Disrupción de modelos: Isócrates en la educación griega
Enviado por Salomé A. • 5 de Abril de 2019 • Reseña • 791 Palabras (4 Páginas) • 207 Visitas
________________________________________________________________________
Disrupción de modelos: Isócrates en la educación griega
La educación era, en muchos casos, el eje central de las sociedades griegas. Para su expansión y aprovechamiento fueron necesarios maestros que se encargaran de las distintas disciplinas y de los modos de convivencia entre ciudadanos. Así, los sofistas fueron maestros encargados de repartir conocimiento entre aquellos -sus discípulos- quienes pudieran pagar los costos necesarios. Ahora, si bien la tradición sofista se remontaba a la antigüedad, como comenta Protágoras, pasó mucho tiempo antes de que fuera posible reconocerse como tal en sociedad. Tras el descubrimiento público de los maestros, diversas escuelas del pensamiento se encargaron de entablar diálogos con ellos y críticas en su contra.
No obstante, decir que fueron los únicos que recibieron los ataques es centrarse en una perspectiva muy sesgada del cuadro. Aunque los textos en contra de la tradición platónica sean los más reconocidos por historia, no se debe olvidar que otros pensadores y otras escuelas también recibieron fuertes críticas. Así, Isócrates se presenta ante nosotros mediante Werner Jaeger, quien nace en la antigua Renania (actual Alemania) en 1888 y muere en Boston en 1961 tras haber conducido sus estudios hacia el análisis de Aristóteles y el ethos griego. Esto último fue compilado en Paideia, su obra cúspide, la cual se divide en cuatro libros escritos entre 1933 y 1962 (Esacademic, 2016). Para esta reseña, se analizará la sección II del libro IV titulada La retórica de Isócrates y su ideal de cultura.
Con ánimos de facilitar el entendimiento del libro como un todo, es importante definir qué significa para Jaeger el término paideia, pues este atraviesa transversalmente la obra. El autor, defiende el término como la educación del hombre griego, de la cual estaba encargada la comunidad, cuyo propósito era intrincar la formación espiritual con el humanismo para conseguir ciudadanos capaces de entender las leyes y actuar según las mismas. (Jaeger, 1994, p. 3-5). Así, dentro del contexto de la finalización del régimen de Pericles y una aspiración por renovación del ethos, encontramos a Isócrates, quien fue un sofista, orador y logógrafo[1], discípulo de Gorgias y Protágoras. Dada su agorafobia, su medio para la enseñanza es la escritura, donde le proporciona peso similar a la forma y al contenido.
Isócrates, es conocido por sus ideales helénicos y por su idea de unir los estados griegos para evitar al ruina de Grecia por separación. De aquí que, teniendo en cuenta la importancia de la educación para los griegos, Isócrates se plantee un modelo para la contraposición y mejora de los procesos formativos de los jóvenes. Con este fin, utiliza las polémicas que se están levantando en contra de los sofistas y parte de la crítica y la comparación para establecer la pertinencia de su sistema de enseñanza. En primer lugar, critica el poco compromiso con la verdad de los sofistas, pues estos muchas veces utilizan la erística para lograr sus fines en el suelo político y jurídico. En contraposición, considera que no hay una verdad absoluta, por tanto, es necesario mantenerse en un terreno intermedio, la doxa (Sapere, 2012, p. 108).
...