Apuntes Aristóteles

I. “El hombre no es un animal gregario, es un animal político” (Aristóteles). Y así de esta manera, Aristóteles define al hombre como a un animal que, de forma natural, es sociable y necesita o debe vivir en sociedad, partiendo desde la necesidad básica de formar vínculos sociales nucleares o pequeños como una familia o una comunidad, e incluso formar grandes organizaciones tales como ciudades, estados o países enteros. Por esta razón, es que el hombre, a diferencia del resto de los animales, fue dotado de poder expresarse por medio de las palabras. Aristóteles entonces plantea que el hombre es un animal racional, social y político; en base a las virtudes básicas, nuestros hábitos, naturaleza y raciocinio.

“La razón por la cual el hombre es un ser social, más que cualquier abeja y que cualquier animal gregario es evidente: la naturaleza, como decimos, no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra” (Aristóteles).

El hombre posee la virtud exclusiva de la palabra a diferencia del resto de los animales, quienes solo a través de la voz nos pueden expresar la alegría (o placer) y el dolor, y así, solo de esta manera poder comunicarse entre sí, en su debida comunidad. Pero la palabra tiene la capacidad de explicar y discriminar el bien y el mal y por consecuencia también, reconocer la justicia y la injusticia, de esta manera el hombre fue dotado de una especialidad que lo desmarca de los demás animales: el poder manifestar lo que es conveniente y lo que puede perjudicarnos, lo justo y lo injusto, el bien y el mal, pero también a su vez la capacidad de describir sentimientos complejos, dar significado a las cosas de nuestro alrededor, otorgar una orden que pueda tener distintas finalidades, e intentar definir la vida misma. En consecuencia, la palabra le da poder al hombre y le permite organizarse en distintas formas sociales dando origen a la familia, la comunidad, la ciudad y al estado.

Con respecto a lo dicho anteriormente podemos distinguir distintos elementos que componen el lenguaje del ser humano, estas las podemos reconocer también como funciones del lenguaje y son las siguientes: La expresiva, la directiva y la descriptiva (u objetiva).

• Expresiva: Es la forma de lenguaje más básica que podemos reconocer, y ésta nace mediante la necesidad natural de expresar los estados internos de cada ser, esta se emplea de forma no verbal, muchas veces solo emitiendo sonidos o incluso con gestos y movimientos. Los seres humanos y todos los animales somos capaces de comunicarnos de esta manera. Todo animal puede expresar felicidad, placer, dolor, molestia y enojo sin la necesidad de describir nada y de esta manera poder comunicar precisamente lo que nuestros sentimientos internos están apelando. Los bebés, por ejemplo, cuando balbucean para pedir o expresar algo, es un lenguaje netamente expresivo, no nos dicen palabras, simplemente se expresan a través de un sonido el cual, a nosotros, en general, nos hace sentido.

• Directiva: Esta función del lenguaje es solo empleada por los seres humanos y es llevada a la práctica de forma verbal y apelativa, es decir, que se emplea para dar órdenes o, dicho de otra manera; pedir que una persona o más, ejerzan una acción para una determinada finalidad, ya sea para uno mismo o para todo un grupo. Cuando hacemos grupos de trabajo, y asignamos a alguien como líder del grupo, esta persona normalmente actúa y se expresa con un lenguaje directivo. No tan solo eso, sino cuando hacemos una pregunta a un tercero, nosotros empleamos un lenguaje directo, básicamente con nuestra pregunta le damos la orden, por así decirlo, de que este tercero responda. En síntesis, cuando queremos que algo o alguien haga algo, a través de una orden, estamos haciendo uso del lenguaje directivo.

• Descriptiva (Objetiva): Es la forma más compleja del lenguaje humano, esta se debe a la semántica, ya que, esta nos otorga el poder de darle un significado a cada objeto, sentimiento, acción o cualquier cosa de la vida e incluso describir a la vida misma, y también esta función nos concede la práctica de argumentar ideas y pensamientos, de esta manera es que el hombre es capaz de organizarse y concluir que una cosa se llama de tal manera y lo que significa tal cosa.

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II. Aristóteles plantea una escala de grados de las formas fundamentales del conocimiento, y estas son:

 Sensación

 Memoria

 Experiencia

 Arte y Ciencia

 Sabiduría

1. La sensación es el primer grado del conocimiento que plantea Aristóteles y esta se genera a través de los sentidos; el gusto, el olfato, el tacto, la audición y principalmente la visión, siendo esta la más relevante para el hombre, ya que la vista nos proporciona una perspectiva y una actitud contemplativa donde las sensaciones se perciben directamente, de esta manera prevalece la vista ante los demás sentidos en esta primera fase del conocimiento, la cual aún es demasiado básica para formar un criterio sólido de las acciones y decisiones. La vista es además unos de los sentidos que más ocupamos al momento de realizar una actividad, (Sin dejar de lado el oído, siendo la segunda sensación más ocupada por el ser humano) es el sentido contemplativo, nos permite observar nuestros entornos y reflexionar respecto a lo que observamos.

2. La memoria es una capacidad natural y sensible de los animales, gracias a la cual el objeto de la sensación puede permanecer a través del tiempo en el sujeto. Así es como el conocimiento ya no depende simplemente de la presencia directa del estímulo, ya que, este estímulo es almacenado en la memoria. La sensación llevada a la memoria es mucho más perfecta y prolija que la sensación por sí misma, ya que, ambas conocen lo mismo, pero de manera más resuelta, como lo es en el caso de la memoria. Así se puede evidenciar en los animales, los cuales tienen memoria de sus acciones pasadas, y que les permitirán realizar de mejor manera sus actos en el futuro, a tomar mejores decisiones, evitando accidentes y acciones impulsivas que los puedan llevar a la expulsión o el rechazo de su comunidad donde vive. En el caso de los humanos no es tan distinto, la memoria nos ayuda a perfeccionarnos en diferentes materias a través de las repeticiones, nos permite revisar nuestras acciones y no cometer los mismos errores una y otra vez.

3. La experiencia no es tan solo la suma de muchos recuerdos o vivencias pasadas, sino que es la repetición en hechos de un mismo recuerdo; lo que constituye una experiencia, en otras palabras, es la unificación en virtud de cierta semejanza. La experiencia determina el saber, una vez que se ha vivido repetidas veces una acción,

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