Dilemas éticos de la empresa contemporánea

Capítulo 4. Criterios

Para mantener una conducta ética, las personas necesitan de criterios para poder hacer juicios de conciencia, que funcionan como árbitros en las decisiones tomadas y en maneras de actuar.

Los criterios morales se necesitan para emitir juicios sobre si una acción va de acuerdo a nuestros principios éticos. Los criterios deben de ir acompañados de consejos. Son herramientas de suma importancia para un correcto uso de los principios.

En cuanto a la ignorancia, ésta es partidaria. Es decir, se inclina exclusivamente hacia la parte conocida, sin siquiera tomar en cuenta aquello que se desconoce.

Un criterio es de suma importancia solventar si algo pudiera ser bueno o malo. Por medio de los criterios se hará la comparación de qué opción es mejor o peor, por qué, y en qué magnitud.

Existe una fuerte relación entre los valores personales de los directivos que llevan una organización y el acierto de sus decisiones. En primer lugar está el liberalismo económico individualista, que para que un asunto comercial sea eficaz debe considerarse sólo desde la perspectiva económica. En segundo, los valores éticos personales no deberían oponerse a la obtención de buenos resultados económicos, y la ética puede considerar como un buen negocio.

Se debe tener en cuenta que el criterio de “extensión” es inobjetable y que es mayor el bien que logra beneficiar al mayor número de personas, así como es mayor aquel mal que es capaz de perjudicar a más personas, siempre y cuando éste se trate de bienes o males del mismo nivel u orden. Por lo tanto, se le adhieren los adverbios de mayor o menor.

En el caso del criterio de “incidencia”, se aplican diferentes niveles de profundidad, el bien será mejor cuanto más profundamente beneficie a la persona. Por el contrario, el mal será peor cuanto más profundamente perjudique a la persona. Este criterio se emplea frente al bien o mal, mejor o peor. Aquí es de vital importancia el valor de la persona que realice la acción.

Para el criterio de “proximidad” se utiliza la fuerza de la obligación. El hombre tiene una obligación a evitar el mal y promover el bien, y debe basarse en el hecho de que por naturaleza la persona es relacional. La persona se desarrolla por aquellas relaciones que lleva junto con otras personas y viceversa. Este criterio se relaciona fuertemente con los avances tecnológicos en cuanto a comunicación.

Al momento de empezar un negocio o una empresa, el objetivo primordial es comúnmente el ganar dinero. Se forman redes en las que todos cooperan porque tienen el mismo fin, y cada quien busca su beneficio. De esta manera se forma también la competencia, pero ésta puede brindar agresividad, puede convertir la concepción de la vida como campo de batalla, y exaltar el individualismo y el afán de independencia de la vida. Contraste con la colaboración, la cual asemeja a una orquesta, o un grupo donde cada miembro trabaja de manera independiente, pero buscando el mismo fin que los demás. Ésto propone la sociabilidad y es indisoluble del trabajo. Se debe hacer lo posible para no caer en los aspectos negativos de la competencia, sino darse cuenta que al colaborar y trabajar juntos se logran mejores resultados.

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