y la anulación de todo derecho, haría imposible una paz perpetua, como no fuese la paz del cementerio de todo el género humano.”
Kant presenta tres Artículos definitivos para la paz perpetua entre los Estados:
“La constitución política debe ser en todo Estado republicana”: lo cierto de esto es que hoy existen Estados con formas de gobierno republicana, que asientan en sus constituciones los principios fundamentales de libertad, igualdad y todo un marco legal garante de las obligaciones y derechos de cada ciudadano, los cuales intervienen mediante la representación en la tomas de decisiones. Lo que acontece en mi parecer es que como el mismo Kant dice existe una parte de la cosa en sí, que no conocemos, el Estado solo muestra la parte que a ellos les convine mostrar, los ciudadanos no solo no pueden ver la cosa en sí, sino que también, llega a creer en sus argumentos sin criticarlos. Un Estado tutelar que no genera espacios, puros para “la libertad de expresión” necesaria. Lo que Kant trataba de diferenciar, hoy es lo mismo.
“..es, pues, la voluntad pública manejada y aplicada por el regente como voluntad privada.”
El derecho de gentes debe fundarse en una federación
...