Culpable

¿CULPABLE?

FLORENCE CASSEZ,

EL JUICIO DEL SIGLO

En este libro describe una crónica del caso de Florence Cassez, el clima social que la rodeo, análisis de la acusación y las sentencias:

El 8 de Diciembre de 2005 su vida daría un giro muy importante ya que había encontrado un buen trabajo hostess en el piso vip del hotel fiesta americana, y un buen departamento en la calle Hamburgo en una zona muy bonita, estaba mudándose ya a su nuevo hogar un sueño hecho realidad.

Una llamada de su hermano Sébastien quien residia con su mujer y sus hijos en la capital mexicana a principios de 2003 la atento. Ya que desde muy joven abandonó la escuela y se la pasaba huyendo de los diferentes empleos que conseguía, aunque no le iba mal ninguno le satisfacía del todo. Había estado dos veces de vacaciones aquí en la Ciudad de México, su hermano Sébastien le proponía laborar con él y su esposa quienes eran socios de un tipo llamado Eduardo Margolis en una empresa que comercializaba material médico, ella aceptó la invitación.

Cuando llego a México se instaló en casa de su hermano, pero él no la empleo en su trabajo solo fue un anzuelo para que ella aceptara venir a la Ciudad. Le consiguió un trabajo en el aeropuerto de Toluca reetiquetando los productos de uso médico.

En el verano de 2003 Sébastien presento a Florence Cassez con Israel Vallarta un hombre que la pareció atento y agradable y mostro un gran interés por Florence Cassez, desde que la conoció, le llamaba a diario. Israel Vallarta un día la llevo a conocer su rancho en topilejo, donde él vivía solo, al poco tiempo Florence Cassez e Israel Vallarta comenzaron su noviazgo.

En navidad regresa a Francia para festejar con sus padres y su hermano Olivier, ella les conto con entusiasmo acerca de su trabjo y de su relación con Israel. A su regreso a México tuvo problemas con su cuñada y por esta razón se ve obligada a finiquitar su colaboración con Sébastien. Debido a esto Florence Cassez debía ganarse la vida de manera independiente.

Después de esto un arquitecto le ofreció un empleo como decoradora de interiores por la que a veces debía salir tarde y regresar a su domicilio a las diez u once de la noche, situación que comenzó a irritar a Israel. Desde ahí empezaron con los celos y problemas en su relación así que esta relación llego a su fin, pero Israel no estaba conforme con ello y la comenzó a buscarla con insistencia. Florence lo perdonó pero le exigió fijar reglas para continuar.

Sus padres de Florence vinieron de visita e Israel los instalo en su rancho, después de pasar un rato aquí en la ciudad ellos regresaron a Francia, Florence se queda una vez más sin empleo, decepcionada por no tener empleo y que su novio ya no le parecía atractivo decidió regresar a Francia dejando en el rancho de Israel sus muebles.

En cuanto llega a Francia se da cuenta que nada será fácil retomar un lugar que dejo durante dos años. Sus amigos como sus padres estaban inmersos en sus ocupaciones diarias. Florence le avergonzaba haber regresado sin nada, su orgullo estaba herido, se sentía frágil y fuera de lugar, así que como quiera que sea pensó en México se le habían abierto oportunidades.

Así que tomo la decisión de regresar a la Ciudad de México ya hiendo su tercer otoño en nuestro país. Israel le ofreció alojamiento tal vez con la esperanza de reconciliarse con ella.

En el mes de Octubre encontró un anuncio atractivo publicado por el hotel fiesta americana, llamo y acudió a entrevistas, se le realizaron pruebas psicológicas y finalmente la contrataron para cubrir un puesto de hostess en el piso vip. Y para redondear su buena fortuna encontró un pequeño departamento en la calle Hamburgo cerca del hotel donde trabajaba, con su sueldo que percibía podría pagar la rentar y por fin instalarse en su propio hogar.

Israel prometió ayudarla con la mudanza, y comienza con ella Israel conduce una camioneta que trasporta los muebles de su ex novia. Florence disfruta la claridad del día, pero goza mas el saber que esta misma noche dormiría en su departamento, algo que anhelaba desde su regreso al país.

De pronto deben detenerse porque se encuentran con un retén en la carretera, se acercan varios hombres de negro con el rostro cubierto y con chalecos anaranjados, están armados, un oficial les pregunta que es lo que transportan y responden que muebles.

Otros encapuchados interrumpen su diálogo al abrir su portezuela bajan a Israel del vehiculo y se lo llevan con la cabeza cubierta, otros tres o cuatro abordan la camioneta que es puesta en marcha, le indican a Florence que baje la cabeza y le quitan su celular.

Después de esto le comentan a Florence que han estado vigilando a Israel Vallarta desde hace meses y han detectado a la gente que ve y a que se dedica, usted no se le molestara, pero debemos hacerle algunas preguntas como testigo, pues usted andaba con él.

A caso de un rato de ser interrogada la llevan al rancho de Israel y se pregunta por qué hay mucha gente, unidades de la AFI, hombres armados y encapuchados. Mira a Israel en un estado lamentable y muy lastimado, apenas puede sostenerse en pie parece que vomita. Lo están golpeando, pero él no la ve a ella. A Florence la introducen en una camioneta y después la hacen bajar del vehículo la empujan hacia la pequeña cabaña situada dentro del rancho que alguna vez visito y que recuerda que tenía herramientas, pero ahora se encontraba vacía y le han colocado un muro falso de madera con cinta canela y clavos.

A Israel y a ella les ordenan mantener la cabeza baja hasta que se abra la puerta., transcurre una eternidad y alguien prende el televisor ¡Los noticieros matutinos de televisa y televisión azteca están trasmitiendo las imágenes! Los conductores anuncian que en estos momentos la AFI está liberando a tres secuestrados.

Varios agentes empujan la puerta y entra, se lanzan sobre Israel, lo golpean, le atan las manos por la espalda y lo tiran al piso. Hay gente por todos lados, también equipos de televisión y reporteros. Estos interrogan a Israel mientras a Florence la mantienen a cierta distancia. No puede creer que Israel esté diciendo lo que ella escucha: con una actitud que a pesar de que está muy golpeado le parece un dejo de orgullo, reconoce que él es el sujeto al que apodan el cáncer, que en efecto secuestro a las personas que se encuentran ahí y también a otras y que le pagaban por hacerlo.

En ese momento ella se da cuenta lo que hay detrás del falso muro de madera: son varias personas que permanecieron sin hacer ruido

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