El Principe
Enviado por snashiletter • 9 de Junio de 2015 • 1.406 Palabras (6 Páginas) • 153 Visitas
Introducción:
El libro “El príncipe” es un ejemplo de cómo debe gobernar la persona que está a cargo de un país o un estado. Es un libro de consejos políticos que muchos de los presidentes a nivel mundial deberían de tomar en cuenta.
Lo único malo de este cuento es que no puede ser aplicado en la política actual y no es actualizado constantemente.
Indice:
Pag 1: Portada.
Pag 2: Introducción.
Pag 3: Índice.
Pag 4-9: Desarrollo.
Pag 10: Conclusión.
Desarrollo:
CAPITULO 1:
Existen dos clases de principados:
a) Los hereditarios: cuando una misma familia ha reinado en ellos largo tiempo.
b) Los nuevos: los dominios se adquieren por las armas propias o por las ajenas, por la suerte o por la virtud.
CAPITULO 2:
Es más fácil conservar un estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo, ya que altera el orden establecido por los príncipes anteriores.
CAPITULO 3:
Si un reino es de mayor antigüedad se conservara por que en este se habla la misma lengua y se rige la misma providencia.
En cambio si es nueva adquisición y este contiene la misma lengua pero diferente costumbre se extinguirá.
CAPITULO 4:
Este capitulo habla de las clases de “asistentes” que un príncipe debe poseer, hay 2 tipos:
a) Los elegidos por gracia y concesión: aconsejan al príncipe y los asistentes
b) Barones: su privilegio resulta en el prestigio militar.
CAPITULO 5:
Este capitulo trata de la manera de gobernar un territorio de ajenas o recientes costumbres. Maquiavelo propone arruinarlos o mudarse a dichos territorios, también recomienda permitir o modificar sus leyes.
CAPITULO 6:
Los principados nuevos que se adquieren por las armas propias y el talento personal:
El príncipe debe mantener su carácter demostrar las armas que le eran propias así conquistara el territorio y lo sumara a su reino.
CAPITULO 7:
Armas y fortuna de otros:
Es el caso de aquellos que ascienden al principado gracias a la fortuna y a las armas prestadas. Maquiavelo considera que no es buen augurio llegar a un reino en condiciones adversas.
CAPITULO 8:
Los que llegan al principado mediante crímenes:
Los que llegan al principado por el uso de la maldad podrán alcanzar el dominio más nunca la gloria. Pero cabe señalar que estos lograron un titulo monárquico por su actitud temeraria e imponente.
CAPITULO 9:
Un civil puede llegar a ser un principado de 2 maneras; por el uso de la maldad, arriba explicado o por la aprobación y promoción directa de sus conciudadanos. Aquí no se necesita del valor o la fortuna sino de una astuta combinación de ambas.
CAPITULO 10:
Como debe medirse la fuerza de todos los principados: examinar la naturaleza de los principados y saber si posee un estado tal que pueda, en caso necesario, sostenerse por si mismo, o si tiene, en tal caso, que recurrir a la ayuda de otros.
CAPITULO 11:
Las dificultades de los principados eclesiásticos existen desde antes de poseerlos, se adquieren con valor o con suerte y se mantienen sin nada de esto dado a que se apoyan en instituciones religiosas.
CAPITULO 12:
Trata de las distintas clases de milicias y soldados mercenarios. Los cimientos para los estados nuevos, antiguos o mixtos, sonlas buenas leyes y las buenas tropas.
CAPITULO 13:
Los soldados auxiliares, mixtos y propios:
Los auxiliares piden un príncipe poderoso para que nos socorra y defienda. Los ejércitos de Francia son mixtos, dado que componen tropas mercenarias y propias y, en conjunto, son mucho mejores.
CAPITULO 14:
Los deberes de un príncipe para con la milicia.
En lo único que debe pensar un príncipe es en el arte de la guerra pues es lo único que compete a quien manda. Por lo que el príncipe no entiende los asuntos de la milicia, no puede ser estimado por sus soldados.
CAPITULO 15:
No rodearse de gente de dudosa integridad, generalmente, las obras buenas del monarca se ven entorpecidas por incapaces asistentes.
Es importante decir que un príncipe no debe ser bueno en ciertos casos, a menudo la mano dura es necesaria para infundir respeto al monarca.
CAPITULO 16:
La liberalidad y la avaricia.
Un príncipe debe ser liberal en proporción a la temeridad que
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