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EL PROFESOR IGNORANTE


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2014  •  4.129 Palabras (17 Páginas)  •  281 Visitas

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“EL MAESTRO IGNORANTE, UNA LECTURA NECESARIA PARA ENFRENTAR EL DIA A DIA EN LA DOCENCIA…”.

(UNA LECTURA LIBRE DEL TEXTO JACQUES RANCIERE)

“No tiene sentido afirmar que todo está mal. La cuestión es: ¿qué podemos hacer nosotros para mejorar aunque sea un pequeñísimo ámbito del mundo?”

(Karl R. Popper)

Miguel Ángel Arredondo Jeldes

Resumen:

Este artículo es una reflexión que articula mi quehacer docente con la lectura en profundidad del Libro de Jacques Ranciere . (2003) “El Maestro Ignorante.) Cinco lecciones para la emancipación”. La lectura surge en momentos de búsqueda del autor sobre el rol del docente en el momento excepcional que viven las universidades no sólo en nuestro país sino en todo el mundo. Ranciere, a partir de una leyenda ocurrida en la Universidad de Lovaina elabora una propuesta en que rechaza al profesor explicador proponiendo una docencia emancipadora que se transforma en un movimiento pedagógico que tiene su nacimiento, desarrollo y muerte.

Abstract:

This article reflects my teaching work that articulates with in-depth reading of the Book of Jacques Ranciere. (2003). "The Ignorant Schoolmaster. Five Lessons for emancipation. "The reading comes at a time search of the author on the role of the teacher in the exceptional moment living universities not only in our country but around the world. Ranciere, from a legend that took place at the University of Leuven prepares a proposal that rejects the explainer proposing an emancipatory teacher teaching that transforms into an educational movement that has its birth, development and death.

1. Introducción

L

a liquidez del momento, preocupaciones por nuestra disciplinas, asediado por la falta de tiempo, por el día a día que no nos deja pensar a los y las docentes con la suficiente atención sobre el momento único y excepcional que vive el mundo. Y, por lo tanto ese momento único y excepcional nos interpela en nuestra forma de saber, hacer y ser docencia en la Universidad hoy . Sabemos, que nuestra sociedad actual se caracteriza por sus logros y problemas y que ambos se transforman como un desafío que de alguna manera abren esperanza para un mundo mejor. Es cierto, que a veces los problemas, nos agobian y la enumeración es a veces tan grande que nos supera y nos hace bajar la guardia y el entusiasmo, quedando en el día a día sin mirar más allá de nuestros horizontes. A partir, de esta simpleza nos encontramos con uno de los desafíos de la universidad es analizar estos problemas y transformándolos en problema de conocimiento y que ellos podrían ser el soporte de esperanza y de colaboración de solución a esos problemas…Hace un tiempo atrás, revisando bibliografías en una de esa librerías donde el tiempo pasa inexorablemente, me encuentro con uno de esos textos que lo llaman a uno y que sin mediar frente al contenido o al costo uno inmediatamente lo compra y lo va leyendo, como aquel zapato nuevo que lo usa inmediatamente. El título del texto es el Maestro Ignorante, de Jacques Ranciére. Del autor, sólo había ojeado algunos textos, pero no había leído ninguno. Me llamó la atención que no hubiera esas tediosas introducciones, aunque son importantísima, o los prólogos que tienen como objetivo motivar al lector de lo que está leyendo vale la pena, nuestro libro, inmediatamente comienza con el capítulo I, llamado “Una aventura Intelectual” , más me llamó la atención y me justificó el dinero gastado en el libro. Mi entusiasmo con el texto duró poco, ya que cuando llegué a mi casa, me encontré con mis horarios y la necesaria preparación de las asignaturas y por supuesto las innegables pruebas… Así, que nuestro libro se fue al estante y me dije: “A ver sí en vacaciones lo leo en profundidad”...Este mismo texto, producto de un temblor fuerte cayó del estante justo al lado del computador, como pidiendo y exigiendo una lectura en profundidad. Así, inicié esta aventura, que realmente ha sido un proceso espiritual que me ha vuelto a reencantar con mi oficio de enseñar. Aún más, esto me ha llevado a salir y a volver del texto en la búsqueda de la identidad del profesor universitario, ahora bien como toda lectura es punto de partida y que busca dialogar y abrirse a este oficio tan importante para el mundo de hoy . Ahora bien, hablar del profesor maestro, docente no es fácil, porque en él se han tejido, mitos, creencias, tipologías, ideologías, politizaciones y despolitizaciones… En fin, sobre la docencia pesan construcciones y desconstrucciones de marcos referenciales, donde algunos dan cuenta desde vendedor de sueños, vigilitante del orden, técnico por excelencia, romántico, emancipador… Por eso lo que sigue del texto es una invitación a caminar por esta geografía discursiva que nos propone Ranciere.

1. Una aventura intelectual

S

í viviéramos la docencia como una aventura significaría que nuestras sesiones, clases o módulos no se cerrarían sino que quedarían abiertos a otras aventuras intelectuales. Ahora bien, una aventura no es improvisada se prepara exhaustivamente, ya que tiene que ver con los posibles escenarios con que nos vamos a encontrar y llegar al término. Volvamos, a la aventura intelectual que nos presenta Jacques Ranciere. El nos dice que Joseph Jacotot, profesor de literatura francesa en la Universidad Lovaina tuvo una aventura intelectual. Esta aventura intelectual, consistía enseñarles francés a estudiantes holandeses, Joseph no sabía nada de holandés y los estudiantes nada de francés. Así, que Joseph asumió el desafío, ya que tenía que sobrevivir porque él era un ciudadano exiliado y había sido invitado a Bruselas, invitado por el rey de los países bajos. Nuestro amigo preocupado ya que no podía enseñar francés con los típicos métodos de cómo se enseñan un idioma ya que todos los y las estudiantes no sabían absolutamente nada de francés. Así, que Joseph se encontró con una edición bilingüe de Telémaco de Fenelón y se les envió a todos sus estudiantes, explicándoles a través de un traductor que aprendieran del texto de francés ayudándose de la traducción. Así, los estudiantes se abocaron a la lectura de Telémaco siguiendo las instrucciones dada por el traductor. Luego de un tiempo, Joseph les pidió a sus estudiantes que escribiesen en francés lo que pensaban de todo lo que habían leído. El esperaba, un resultado nefasto, lleno de errores y barbarismos, grande fue su sorpresa, que sin explicaciones, repeticiones, ni explicaciones ortográficas y verbales que todos hemos pasado, sus estudiantes aprendieran a leer francés, o articular palabras para conformar oraciones francesas a medida que avanzaban en Telémaco.

Mientras redactaba estas ideas del texto de Ranciere, se me vino a la mente

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