El Juego En El Paradigma Psicoanalitico

Al juego se le tiene como un proveedor de vínculos de comunicación en el cual tanto el maestro como el alumno pueden enriquecer y coadyuvar el proceso educativo sobre todo viendo el juego como un espacio de comunicación.

Otra forma de ver el juego es como un espacio donde el maestro no debe inmiscuirse demasiado para así darle un espacio para la resolución de conflictos.

Lectura: la casa del espejo

Esta lectura muestra como los niños perciben las cosas y las descubren por medio del juego, en el caso de licia ningún adulto intervino en su entrada a la fantasía que fue provocada por el fenómeno de la percepción inversa que causan a nuestra vista los espejos y a su gran imaginación.

Lectura: dimensión lúdrica y génesis de la relación.

Angela Perucca Paparella analiza el mundo psicológico interno del niño así como su mundo externo formado por relaciones y sucesos.

1.- relación distancia y significación.

Cada persona y en especial el niño deben aprender a satisfacer sus necesidades y expresar sus emociones sin contrariar el contexto que los rodea.

El gran deseo de la infancia es que el mundo que nos rodea cambia de acuerdo con nuestras exigencias.

Al afrontarse a os problemas el niño suele armarse un mundo de fantasías que muy a menudo lo gratifica y llena necesidades además de ser significados atribuibles a la realidad.

Por ejemplo la madre sustituta.

Para poder interactuar con los demás debemos delimitar con anterioridad el yo. Esta construcción de uno mismo implica la delimitación identificación y definición de lo que es el otro y acorde a esto usar las potencialidades personales que acrecen en le personalidad o capacidad del otro sujeto.

En la educación existe la necesidad de evitar crear a un alumno pasivo que solamente usa las capacidades de los demás pero no interviene con las suyas propias.

La distancia significa esa brecha entre la personalidad y capacidad única de otra persona y la nuestra marcada por la cultura, tiempo, valores, experiencia e historia.

El compartir y construir experiencias no quiere decir fusionar esos dos universos personales más bien un acuerdo entre ellos para solucionar un problema o salir de una situación.

En la educación esta relación de acuerdo no puede ser manejada de manera únicamente objetiva por el maestro quien debe tener en cuenta las vivencias, elaboraciones cognitivas, construcciones simbólicas y las orientaciones de cada quien.

El niño debe aprender a combinar el plano interior (uno mismo) y el exterior (los demás) mientras que el maestro debe interesarse y trabajar el exterior en base a su plano interno.

Para esto no debemos quitarle el espacio al niño intentado que crea solo lo que nosotros queremos que crea, comandando todas sus opciones y programando sus aprendizajes sin tener en cuenta su mundo interno poco formado

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