EL ARTE Y LA CIENCIA DE ENSEÑAR

EL ARTE Y LA CIENCIA DE ENSEÑAR

Si en cada clase tuya tratas de renovarte,

si sabes utilizar un método sin convertirlo en esclavo,

si tus castigos son fruto de amor y no de venganza,

si sabes estudiar lo que creías saber,

si sabes enseñar y aún más: aprender,

si sabes enseñar y aún más: educar,

si tus alumnos anhelan parecerse a ti……

entonces tú eres maestro.

Gabriela Mistral (Chile).

Retomé estas frases de Gabriela Mistral, porque me pareció muy razonable lo que ella plantea, aborda tanto lo científico como lo emocional, para describir a un maestro, habla de la renovación, para lo cual se requiere de lo científico, del amor en cuanto a lo emocional, que se relaciona con el arte y el tema a tratar en esta ocasión es precisamente el debate entre la ciencia y el arte como instrumentos de enseñanza.

En el modelo de los objetivos si decimos que enseñar es una ciencia, estamos hablando que es una actividad racional, sujeta a principios y leyes que la investigación puede descubrir, esto nos lleva a que si especificamos mejor los objetivos, mejor será nuestra enseñanza y bien sabemos que este modelo es conductista, ya que define a la enseñanza como un cambio de conducta, muchas personas piensan que las técnicas usadas en este modelo son mas bien para entrenar que para educar, ya que no toman en cuenta los proceso, les importa mas la eficiencia que la calidad educativa. (Stenhouse 1975), el mismo autor nos menciona que el modelo por objetivos no es el más adecuado en algunas áreas, ya que militan la creatividad del alumno y maestro, convierten en problemáticas las áreas exploradoras y descartan la posibilidad de que el docente evolucione. Stenhouse describió la enseñanza como un arte y dijo que eras un ejercicio de la capacidad expresiva del significado, el arte docente se expresa mediante su actuación ya que mediante ésta el conocimiento se autentifica o se falsifica; estoy de acuerdo con este autor en lo referente a que la enseñanza es un arte, Ya que el arte es innovadora y día a día la vamos construyendo, si bien es cierto que los docentes no somos formadores como afirma Arnoldo Hernández en los cursos de doctorado del CUTSON (2010), también es cierto que para que una persona se forme a si mismo es necesaria la intervención del docente, para que guíe esa formación por el buen camino; con respecto a los objetivos pienso que todo en su momento tuvo su razón de ser, y éstos dieron sus frutos en su tiempo, incluso hoy nos están sirviendo, no vayamos muy lejos, y miremos el programa de escuelas de calidad, cada dimensión debe tener sus objetivos, a pesar de que muchos términos están desapareciendo del glosario pedagógico, sin embargo, la esencia en sí de los objetivos, no desaparecerá jamás, ya que toda planeación científica debe incluirlos, porque es lo que queremos lograr con tal o cual acción.

El modelo base de conocimiento en la enseñanza Shulman (1986, 1987), es un conjunto de conocimientos de contenidos variados, pedagogía, teorías del currículo y de los contextos y de los objetivos, propósitos y valores, estas incluyen analogías, ilustraciones, ejemplos, explicaciones y demostraciones, ya que el maestro debe estar preparado con todas las alternativas posibles, ya sean derivadas de la investigación o se su práctica diaria, Shulman dice que este enfoque no produce una imagen globalmente técnica de la enseñanza, un proyecto científico que ha perdido el alma, aparentemente este señor tiene razón en cuanto a que lo científico en ocasiones pareciera frío y de hecho lo es, pero también es importante resaltar, que lo científico al ser demostrable se convierte en verdadero por tanto, el aprendizaje que de ello emana, también lo es.

Simon (1988) trata de dar una respuesta histórica, diciendo que tanto la ciencia como la enseñanza hace tiempo existen, y critica algunas escuelas que por factores políticos y sociales han decaído al grado de llegar a una falta de calidad en el rendimiento de sus alumnos, nos comenta que las condiciones de una ciencia de la enseñanza trata de reconocer que el proceso de aprendizaje es el mismo para todo ser humano, por tanto se rige en principios, solo tendíamos que identificar que tienen en común los docentes y sus alumnos.

Mills, (1959) nos señala que los factores sociales e institucionales pueden contribuir a que haya problemas de disciplina en las aulas, aunque se experimente como un problema individual, y la ciencia social revela que los problemas privados son asuntos públicos, pero esto aun está en proceso de estudio.

La ciencia social y educativa aun son muy jóvenes y buscan un status en las universidades, son ciencias imperfectas aunque están mejorando cada día buscando el rigor y la relevancia. La ciencia a pesar de sus contribuciones y potencial, sigue siendo una segunda cultura ya que es incomprendida por el público en general, a pesar de que en las universidades se siguen eligiendo materias de Humanidades y la enseñanza de la ciencia en las escuelas goza de una reputación pobre.

La ciencia hace que todo sea apolítico e identifica valores, ideologías y estrategias para alcanzar distintas metas, nos ofrece la información, los instrumentos para resolver problemas y planear nuestra vida como queramos, cuando esta se usa para la comprensión humana se convierte en imaginativa y creativa, y es aquí donde podemos decir que la ciencia es arte.

La ciencia ha hecho muchas contribuciones importantes a la enseñanza, pero a la vez ha producido efectos nocivos, ha dado prioridad al futuro sobre el presente, ha objetivizado el conocimiento, etc. la enseñanza es una actividad socialmente construida (Adelman 1988). La propia escolarización es un producto cultural, y la enseñanza

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