EL ANGEL NUMERO DOCE

EL ANGEL NUMERO DOCE

Es la historia de John Harding, que se encentra en un cuarto deprimido y a putno de suicidarse, cuando recuerda cómo conoció a su esposa y fue ascendiendo de puestos en su trabajo y lo nombran presidente de un a compañía de software, cerca de su pueblo natal, por lo que regresa a su pueblo a vivir y compran una casa con su esposa.

En el pueblo lo consideran un héroe debido a sus logros, y les hacen un homenaje a él y a su familia y lo considera ese el momento más feliz de su vida. Entonces regresa del pensamiento y recuerda lo que paso hacia dos semanas, la muerte de su esposa e hijo en un accidente automovilístico y ya con pistola en mano, está decidido a suicidarse, cuándo un ángel de repente lo hace cambiar de pensar.

Sonaba la puerta, era el amigo de John, Bill West, su amigo mas intimo de la infancia, lo invitó a dar un paseo por la cancha de baseball de la ciudad y liga infantil, para así ofrecerle ser el manager de un grupo de niños, Los Ángeles, el equipo al que había pertenecido John cuando niño. John se queda indeciso y Bill se despide y se aleja despacio, cuando de repente tropieza i agarra un a pelota de baseball ya muy desgastada y se la avienta a John.

John regresó a casa y se puso a andar por ella, empezó a hablar con los jardineros de la casa y volvió a llamar a la ama de casa para que la mantuviera recogida. Entonces la ama de llaves le dice a John que no supo que hacer con los juguetes del niño y algunas cosas de su esposa, así que las dejo donde estaban, y se retiró, dándole las gracias John. Pero otra vez cayó en la depresión y volvió a pensar seriamente en suicidarse.

Así que llegó el día en que los manager de los equipos escogieran a los integrantes de su escuadra para la liga infantil, todos reían y jugaban, pero sobresalía un niño de once años, baja estatura y pocas habilidades, tropezaba, no agarraba las pelotas, pero se esforzaba por dar lo mejor de él, los demás chicos se burlaban pero el niño seguía intentando y siempre sonriendo.

Llegó el día en que los manager debían escoger a los pequeños jugadores así que se presentaron todos antes que nada, y las aspiraciones de todos, por supuesto, era ganar la liga infantil este año. Así que se escogieron aleatoria mente el orden en el que escogieran a los niños para los equipos, John empezó primero, y se quedó con el pequeño Timothy Noble, que había sido el ultimo jugador en ser escogido. Era su ángel número doce.

A la siguiente semana empezaron las prácticas para la liga infantil, todos se habian acoplado bien , pero se veían las carencias de habilidades de Timothy Noble, al finalizar el entrenamiento, John se quedó media hora mas para entrenarlo especialmente a él, i le pregunto al pequeño si eso no le traería problemas en su casa, el niño le contesto que no, ya que su mamá trabajaba de once de la mañana a siete de la noche, por lo que no afectaría los horarios de la cena en su casa, así que aceptó.

El equipo seguía progresando, y en el último entrenamiento antes del primer juego de la liga, a todos los niños se les entrego su uniforme de los Ángeles, y como siempre, John se quedaba un rato mas para entrenar a Timothy Noble, y etonces entablaron una conversación

En la que Timothy le contó a John que vivió en Berlín Alemania, que su papa estaba en el ejército, y que hacia poco tiempo se regresaron a los EE.UU., pero que llegando, enseguida los abandonó, y su mamá pidió el divorcio. Y después le dijo que el “mejoraría día con día”

Y que “nunca…nunca…nunca…nunca….nunca…nunca… se daría por vencido”. Dijo que todo eso lo había aprendido con el Dr. Messenger, que era el doctor que siempre los atendía a él y a su mamá, y que siempre lo hiba a ver practicar, que era una persona muy agradable.

Llegó el día de comienzo de la liga, el juego les tocaba contra los Yanquis, fue muy duro, y muy parejo también, iban a cero carreras los dos, hasta que en una jugada, los Yanquis bateando, lanzaron una bola muy alta y de baja velocidad de descenso, iba hacia Timothy, era una bola muy fácil de atrapar, pero la bola pegó en el guante de Timothy y después cayó al césped, haciendo que los Yanquis anotaran una carrera, misma por la que perdieron, al final del partido, Todd Svenson, un niño que tuvo una gran tarde en el equipo pero no se le dio la victoria, le dijo a Timothy que nadie es perfecto, y que nunca se diera por vencido, entonces ya se fueron todos a sus casas, incluyendo a John, cuando en el carro recuerda que en su primer partido de la liga, cometió un error similar y no quería llegar a casa, ya que se sentía avergonzado, así que se quedó a llorar en medio del jardín, hasta que llegó su papá a buscarlo y le dijo que todos cometían errores y tenían días malos y buenos, así que regreso por Timothy a darle consuelo, le pidió que le mostrara su guante, que estaba todo deshecho y le dijo que para el siguiente encuentro le daría el guante semi-nuevo de su hijo, ya que la mamá de Timothy no tenía dinero para

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