El Circo Embrujado

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“EL CIRCO EMBRUJADO”

Nombres                : Italo Ibaceta

                                                      Sebastián Córdova Quijada

Curso                        : 6°B        

Asignatura                : Filosofía

Fecha de Entrega        : Martes, 14 de junio del 2016

Autores                : Italo Ibaceta-Sebastian Cordova

El Circo Embrujado

Érase una vez en un circo común y corriente en las afueras de la ciudad donde vivían muchos animalitos, en el día el circo funcionaba de maravilla, pero en la noche se escuchaban muchos ruidos extraños, la gente decía que cada vez que llegaba la noche se estremecía el lugar con gritos de un niño pidiendo auxilio, eran ruidos de un niño más o menos de 7 años que gritaba y chillaba.

Marta la mamá de Daniel vivía al frente del circo donde cada noche escucha los mismos ruidos; pero esta noche sería diferente, el viejo loco de la villa quién era un mendigo maloliente llegó a casa de Marta diciéndole que en el circo habita un fantasma, por lo tanto, debía tener mucho cuidado al acercase a ese lugar.  Daniel desde su dormitorio escucho al viejo loco y quedo asombrado.

Al otro día en el colegio Daniel se reunió con sus amigos Ítalo, Sebastián y Fernando para contarles que llego un viejo loco a su casa, diciendo que habitaba un fantasma en el circo.  

Sus amigos quedaron sorprendidos con la novedad, a raíz de eso a él se le ocurrió una idea, organizar un plan para investigar que pasa en el circo, dicho plan de era tan espectacular como ganarse el loto.

Daniel le conto a Fernando que su papá tenía una cámara ideal para ver en la oscuridad y así poder grabar al fantasma, a Fernando le gustó la idea, por lo cual, le pediría la cámara nueva a su papá para así investigar el misterio del fantasma del circo.

Cuando el plan está listo, decidieron juntarse a la media noche he ir a investigar que ocurría verdaderamente en el lugar.

 El problema más inmediato del espectacular plan sería como escabullirse de sus casas sin que sus padres se dieran cuenta.

Al solucionarlo les llego la noche, cada uno en sus respectivas casas y en sus respectivos dormitorios se fueron a dormir, colocaron las almohadas en la cama fingiendo ser ellos, sólo así engañarían a sus padres y pudieron escapar por sus ventanas como aves.

Llegaron al circo entraron cuidadosamente sin que nadie los viera, la idea era no despertar sospechas, instalaron las cámaras en las jaulas.

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