El Contrato Social

El ensayo que a continuación desarrollaré consiste en el análisis de la obra El Contrato Social escrita por Juan Jacobo Rouseeau. Considero que esta obra es de gran valor ya que tiene una gran similitud con las realidades de hoy en día.

Si bien la búsqueda de Rouseaau era encontrar las condiciones de existencia auténticas de toda sociedad, podemos notar que no habido mucho cambio en dicha búsqueda, cambios de escenarios y de fechas si los hay y los habrá pero la transparencia y legitimidad de las personas que tienen poder sobre una sociedad no es un acto que se presente en las sociedades de hoy en día, respecto a la función que debe ejercer el pacto de la sociedad en conjunto de un cuerpo facultado que tenga como objetivo la voluntad general, para la tranquilidad de los ciudadanos y los intereses que tienen en común.

Ésta obra propone establecer un contrato político que funcione en todo Estado por el cual cada ciudadano pone todo su poder y su persona bajo la dirección de una voluntad general guiada por un Supremo, pasando a ser una parte indivisible enfocada en la libertad e igualdad de los hombres.

Nos habla del estado originario del hombre afirmando que la familia surge como el primer modelo de sociedad política. La familia es el primer núcleo de una sociedad, formada por ideas políticas enfatizadas a los hijos e integrantes de dicho núcleo. Se toma a la familia como una base principal de la sociedad.

Hablando sobre la vida y la libertad, nadie tiene derecho a decidir quien vive y quien no, ya que todos tenemos el derecho a la vida. No se tiene tampoco el derecho a dar muerte porque el hombre es merecedor de la libertad a la vida, buscando constantemente que la justicia gobierne sobre él. En la actualidad, este derecho pocas veces es respetado, principalmente en los gobiernos de algunos países, frecuentemente se nos quita ese derecho al ser víctima de algún intento de robo que termina en muerte o cuando las fuerzas militares hacen uso de sus armas para quitarle la vida a algún ciudadano. La búsqueda de muchas organizaciones es poner un alto a la guerra entre militares y grupos armados, ya que en esos enfrentamientos mucha gente pierde la vida, como lo menciona El Contrato Social: “No hay malvado que no pueda hacer alguna cosa buena. No se tiene derecho a dar muerte, ni para ejemplo, sino a quien no pueda dejar vivir sin peligro”.

Este libro explica cómo la libertad es un derecho sumamente importante, el cual no se respeta desde el momento en el que se le priva a alguien de su libertad, como en los casos de secuestro, donde las personas se convierten en un objeto de negociación cuando claramente sabemos que la libertad es un derecho de todos. Y no solo hablamos de libertad física, sino también de libertad de expresión, de sentimientos y pensamientos. La libertad puede entenderse como una filosofía de vida que recae en la salud física y mental, residiendo en la capacidad ilimitada de elección. Si bien es lícito aspirar a cotas de libertad cada vez más altas, lo cierto es que las influencias internas y externas que rodean al ser humano, limitan su capacidad hasta el punto de que no es posible hablar de libertad en términos absolutos. Podemos realizar aspiraciones, como un mejor nivel de vida, un lugar adecuado para vivir, una educación de calidad, etc. Pero estos son los efectos de la libertad, más no la libertad misma.

Otra parte esencial es el concepto de soberanía, entendiéndose por voluntad general, la cual es intransferible pues no se delega y es indivisible pues no hay división de poderes. Para Rousseau, el soberano es el pueblo; sin embargo, cada ciudadano es soberano y súbdito al mismo tiempo, ya que contribuye a la creación de la autoridad, por lo tanto forma parte de ella, pero también se encuentra sometido a esta misma autoridad y está obligado a obedecerla. De este modo se establece la soberanía popular y la libertad individual, porque al hacer contrato con la comunidad, cada individuo está realizando también un contrato consigo mismo, por lo tanto, al obedecer a la “voluntad general”, está siguiendo su propia voluntad. La violación de la soberanía de un país puede tener consecuencias trágicas como el inicio de un conflicto agresivo. Así también se le da un deber primordial al Estado, que no es el de abusar de su poder a través de los gobiernos sino más bien el de garantizar y proteger ese interés común en oportunidades igualitarias, ya que no son mandados por un individuo en específico, sino que reciben las órdenes de un sujeto indistinto, representante de la voluntad general.

El autor considera también dos causas principales por las cuales un gobierno puede corromperse. La primera dice “…cuando el príncipe no administra el Estado de acuerdo con las leyes y usurpa el poder soberano…”, dando a entender que las leyes que fueron hechas para ser respetadas y cumplidas pasan inadvertidas por algunos gobiernos que solo dirigen no por la ley que rige a todos los ciudadanos sino por las leyes que se establecieron supuestamente para la convivencia y el beneficio de unos pocos, dejando sin protección a lo que debería ser su prioridad: el bien común, el respeto a la voluntad general y el servir a sus gobernados.

La segunda causa dice: “…cuando los miembros del gobierno usurpan por separado el poder que deben ejercer en conjunto, infracción de las leyes no menor y que producen desordenes mayores…” traduciendo que los miembros del gobierno hacen caso

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