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El Contrato Social


Enviado por   •  16 de Abril de 2015  •  8.593 Palabras (35 Páginas)  •  158 Visitas

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Resumen de “El contrato social”

Jean-Jacques Rousseau (1712 – 1780)

Introducción

Del autor.

Libro primero

Libro segundo

Libro tercero

Libro cuarto

Apéndice

Opinión final sobre la obra

Vocabulario

RESUMEN DEL LIBRO

Jean-Jacques Rousseau

EL CONTRATO SOCIAL

Direc. Colección. José C. Garrote

Titulo original DU CONTRAT SOCIAL 1962

© traducción: Dr. Doppelheim

© Introducción: Pedro Donoso

© Diseño de cubierta: Kazimir Malevich, “Pintura suprematista”, 1915

© De la colección: Proyectos Ánfora, S. L., 2001

© De la Edición: JORGE A. MESTAS, Ediciones Escolares, S.L. Av. De Guadalix, 103, 28120 Algete (Madrid), TEL. 916221294, FAX. 918857511

e- jamestas@arrakis.es

ISBN: 84-95311-72-0,

Dep. legal: M. 30573-2001

Impreso en España por,. Cofás, S.A.

28936 Móstoles – Madrid

MESTAS EDICIONES.

INTRODUCCIÓN

“La marcha de la razón entusiasma a los hombres de conocimiento que alcanzan a vislumbrar un fin superior en el horizonte histórico, a medida que arrean esta caravana de la inteligencia. Pero en esta época de grandes pensadores, de hombres encumbrados sobre los hombros de gigantes aparece una voz discordante, un espíritu luminoso pero huraño, un sujeto clarividente en sus intensiones aunque atrapado, al mismo tiempo , en un agrio pesimismo histórico. Con igual lucidez que sus contemporáneos, Jean-jacques Rousseau, <el maestro de la paradoja>, tantea el camino racional del que desconfía, sospechoso de las posibilidades de culminar con éxito la carrera del saber. En pugna con Diderot, Voltaire y otros hombres de sus días, Rosseau lucha con igual furor por liberar a los hombres en su ejercicio político e intelectual.” “... no siempre espera ver una culminación particularmente <luminosa> del elevado proyecto de la razón.” “¿hasta qué punto el conocimiento nos ha hecho más libres?” “Qué bondades entraña esta emancipación mediante el uso de la inteligencia?”

No es de mi potestad el acortar tanta sapiencia filosófica que anida de forma natural en ésta excelente obra, que transciende hasta nuestros días como luz que alumbra en este mundo de globalización hastiante, como un objeto – lugar donde se pueda filosofar de la vida, en sus bienes jurídicos esenciales de todo estado y este es sin duda trata muy bien de los bienes jurídicos de la humanidad. La libertad, asunto esencial, por medio del cual Jean-Jacques Rousseau (JJR) inicia sus paradojas para dar respuesta a la identificación de la voluntad individual (el libre albedrío) con la voluntad general. La libertad individual que emana de la voluntad general es el de ser libre. Para JJR la libertad no es sinónimo de ausencia de restricciones, es mejor el ejercicio de imponerse las propias reglas. Tampoco es escoger entre ser libre o estar sometido a la ley, entonces la ley existe para permitir la libertad. “las leyes no son otra cosa, que las condiciones de la asociación civil. El pueblo sometido a las leyes debe ser el autor de las mismas” (JJR)

Asunto muy personal, es que existen lecturas donde desde la primera palabra, llena, satisface y te hace sentir que creces, que avizoras nuevos campos ricos en el saber, el tiempo de lectura es entonces un placer, un mangar que necesitan nuestros sentidos para mejorar su contundencia y fiabilidad. Fiabilidad y contundencia que indudablemente ha de necesitarse en cualquier instante de nuestra pasajera vida, por ello me permito cumplir con la misión de tratar de resumir esta obra desde mi punto de vista muy personal.

DEL AUTOR.

En la ciudad independiente de Ginebra, hijo de un artesano relojero y de una dama perteneciente a la elite local, nació el 28 de junio de 1712 JEAN-JACQUES ROUSSEAU, en esos días la cuidad de Ginebra estaba amurallada sobre una colina, dominada por el espíritu republicano y la fe puritana. La familia de Rosseau en un primer momento pertenecía a la cima de la sociedad, a la muerte temprana de su madre ello cambio drásticamente, llegando este estatus hasta las esferas mas bajas de la sociedad ginebrina, su padre tuvo que abandonar la ciudad de ginebra, por una asunto de un duelo frustrado por que el oponente no le tuvo como digno por pertenecer éste a una clase inferior, es cuando Rousseau queda al cuidado y educación su tío el coronel Bernard, quien lo envía con su primo Abraham a un internado Calvinista, al término de estos estudios, Rousseau se convierte en aprendiz de grabador en uno de los barrios proletarios de la ciudad, mientras que su primo emprendía la carrera de oficial de ejercito, encontrándose Rousseau nuevamente enfrentado a las desigualdades de la sociedad. En Turin Rousseau cambia su fe protestante a la católica, para poder trabajar como asistente y secretario del abad de Gouvon, es con él que empieza apreciar la literatura. A los 27 años de edad Rousseau. Decide partir a Lyon donde conoce a algunas mentes importantes de la era de las Luces, conoce a el abad de Condillac (Etienne Bonnot de C.), filósofo seguidor de Locke, con el abad de Mably (Gabriel Bonnot de M.) uno de los precursores del socialismo. Al visitar parís hizo amistad con el futuro enciclopedista y filósofo, Dennis Diderot (1713-1784). Es secretario del embajador francés en Venecia, pero luego de más de un año de servicio es echado a la calle en forma indigna, de tal hecho saca dos lecciones de provecho. En primer lugar, su conocimiento de la república veneciana le daría una noción embrionaria, desarrollada luego en El Contrato Social. En segundo lugar, la familiarización con la ópera italiana determinará su suerte en los años subsecuentes en sus postulados por renovar la lírica en Francia.

Regresa a parís en 1745 con gloría que quería, es recibido como secretario en el palacio de la acaudalada familia Dupin, Rousseau aquí encuentra la calma para componer algunas piezas de música, y comienza su primeras colaboraciones para la Enciclopedia de Diderot, hasta aquí ya era una figura conocida en el ambiente intelectual de sus días.

En 1749 redacta su primera obra para un concurso que organizara el periódico el Mercure de France, con su “Discurso sobre las artes y las ciencias” En él, debate brillantemente la idea propuesta, de que si acaso el progreso científico e intelectual ha influido en forma positiva o negativa en el desarrollo de la humanidad, con su respuesta de que lo que se busca el avance científico no es el bien común sino la exaltación del “amour-prope” , Rousseau, gana el concurso con el cual es reconocido con mayor respeto por sus pares, es aquí el punto de partida para lo

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