Cuestiones sobre la ética profesional DOCENTE.
Enviado por NATYNAHUEL • 5 de Enero de 2017 • Trabajo • 2.184 Palabras (9 Páginas) • 2.912 Visitas
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Analizar cuestiones sobre la ética profesional DOCENTE, resulta en una labor interesante y por lo demás enriquecedora, puesto que en cada caso en que se trastocan los valores ético-profesionales se invita a una reflexión ética sobre el deber ser del actuar profesional.
Etimológicamente la ética dimana del término griego ethos que significa costumbre, o lugar donde mora el ser humano. Sin embargo, existe otro vocablo que proviene del latín “mos_moris”, el cuál, casualmente, significa también costumbres.
La ética como reflexión teórica, en sus inicios, se le atribuye regularmente a Sócrates (470–399 a.C.) quien pregonaba la aspiración del ser humano por alcanzar su ser pleno y verdadero, mediante el conocimiento y la práctica virtuosa, de ahí, su ya memorable sentencia exhortativa de añeja data: “Conócete a ti mismo”, inscripción que aparecía en el oráculo de Delfos.
El lugar de la ética en la formación docente implica, hablar desde una nueva mirada a la Educación, mirar desde la Posmodernidad. En la agenda de las transformaciones educativas, la ética siempre ocupa un lugar destacado en la formación docente, los problemas empiezan cuando se trata de definir el “qué” de la formación docente, desde ahí, el cómo, el cuándo, el dónde. Dentro de este “qué” se habla de la ética en la formación docente.
La ética se entiende, en la tradición de la filosofía práctica, como disciplina racional, crítica y argumentativa, que tiene por objeto, justamente, la pretensión misma de moralidad de las acciones. La ética es una reflexión filosófica sobre la moral y/o morales (que involucran valores, normas y sanciones).
Planteando la ética en la formación, nos referimos entonces, a intentar plantear las relaciones de la ética, como campo disciplinar específico. Lo difícil es saber qué y cuánto de ética es necesario incluir en la formación básica o general de un docente. Cuánto de ética tiene que saber un docente que se especializará en enseñar ética y ciudadanía plasmado en el Programa de Inicial y primaria 2008. Según éste indica que la Ética es una disciplina filosófica, que no debe confundirse ni con las acciones morales ni con los sistemas morales. Es una reflexión crítica sobre las cuestiones morales. “Como parte de la filosofía es un tipo de saber que intenta constituirse racionalmente, utilizando los procedimientos de análisis y explicación propios de la filosofía”. Implica la discusión argumentativa acerca de las acciones morales y la fundamentación racional de los sistemas morales. Esto no significa que esta disciplina sea neutral, como cualquier otro campo teórico, sus definiciones responden a los marcos académicos que les dieron origen. La ética Surge en la interioridad de una persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección. Pueden coincidir o no con la moral recibida. En tanto que, la ética se concibe como una reflexión teórica sobre la moral vivida y practicada.
De este modo, la ética trata de “la formación del carácter de las personas, de las instituciones y de los pueblos” Adela Cortina. De esta manera, la ética tiene sentido porque nos permite ser conscientes de que tanto personas como instituciones tenemos la capacidad de cambiar, desde nuestra libertad podemos escoger entre diferentes cursos de acción. Forjarse un buen carácter es uno de los fines mismos de la vida, cultivar hábitos que sean positivos “a través de la educación es lo que requeriría una educación de calidad”. Porque la ética nos transforma internamente mediante el obrar bien, por eso la cosmética que intenta maquillar los vicios, acaba mostrándose antes o después, desvelando los verdaderos motivos de nuestro actuar. Así, la ética sirve para forjarse un buen carácter, que cultive las virtudes y aleje los vicios, permitiéndonos ser felices y justos (Adela Cortina).
El compromiso del docente consigo mismo y con el conglomerado social es evidente; este compromiso contempla tanto la aptitud como el cultivo de la misma mediante una actitud constante hacia el crecimiento y la humanización. La auto exigencia y la conciencia crítica se revelan así como consustanciales a la práctica docente. En todo profesional, pero en particular el que está involucrado en la docencia, los conocimientos o habilidades deben ir acompañados de una sólida formación ética que le permitan ponderar juiciosamente las implicaciones de sus acciones para consigo mismo y para con los demás.
