DIMENSIONES DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES.
Enviado por yurvi527 • 19 de Marzo de 2017 • Apuntes • 2.578 Palabras (11 Páginas) • 5.651 Visitas
DIMENSIONES DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES
TÚ CONTIGO MISMO
DIMENSIONES DE LA VIDA
A pesar de que el ser humano es un todo indivisible y que nunca podrá moverse en un plano único de manera excluyente, para esta guía veremos las dimensiones de manera separada, claro está que ellas interactúan en la cotidianidad y siempre que una es afectada, las demás lo son de alguna manera.
DIMENSIÓN COGNITIVA
Para aprender: esta dimensión se relaciona con la capacidad de conocer y aprender de apropiarnos de todos los conceptos y herramientas que necesitamos para funcionar adecuadamente en los diferentes espacios. Esta dimensión no se agota en el proceso de aprendizaje formal que tenemos en la escuela o el colegio, está presente en cada momento y experiencia por insignificante que parezca. Todo lo que aprendemos hace parte de este componente.
DIMENSIÓN SOCIAL
Para convivir. Somos seres sociales; es decir, nuestra vida se desarrolla a partir de la interacción con otros y del conocimiento e interiorización de unas normas que permiten la tranquilidad en las relaciones. El contacto que tenemos con las personas en los planos en que nos movemos a diario constituye la esencia de nuestra interacción social.
La habilidad para manejar estas relaciones define con claridad nuestras prioridades en esta área.
DIMENSIÓN FÍSICA
Para vivir. Steve Covey en su libro el Octavo hábito habla de la inteligencia física. Concibe el cuerpo como instrumento de la mente, el corazón y el espíritu, afirmando que es necesario gestionar la propia energía más que pretender gestionar el tiempo, esto es, respetar el ciclo: actividad- rendimiento, descanso- renovación.
Para gestionar la propia energía es necesario conocer nuestro propio ciclo. Saber esto nos permite organizar mucho mejor nuestro día y determinar en qué momentos realizamos determinado tipo de actividades.
DIMENSIÓN AFECTIVA
Para amar. Esta dimensión integra las diferentes relaciones de afecto que tenemos a lo largo de la vida. En primer lugar, el núcleo básico de afecto es nuestra familia; es en el seno del hogar donde aprendemos a recibir y dar amor. A medida que crecemos, este núcleo de expande y aparecen otras figuras representativas del amor: nuestros amigos, la pareja, los hijos.
Muchos de los conflictos presentes en nuestras relaciones afectivas surgen en la medida en que tenemos determinadas expectativas con el otro y deseamos que se ajuste a nuestra imagen ideal de lo que debería ser, es así como nos dedicamos a caminar por el mundo con nuestra “foto imaginaria” buscando a quien más se acople a dichos modelos y nos desgastamos intentando que la persona que elegimos se ajuste al modelo.
DIMENSIÓN PRODUCTIVA
Para transformar. En la dimensión productiva encontramos la manera como interactuamos con el entorno para generar y obtener recursos, cómo participamos en organizaciones y como nos vinculamos al mundo del trabajo con nuestros roles de compañeros, jefes y colegas, siendo el empleo dependiente la manera más común de vinculación, pero no la única. Tiene que también con el manejo que se le dé al dinero, como la formación que se tiene en temas de finanzas.
DIMENSIÓN ESPIRITUAL
Para trascender. Finalmente encontramos, la dimensión espiritual, que hace referencia a nuestra forma de percibir lo sagrado y lo que concebimos como trascendente; la imagen e idea personal de lo que es Dios, enmarcada o no en creencias y prácticas de alguna religión en particular. No es un tema religioso, sino de creencias y conexión con algo superior, y el impacto de ésta con las otras áreas de desarrollo.
AUTOESQUEMAS
La cultura ha orientado el aprendizaje social a fortalecer el amor dirigido a otros y ha olvidado que el prerrequisito para dar es tener algo que pueda entregarse a otros. Es imposible entregar amor si no te quieres a ti mismo. Para la supervivencia de la especie humana es tan importante evitar los asesinatos y las guerras, como el suicidio y la auto-mutilación.
Desde pequeños se nos coloca un freno de emergencia, importante en las primeras etapas, y jamás se nos quita. Esta sujeción está formada por supuestas virtudes (el ahorro, la ambición, la modestia, el auto castigo, la autocrítica, el auto control, etc.), que son definitivamente contraproducentes si se utilizan exageradamente. Si bien es cierto que son necesarias para no caer en costumbres perniciosas de autodestrucción (droga, alcohol, etc.), una gran cantidad de gente podría soltar un poco el freno sin ningún tipo de riesgos, para vivir mejor y evitar caer en otro tipo de problemas psicológicos; por prevenir un mal, producimos otro. Si el cinturón está flojo no amarra lo suficiente, pero si amarra demasiado, asfixia.
ELEMENTOS QUE COMPONEN LA AUTOESTIMA
EL AUTOCONOCIMIENTO
Es el primer paso que damos para conocer y construir una buena AUTOESTIMA. Sólo el hombre tiene el poder de contemplar su propia vida y su actividad; sólo él goza del privilegio de la CONCIENCIA.
Dijo Goethe: “La peor desgracia que le puede suceder a un hombre es pensar mal de sí mismo”, John Milton en su libro el Paraíso Perdido, comenta: “Nada beneficia más al hombre que su AUTOESTIMA”; y Bernard Shaw: “El interés del hombre por el mundo es solamente reflejo de los intereses en sí mismo”. Todo lo anterior hace pensar que la persona que no tiene amor por sí misma se vuelve egoísta, y que la AUTOESTIMA es la base y el centro del desarrollo humano.
EL AUTOCONCEPTO
se refiere a qué piensa y qué cree el individuo de sí mismo. ¿De qué depende? Del estado emocional, anímico, afectivo que puede variar y que podría afectar a los otros; por ejemplo, si se piensa que es torpe se podrá sentir mal, por lo tanto, no resulta extraño que realice actividades negativas, posponiendo la solución de problemas
La cultura es un factor determinante en la formación y consolidación del AUTOCONCEPTO, generalmente aprendemos a echarnos la culpa por lo que hacemos mal y dudamos de nuestra responsabilidad cuando lo hacemos bien. El Autocriticarnos, puede servir para generar nuevas conductas productivas, pero su exceso genera estrés y debilita el autoconcepto. Los estándares irracionales generan conductas insuficientes, porque las metas son inalcanzables, el sentirse incapaz y no poder controlar la situación, producen estrés y ansiedad, lo cual afectará el rendimiento, imposibilitando alcanzar la meta, lo cual lo llevará a deprimirse, autocastigarse, y autocriticarse severamente. ¿Cómo está tu autoconcepto?
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