EL TURISTA PARA SI COMO EXPRESIÓN DE LA LIBERTAD DEL FENÓMENO DEL TURISMO
Enviado por halicard • 24 de Octubre de 2012 • 1.884 Palabras (8 Páginas) • 1.353 Visitas
La correspondencia entre la escencia del fenómeno del turismo y la existencia del turista (turista para sí), solo puede confirmarse por medio de la práctica. Sólo a través de esta, de la práctica, se puede vincular la escencia con la forma. La práctica turística le permite a una persona ser, distinguirse de otra, confirmarse como única y distinta, libre, autónoma, capaz de decidir por sí y ante sí con conciencia plena de la importancia que para su sobrevivencia física y emotiva tiene la existencia de la naturaleza cuya expresión más acabada es el propio ser humano.
El turismo, como parte de la escencia humana, se encuentra totalmente vinculado con la libertad humana no sólo establecida como un fin en sí misma sino como práctica constante.
5.1. LA EXPRESION FORMAL DEL FENÓMENO DEL TURISMO
La cualidad determina inevitablemente la forma de cualquier fenómeno de la naturaleza. Se define como forma “al modo de manifestación exterior del contenido, la determinación relativamente estable del nexo de los elementos del contenido y de su interacción, el tipo y la estructura del contenido”
El fenómeno del turismo necesariamente expresa diversas manifestaciones relacionadas con la libertad o con la enajenación, como consecuencia de que la práctica de la persona la obliga a “trascender el ser, salir del ser”, diluirse con la naturaleza como condición necesaria para que la persona llegue al conocimiento de su cualidad.
5.2. EL TURISTA EN SI Y PARA SI COMO SUJETO DE ESTUDIO
En la práctica turística del ocio la persona expresa un doble cambio: el primero refiere al desplazamiento físico del sujeto hacia lugares cuyas coordenadas se encuentran constituidas no solo por determinados aspectos geográficos sino también socioculturales, expresiones en ocasiones diametralmente opuestas a las existentes en los lugares en los que el turista tiene su residencia permanente. El segundo cambio refiere a la transformación humanista cualitativa vivida por la persona, situación que le permite avanzar en el conocimiento de sí y del lugar que ésta persona ocupa en el mundo. Ambos cambios se encuentran inevitablemente ligados al turismo en su expresión formal: como ciencia social y del espíritu o como MIT.
El Modelo de Industria Turística solo en contadas ocasiones han caracterizado el cambio humanista cualitativo y cuantitativo del turista, haciendo particular hincapié en el cambio cuantitativo por él generado, debido a que tal situación permite la elaboración de pronósticos orientados a incrementar la rentabilidad de las actividades realizadas por dicha persona, la cual es considerada únicamente como sujeto/objeto económico.
El proceso que lleva a una persona a adquirir el carácter de turista en sí o de turista para sí atraviesa los tres ciclos del desplazamiento que como necesidad constituyen el fenómeno del turismo: 1. Tiempo utilizado en el desplazamiento hacia un destino turístico, 2. Tiempo utilizado en el espacio geográfico visitado, y 3. Tiempo utilizado en el desplazamiento hacia el lugar de origen del turista.
El cambio o desarrollo del turista en sí suele concluir negativamente y en forma de espiral en el mismo punto de partida pero en un nivel más bajo, cuando el visitante tiende a contemplar a la comunidad y al sitio geográfico que lo acoge desde una perspectiva utilitarista, rentable, hedonista. En este caso la libertad, como valor supremo, se encuentra ausente en el turista cediendo su lugar al sometimiento, el cual suele expresarlo de distinto modo pero siempre desde una perspectiva utilitarista no sólo de la comunidad anfitriona y de la naturaleza sino también de la infraestructura cultural y urbana que visita.
El desplazamiento físico, temporal, de una persona a un determinado espacio geográfico, puede originar un turista en sí o un turista para sí, categorías que si bien son propias del turismo como disciplina social, no se encuentran al margen del propósito ontológico larga y permanentemente buscado: la libertad de la persona, objetivo que el turismo debe coadyuvar a alcanzar.
Turista: Persona que, teniendo como destino final el punto geográfico de partida, se traslada temporalmente a otro espacio distinto a aquel en el cual reside, teniendo al ocio humanista como motivo único del desplazamiento.
5.3. LA PRÁCTICA DE LA LIBERTAD EN EL TURISMO
E l rencuentro del turista, como persona, consigo mismo no podrá lograrse desconociéndose la existencia del otro, del anfitrión, por miedo o por odio a éste; a la inversa, el reencuentro del anfitrión consigo mismo implica la afirmación de la existencia del otro, del turista, en tanto solo por medio de aquel, del extranjero, es como la persona confirma y reafirma su existencia.
La materialización del ocio humanista inscrito en la relación turista-comunidad anfitriona implica "que la oposición identidad/diferencia puede no ser absoluta, es decir, que el extranjero y el autóctono comparten similitudes y diferencias comunes al género humano” a la esencialidad humana.
El principio: "pienso, luego existo", estructurado por elfilósofo racionalista Rene Descartes, regularmente se ha tomado como la afirmación idealista mediante la cual el Ser Superior determina la esencia (primero) y la existencia (después) de las personas. Jean Paul Sartré, tomando como base a lafilosofía del existencialismo, invierte la apreciación anterior al afirmar que en la acepción "pienso, luego soy; está la verdad absoluta de la conciencia captándose a sí misma... Por el yo pienso... nos captamos a nosotros mismos frente al otro, y el otro es tan cierto para nosotros como nosotros mismos.
El conocimiento de la esencia, que lleva a la confirmación de la existencia por medio de la acción entablada por la persona con el colectivo social visitado, constituye un significativo avance de la concepción de la libertad, sin embargo, dicha libertad aun expresa un inacabado carácter debido a que omite la relación de la humanidad
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