En este marco es pertinente preguntar ¿cuál es el bien interno de la docencia como profesión? Para Adela Cortina (2014:136) “el bien de la docencia es transmitir cultura y conocimientos, formar personas críticas y autónomas”. Las perspectivas teóricas la ética profesional tienen en común que consideran a la docencia como profesión y en este marco han definido lo que consideran tanto el bien intrínseco de la docencia, así como la función social que cumplen.
Dimensiones que integran la ética profesional docente:
- Trabajar desde lo social.
- Trabajar en lo utópico.
- Reflexión_ Acción.
- Autonomía
- Manejar los vínculos.
- Constante formación (actualización).
Lo peor en la ética docente es la desinformación política, no saber hacia donde va la educación. (El maestro-educador tiene la obligación de estar informado de los principales movimientos que obedecen a determinadas concepciones filosóficas sobre la educación.) Freire.
Hay un tercer nivel: la ética aplicada. Existe una distinción en el debate de dos grandes líneas: una que se trataría de principios que son, de alguna manera, trascendentes en relación a la cosa misma, por ejemplo: hay gente que plantea la relación de la ética con la educación como un problema de ética aplicada, es decir, los principios éticos básicos aplicados a los actos educativos o a todo lo que implica el trabajo educativo, es una forma de entender las cosas; trascendentes en el sentido de que esos principios no vienen del objeto mismo, no vienen de la educación misma, sino que son principios generales, por ejemplo, el respeto a la libertad y a la igualdad, por poner dos principios básicos. Esos principios se aplican a distintos objetos, por ejemplo a la educación; y hay algunas posiciones en el siglo XX que han sido de mucha influencia y, en particular en la educación, que insisten más en que lo aplicado no hay que entenderlo desde un principio trascendente de las cosas, sino a partir de las cosas mismas, de los problemas mismos de la educación. Voy a tratar de pensar la relación entre ética y educación desde la educación misma. Mi hipótesis fuerte es que a la educación hay que entenderla como parte de la reflexión ética, no es que la ética se aplica a la educación, sino que el problema hay que trabajarlo desde las problemáticas educativas mismas y no desde afuera de ellas. Cuando hablamos de la ética del trabajo docente, en realidad, estamos hablando desde dónde podemos argumentar o discutir la moral del trabajo docente o las morales del trabajo docente, lo digo así, “la” o “las” porque es indudable que el fenómeno es plural. Hay distintas escalas de valores, distintas formas de entender las cosas, lo que la ética intenta es poner eso en debate y discutir qué se puede hacer, si se puede consensuar, desde dónde. La ética como una reflexión sobre la moral refiere a acciones y no a meros movimientos naturales. Esto que parece tan simple de decir, ha sido uno de los tópicos centrales de veinticinco siglos de reflexión filosófica hasta el día de hoy, porque siempre tenemos la tendencia a reducir lo propio de la acción a un mero movimiento natural y ¿qué es lo propio de una acción? Lo que lo distingue de un movimiento natural y es que sólo los animales racionales, que tienen palabra, que tienen razón pueden actuar, que no es lo mismo que moverse. ¿Cuál es la diferencia? Que la acción supone dos cosas y por eso es la clave de toda reflexión,( “La ética en el trabajo docente” – Conferencia de Carlos Cullen Ciclo “200 Conferencias para 200 años” – Dirección Provincial de Educación Inicial 4) que hagamos, que algo sepamos de lo que hacemos. La acción va siempre acompañada de un saber sobre lo que hacemos, en algún grado, y la otra condición es que podamos hacerlo o no hacerlo, o hacerlo de otra manera. Los movimientos naturales son necesarios, obedecen a leyes; las acciones pueden ser hechas de otra manera o pueden no ser hechas, es lo que tradicionalmente llamamos algún grado de libertad, de voluntariedad. Lo que define la acción humana es que algo se sabe de lo que se hace, lo decimos modestamente, porque en realidad, todos sabemos lo difícil que es definir “saber lo que se hace” y es actuar libremente, pero algo de libertad y algo de conciencia en lo que hacemos, tenemos que tener.
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