DIÁLOGOS DE PLATON

MENÓN O DE LA VIRTUD

“Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua” Antoine de Saint-Exupery

Alguna vez nos preguntamos acerca de la virtud o en ¿qué consiste ella? En este diálogo platón nos muestra todos los problemas que se pueden presentar al intentar hallar la esencia de la virtud. Como en cada intento nos metemos en un enjambre de virtudes sin poder llegar a tal esencia. El diálogo comienza cuando Menón le pregunta a Sócrates lo siguiente -¿Podéis, Sócrates, decirme si la virtud puede enseñarse, o si no pudiendo enseñarse, se adquiere sólo con la práctica; o, en fin, si no dependiendo de la práctica ni de la enseñanza, se encuentra en el hombre naturalmente o de cualquiera otra manera? La respuesta de Sócrates es que no sabe lo que es la virtud y no ha encontrado aún a nadie que lo sepa, a juicio suyo. Después Sócrates, ruega a menón que le recuerde lo que Gorgias decía sobre el tema de la virtud o que cuente lo que el mismo menón piensa sobre tal tema y que defina lo que él considera que es la virtud. Una vez dicho esto Menón define cuatro veces que es la virtud.

En esta primera definición Menón se centra en describir las diferentes clases de virtudes que existen en los hombres, mujeres y jóvenes diciendo así que cada profesión, cada edad, cada acción tiene su virtud en particular. Pero Sócrates no queda satisfecho con esto y por el contrario le dice - Gran fortuna es la mía, Menón, porque, cuando sólo voy en busca de una sola virtud, me encuentro con todo un enjambre de ellas. Con esto Sócrates le habla sobre las abejas y la característica “esencial” que muestra lo que son. Para así mostrarle la característica general que tiene que tener presente para poder contestar correctamente a la pregunta de lo que es la virtud.

Ante la nueva cuestión, Menón, da una repuesta general sobre lo que él considera que es la virtud y la define como “la capacidad de mandar a los hombres” Sócrates no se siente conforme con la repuesta ya que no cumple con lo anteriormente dicho, acerca de que la virtud debe ser idéntica en todos. Entonces Sócrates le dice a Menón que para mandar tiene que haber justicia. Con esto menón dice -porque la justicia, Sócrates, es virtud. Pero Sócrates dice -es la virtud, Menón, o alguna especie de virtud. Por otra parte Sócrates le explica esto a menón con este ejemplo: -diré que la redondez es una figura; pero no diré simplemente que es la figura, y la razón que tendría, para explicarme de esta manera, es porque hay otras figuras. Para así, aclararle a Menón que hay muchas virtudes y por lo tanto lo que intentan es hallar la esencia que las vuelve virtudes.

Después de analizar los diferentes ejemplos relacionados con la figura y el color, Sócrates, vuelve a plantear a Menón que le defina de nuevo que es la virtud y que no haga referencia a una virtud sino a la virtud. La nueva definición de virtud, dada por Menón, es la siguiente: -amar las cosas bellas y ser poderoso, es decir, tener la capacidad de desear las cosas bellas unidas a la capacidad y poder de procurárselas. Con esto Sócrates llega a varios puntos; las cosas malas se podrían desear; Es posible, por tanto, desear una cosa mala sabiendo que es mala. Es decir, objetivamente, alguien puede estar haciendo el mal; pero lo hace para conseguir lo que para él es un bien, señala Sócrates, es evidente que el mal se presenta como nocivo y perjudicial para quien lo recibe. Ahora bien, la persona que causa el mal, aun sabiendo que tal mal perjudica a otros, al mismo tiempo, lo desea porque, para él, se presenta como un bien. En consecuencia parece que lo que siempre uno desea es el bien.

Una vez en el cuarto intento hecho por Menón, en medio de su nerviosismo compara a Sócrates con un torpedo. Al haber introducido en él una multitud de dudas en su cabeza por

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