SOBRE LA ESTÉTICA DE KANT Y HUME

SOBRE LA ESTÉTICA DE KANT Y HUME

1. DAVID HUME Y LA IDEA DEL GUSTO.

David Hume fue un filósofo británico que vivió en Escocia desde 1711 hasta 1776. Autor más representativo del Empirismo. Los temas que más trató Hume fueron la teoría del conocimiento y además cuestiones sobre ética y estética. La teoría de la estética de Hume está muy ligada a su teoría sobre la ética, ya que para él tanto los juicios morales sobre el bien como los juicios estéticos sobre la belleza, se basan en el sentimiento que crean en nosotros las acciones y obras.

Visto así, tanto la ética como la estética en el ser humano se basan en las sensaciones, la emoción y los sentimientos. Del mismo modo que el bien y la belleza de las acciones y las obras nos generan un sentimiento de placer, del mismo modo, la maldad y la fealdad generan un sentimiento de dolor.

Visto de este modo, la esencia de la belleza sería el sentimiento de placer que se genera en nuestro interior. Hume dice que la belleza de las cosas existe en el espíritu que las contempla.

Hay un fragmento en el tratado sobre la naturaleza humana de Hume que explicaría todo esto, y dice así:

“Si consideramos todas las hipótesis que ha elaborado la filosofía, o bien la razón común, para explicar la diferencia entre la belleza y la deformidad, encontraremos que todas se exponen como sigue: que la belleza constituye un orden y una construcción de partes tal que, sea por la constitución primigenia de nuestra naturaleza, o por la costumbre o el capricho, puede dar placer y satisfacción al alma. Éste es e carácter distintivo de la belleza y representa toda la diferencia entre ella misma y la deformidad, cuya tendencia natural es producir inquietud. El dolor y el placer, por consiguiente, no sólo son acompañantes necesarios de la belleza y de la deformidad, sino que constituyen su esencia misma… La belleza, como el ingenio, no se puede definir, sino que se discierne por medio del gusto o la sensación”.

La belleza por tanto es una cuestión personal, una interpretación propia que cada cual hace sobre los hechos, las obras o las acciones. Por tanto la estética de Hume es un ejemplo de subjetivismo (ya que la belleza depende de una valoración personal, de unas sensaciones y unos sentimientos individuales.

Es por eso que entre un millas de opiniones distintas que puedan mantener diferentes hombres sobre una misma cuestión hay una, que sea la exacta y verdadera, y la única dificultad reside en averiguarla y determinarla. Por el contrario, un millar de sentimientos diferentes, motivados por el mismo objeto, serán todos ellos correctos, porque ninguno de los sentimientos representa o que realmente hay en el objeto. Sólo señala una cierta conformidad o relación entre el objeto y los órganos o facultades de la mente. Y si esa conformidad no existiera, el sentimiento nunca podría haber existido. La belleza no es una cualidad de las cosas mismas; existe sólo en la mente que las contempla, y cada mente percibe una belleza diferente. Por ejemplo, una persona puede percibir uniformidad donde otros perciben belleza.

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