ESTÉTICA DE KANT (1724-1804)

                                                            VI SEMESTRE

ESTÉTICA DE KANT

Juicio estético

Para que algo sea considerado bello según el pensamiento kantiano debe tener ciertas características.

La primera es que la belleza produce un placer desinteresado.

El interés es la satisfacción que relacionamos con la presentación de la existencia de un objeto.

Y para Kant, los juicios de gusto no pueden presentar el mínimo interés en la existencia del objeto pues dejarían de ser puramente estéticos.

Un ejemplo podría ser que en concurso de belleza uno de los jueces sea el esposo de una de las participantes, en este caso habría un conflicto de intereses pues el juicio que este diera sobre la belleza de su esposa iría ligado a un interés en la existencia de esta.

Otra de las características que plantea Kant es la universalidad.

“…Bello es lo que sin concepto place universalmente.”

Debido a que es desinteresado se puede creer que entonces este objeto les gustará a todos.

Por ejemplo:

Los tacos son agradables a mis papilas gustativas pero es un gusto subjetivo e individual y no puede universalizarse, este es un ejemplo del gusto de los sentidos.

En cambio el gusto por lo bello lo llama gusto  de reflexión, como sería del Taj Mahal,  que es un gusto universal.

Ambos juicios son subjetivos y estéticos porque se relacionan con el sentimiento de placer de una persona, pero solo el segundo puede ser considerado universal y lo hace sin concepto.

También se debe tener en cuenta que según Kant no existen reglas por las que alguien pueda ser obligado a considerar bello un objeto, pues esto no es cuestión de convencimiento, ni conocimiento sino de sentimiento.

Pero entonces ¿cómo un juicio subjetivo puede universalizarse?

Cuando juzgamos estéticamente el entendimiento y la imaginación se relacionan produciendo placer que es universalizable.

Podemos decir que la belleza no es ninguna propiedad empírica de objeto, si fuera así podríamos comunicar este sentimiento a otros y obligarlos a considerarlo bello.

Decimos que algo es bello pero en realidad la belleza es algo que nosotros atribuimos al objeto, pero no de forma caprichosa pues no cualquier objeto es capaz de causar esa reacción estética, de modo que alguna cualidad en el objeto es imprescindible para la experiencia estética pero sin el sujeto y la actividad de sus facultades mentales (entendimiento e imaginación) el objeto no sería considerado bello.

Es decir que la belleza es producto de la actividad del sujeto.

La finalidad sin fin es otra de las características de lo bello según Kant.

El fin no debe determinar el placer que sentimos al contemplar el objeto, porque implicaría el interés o inclinación privada y el juicio de gusto es desinteresado  y universal, lo único que importa es como afecta a la imaginación y al entendimiento

Aunque hagamos caso omiso del fin el objeto debe tener finalidad que es la de captar tu atención y producir placer a través del juego libre entre tu imaginación y tu entendimiento.

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