El Tiempo En San Agustin

Antes de que Dios creara el universo, tampoco había tiempo. Así que es necio preguntarnos qué hacia Dios antes de la creación, ya que no había tiempo. El tiempo, pues, fue creado por Dios; y en cuanto es creado por Éste no puede ser eterno, dice san Agustín.

Pero ¿Qué es el tiempo? Para san Agustín es algo complicado de explicar, pero lo que tiene seguro es que “[…] si nada pasase no habría pasado, si nada sucediese no habría futuro y si nada existiese no habría presente.” (San Agustín: 75). Sin embargo ¿Cómo puede existir el pasado si ya no es, o el futuro si todavía no es? O incluso ¿Cómo decir que el tiempo mismo existe si el presente siempre tiende al no ser ya que pasa del futuro al pasado? No obstante medimos el tiempo y decimos que aquello que va a pasar tendrá un tiempo largo o que aquello que sucedió tuvo un tiempo breve. San Agustín entonces empieza a analizar qué es el pasado y el futuro. Cuando decimos que un tiempo fue breve o largo no hablamos del pasado en sí, el cual no existe, sino de ese tiempo en cuanto fue presente. De aquí que no es correcto decir que el pasado fue largo o breve, sino que el presente de aquel hecho que pasó era breve o largo. De aquí el de Tagaste analiza que es el presente. Si el presente fue largo, digamos, un mes, en realidad ese no sería el presente ya que un mes se puede dividir en días. Empero estos también se pueden dividir en horas y así sucesivamente hasta llegar a un punto indivisible, que es para san Agustín el presente. Pero el presente, que es tan fugaz, parece no existir, ya que pasa muy rápido del futuro al pasado. El presente no tiene espacio. De la misma manera que el pasado, el futuro no puede ser largo o breve, ya que cuando suceda será presente y este es fugaz, concluye el de Hipona.

Sin embargo san Agustín se pregunta aún si el pasado y el futuro de verdad existen. Y concluye que sí, pero que están expresados, lingüísticamente, mal. Efectivamente la gente cuenta o narra las cosas que sucedieron, no narran cosas falsas. Al igual que aquellos que ven el futuro, porque, dice el de Hipona, de alguna manera se puede ver lo que no es como por ejemplo decir que va amanecer. Así el pasado y el futuro existen. Sin embargo no vemos el pasado y el futuro en sí, sino imágenes que sucedieron, y que se implantaron en nuestra alma. De esta manera vemos el presente de las cosas pasadas (la memoria) y el presente de las cosas futuras (expectación), y nos dice el de Hipona que así deberían ser llamados los tres tiempos: los dos anteriores y el presente de las cosas presentes (visión). Así concluye san Agustín, que el tiempo existe y se divide en tres.

Ahora bien ¿cómo medimos el tiempo? Empieza el filósofo de Tagaste diciendo que el tiempo no se puede medir porque no se puede medir lo que aún no es (futuro), o lo que es porque no hay espacio (presente) ni lo que ya no es (pasado). No obstante medimos el tiempo, decimos

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