Criminologia

DEL SUPLICIO AL CASTIGO & LA CRIMINALIDAD.

DEL SUPLICIO AL CASTIGO & LA CRIMINALIDAD. Ensayo sobre el libro Vigilar y Castigar de Michel Foucault y la película basada en la novela de Umberto Eco -El Nombre de la Rosa.

La historia ha ido cambiando y a lo largo de ella el proceso penal no ha sido su excepción. En el siglo XIV y XV la iglesia castigaba y ejercía control bajo cualquier de sus abadías sometiendo a las personas a su santa inquisición, siendo el cuerpo el blanco mayor de la represión penal. Con el paso del tiempo la iglesia al igual que la sociedad, y hasta los mismos delitos y perspectivas criminológicas vinieran evolucionando lo cual produjo que a su vez el proceso penal también fuese adaptándose con cambios, cambios que permitieron al ser humano actuara con más libertad al adherirse a un cambiante y cada vez más estructurado pacto social, y a su vez suscitarnos diversos interrogantes de porque un acto criminal no sólo en el discurso penal que lo tiene por objeto de juzgamiento, sino también en el hombre común y por supuesto en los discursos de lo humano que se ocupan de tratar de explicar por qué un sujeto toma la vía de la transgresión de la norma para cometer un acto delictivo. Esto dicho en otras palabras consistía siempre en ir en busca de una humanización que para el siglo XIV conseguiría alcanzar su etapa más cruenta y critica como nos lo muestra la película, sin ningún tipo de control ni de justicia llegando al punto de salirse casi que por completo de control.

En el presente ensayo planteare dos puntos importantes que vendré tratando de desarrollar y que nos dará a entender el por qué se produjeron dichos cambios a lo largo de la historia en el ámbito penal, uno de los puntos fue la humanización de la cual nos habla Michel Foucault en su Libro y el segundo la ya mencionada pérdida de control por parte de los mandatarios o impartidores de justicia. Así bien estas son dos perspectivas importantes que nos llevaran a ver como se ha vendido modificando la manera de castigar y hacer justicia. En el texto –Vigilar y Castigar el autor se propone hacer un estudio histórico más que filosófico sobre la prisión y delimita el problema, como es inevitable para cualquier historiador, en el tiempo y en un cierto espacio geográfico como lo es Francia. Cronológicamente el estudio abarca el período desde finales del siglo XVII hasta mediados del siglo XIX; es decir, la época clásica y la transición de la época clásica a la contemporaneidad que estamos viviendo. A su vez, Michel Foucault restringió el material historiográfico que revisó al caso francés como ya lo mencione anteriormente, con algunas pequeñas referencias a otros casos europeos, e incluso algunas pero que muy breves al caso norteamericano, sobre todo a mediados del siglo pasado.

Ciertamente esto no hace falta decirlo, porque la pretensión de este estudio es lo que hemos querido expresar sugiriendo que el tema fundamental de la obra es el asunto de la moral del poder del castigar que para el siglo XIV era indiscutiblemente de la iglesia Católica y su evolución hasta nuestros tiempos. Ahora bien más que la reconstrucción de un pasado perdido, se trata de la "historia del presente", del modo como hemos sido constituidos históricamente en lo que concierne a la moral del castigo y lo que nos llevó a estar hoy día como estamos.

La relación que tiene la película con los antecedentes históricos que hemos comentado del libro y aunque es claro que ambas obras se desarrollar en tiempos diferentes, esta similitud se centra en cómo funcionaba la sociedad antes de la Revolución Francesa, que es un poco similar por cuanto al sistema monárquico pues en la película se ve como la iglesia gozaba del único poder para castigar. El problema relativo a que el castigo ha de tener una justificación, una legitimación, una moral, lo ve surgir Foucault en el tránsito de un modo de organizar el castigo en la sociedad, a otro modo de organizar el castigo en la misma sociedad. Dicho tránsito se ubica entre dos momentos históricos, antes de 1789 época que podemos comparar con el control que ejercía la santa inquisición del siglo XIV y después de 1789 (antes de la Revolución Francesa y después de la Revolución Francesa). En otras palabras, entre el momento histórico correspondiente al régimen político monárquico y, después de la caída del régimen monárquico, el momento histórico correspondiente al régimen político republicano. 1789 es finales del siglo XVIII; durante la Revolución Francesa y después de la Revolución Francesa cunde en Europa el espíritu de lo que damos en llamar Las Luces, La Ilustración y que ahora hemos dado en llamar Modernidad.

El castigo en el régimen político de la monarquía, cualquiera fuese el atentado contra lo que está establecido, asumía, por excelencia, la forma del suplicio. El suplicio es cualquier horror que se le hace a un cuerpo humano para que termine en la muerte (la horca, el patíbulo, la guillotina, entre otros.). Ocurre que en un cierto espíritu –por así llamarlo– comienza a hacerse problema el que el hombre tenga que ser sometido a la tortura o al suplicio. ¿Por qué un cuerpo humano tiene que ser sometido a semejantes horrores? ¿Por qué no castigar al hombre de un modo que no sea el suplicio? El suplicio obviamente es el exceso o el abuso –por así decirlo– del castigo. Con el término castigo va a denotar Foucault la modalidad de imponer una pena sobre un acto cometido que resulta inaceptable para algo que se halla establecido; no se puede aceptar tal acto, pero su rechazo no amerita llegar al extremo de proceder según el suplicio. La justificación de lo inaceptable del acto, es la raíz del problema de la moralidad. El autor expresa el modo como surge, digamos en la mente, en el espíritu de una época, esa idea de un castigo que sustituye al suplicio en una forma que nosotros seguimos arrastrando;

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