Como se da El conocimiento hecho cultura

El conocimiento es una invención cultural

El otro día me encontraba hablando con mi hermana menor y me pidió que le ayudara con una situación que tenía con el niño que le gustaba, así que como cualquier hermana mayor responsable y racional le di el consejo que creí más “conveniente”. El problema surgió cuando me preguntó “y, ¿Cómo sabes que tienes que hacer eso y no otra cosa? ¿Cómo decides en su momento cómo reaccionar? ¿Y si realmente no me gusta él? ¿Cómo puedo saber qué siento o qué hacer cuando siento algo?” y yo solo respondí “No sé, solo lo sabes.”

¿Nunca se han puesto a pensar cómo es que saben algunas cosas? ¿Por qué unas cosas y no otras? ¿De dónde lo aprendemos? Todos nos hemos visto ante la situación de respondernos a nosotros o a los demás “Solo lo sientes y ya”. Tu cerebro lo conoce y ya, lo sabe, te manda la señal de que es lo correcto y actúas, se podría decir que hasta por instinto. Pero ¿De dónde viene el conocimiento?

Vamos a empezar hablando del cerebro y sus relaciones con el mundo que nos rodea. El cerebro aprende por medio de percepciones, recibe señales de cada cosa que nos ocurre, buena o mala, y las almacena para después retomarlas en el momento correcto. Cuando tenemos una situación, el cerebro toma las sensaciones que tuvo en alguna experiencia parecida y nos hace tomar una decisión en base a estas respuestas cognitivas. Podríamos decir que experimentamos el mundo a través de los sentidos, vamos aprendiendo conforme a lo que vamos sintiendo y el mejor ejemplo para describir esto son los niños pequeños, cuando comienzan a caminar todo se vuelve un mar de cosas por descubrir. Cuando un niño comienza a dar sus primeros pasos y se cae, si se golpea recio “ya valió”, relacionará el dolor con caminar y no lo volverá a hacer, agarra miedo. Igual cuando son pequeños y agarran la estufa o algún instrumento de la cocina, obviamente se queman y es seguro que no lo volverán a hacer, porque “aprenden” que si lo tocan se queman.

Aristóteles dice: una persona nace en blanco y para saber más necesita comenzar a vivir. Las personas tenemos cierta sensibilidad con la cual experimentamos sensaciones que se van guardando en nuestra memoria, con esto vamos adquiriendo experiencia a partir de lo que percibimos y generalizamos la forma, “entendemos”. Este entendimiento es lo que llamamos “conocimiento”, de las experiencias generalizas a lo universal para almacenarlo como herramienta futura. Para Aristóteles aprende a través de los sentidos, pero no todo el conocimiento porque estos a veces pueden fallar. (Hernández, Rocha, Arana, & Fajardo, 2017)

La percepción puede fallar porque los sentidos a veces fallan, hay cosas no se aprenden por sí solas, necesitas poner atención para poder aprender. Un claro ejemplo de esto es cuando te está picando un mosquito: no sientes que te está picando, no sientes ni cuando se posa en ti hasta después cuando viene la comezón. Pero si se te ocurre voltear al lugar donde está el mosquito y lo ves posarse sobre ti, si prestas atención vas a sentir el piquete en el momento que clave su lanceta para picar. Lo mismo pasa cuando te van a inyectar ¿Por qué te tapan los ojos o te voltean? El dolor se intensifica si lo ves. Así que, el aprendizaje no se logra solo sintiendo, también lleva un cierto proceso mental que el cerebro no hace por sí solo y nos toca a nosotros: “razonar”. Tener una situación y poder analizarla, sacar alguna conjetura de ella, realizar un cierto proceso mental para sacar deducciones particulares y pasarlas a universales partiendo de ella. Voy por la calle caminando cuando de repente veo que una persona atraviesa periférico a plena hora pico sin fijarse si vienen carros o no y la atropellan. ¿Y? ¿Esto que demuestra? Que hasta de las desgracias ajenas aprendemos algo ejerciendo cierto razonamiento que igual y no nos damos cuenta, pero de todo lo hacemos. ¿De esto que aprendimos? Fácil, la persona cruzó la calle sin fijarse y la atropellaron, aprendizaje: debo fijarme antes de cruzar una calle.

Somos la especie dominante porque somos seres pensantes, los animales actúan por instinto, los humanos por inteligencia. El cerebro toma estos conocimientos previamente adquiridos acerca de algo y en base a ellos hace una cierta predicción de lo que puede pasar antes de hacerlo. Analizas la situación y sacas una conclusión de lo que pasará, así que cuando lo haces ya tenías cierta “esperanza” a que pasará algo, aunque suceda totalmente lo contrario. Como cuando te peleas con alguien o te dan una respuesta que no esperabas y usas el “pues es que yo creí que…”, esta expresión se explica con esto, tu “creíste” que iba a ocurrir porque partiste de cierto conocimiento almacenado para concluir eso.

Acabamos de usar un concepto del que vale la pena hablar: inteligencia. La inteligencia es vista por las personas como saber aplicar un conocimiento pasado en algún problema de la vida cotidiana. Ser inteligente es saber muchas cosas y saberlo aplicar. Aunque se tiene un concepto de inteligencia directamente ligado a lo académico, lo que realmente aplicas en tu vida cotidiana y lo que realmente te sirve no viene de cosas que aprendiste en la escuela, viene de cosas que aprendiste en otro lado y por otras cosas. Viene de tus experiencias, de las percepciones pasadas. De esta manera entre más vives y más experimentas más inteligente eres, más tienes de donde sacar al momento de enfrentarte a alguna situación conflictiva. Pero, no aprendemos completamente de todo, aunque la gran mayoría si se almacena en algún lugar de nuestra memoria, lo que realmente recordamos son las cosas que nos interesan y son las que más tomamos en cuenta, lo demás nos parece despreciable.

Así, las personas experimentamos el mundo de una manera totalmente distinta, cada persona tiene su propia percepción de las cosas y cada quien es inteligente a su manera, dependiendo la experiencia que tenga y los conocimientos adquiridos de ello. No puedes ser inteligente de una manera que no sea la tuya, si tratas de jugar con cartas que no tienes vas a perder.

Nuestra manera de “medir” la inteligencia de alguien se basa en lógica matemática y simbólica.  Si no dominas estas “ciencias” no eres inteligente, tienes que demostrar tu capacidad con 10’s en la escuela, entre más tengas más inteligente eres. Está esta idea en la que tu capacidad se mide en si pasas un examen o no, pero ¿Qué tal si realmente no eres tonto? ¿Qué tal si realmente tienes capacidad, pero esta medida de la manera incorrecta? Como ya dijimos, todos tienen su manera de ser inteligentes. Unos aprenden unas cosas y son buenos en algo, otros aprenden otras y son buenos en otra cosa. En algo tienes que ser inteligente, porque hasta para ser “pendejo” se ocupa gracia.

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