El deseo de trascendencia

INTRODUCCIÓN.

El ser-trascendente es una temática compleja, fundamentada a partir de lo teleológico, lo ontológico y lo axiológico de la naturaleza humana. La averiguación de la trascendencia, es una necesidad natural del ser humano consciente en dejar un legado o unas huellas a ser seguidas. Esta herencia, educación o camino, posibilita el perfeccionamiento consciente e independiente de su ser-holístico. El ser humano sabe que es un ser limitado en lo biológico, no obstante, busca en su integralidad holística el ser trascendente. Su historia personal y ecosocial, busca su perfeccionamiento trascendente por medio de su conciencia, de su dignidad y de su independencia. Lo racional y emocional del ser, se proyecta como una alternativa de averiguación del Trascendente y de la trascendencia, para poder hacer superar de esta forma, la finitud de su ser y de su realidad terrena. En cada cultura y religión, los humanos han predeterminado senderos, normas y métodos de conseguir la trascendencia.

 La vía más natural, se hace por medio de la procreación (trasmisión genotípica y fenotípica); así como, el sentirse protagonista de una historia y la obra biográfica de su porvenir en instantes y entornos determinados.

Hay personas que van por la vida sin cuestionarse nada de lo cual realizan ni de lo que sucede a su alrededor, y que solamente saltan de la vida a el deceso apenas sobreviviendo al día adía. Empero además hay esos que no solamente ven el horizonte cercano, sino que ven más allá, que buscan que cada acción tenga un eco en su vida, en el planeta, en su círculo, con aquellas personas las que hacen que el planeta gire, ya que ya sea una pequeña acción, inclusive el aleteo de una mariposa puede modificar el rumbo de las cosas. " es por esto que en las siguientes líneas se analizará cuál es el motivo que impulsa el quiero de trascender en el ser humano.

EL DESEO DE TRANSCENDER.

La inquietud por el deceso fue un problema constante para los humanos a partir de los principios de la raza humana y por esto ha motivado el estudio de las diversas escuelas de pensamiento filosófico y de una enorme pluralidad de representantes de las mismas, durante toda la historia del desarrollo de esta disciplina. A pesar de la diversidad de enfoques en medio de las corrientes filosóficas, el deceso fue concebida casi en cada una de ellas, como una carga negativa para los humanos.

cuando comprendemos la vida y sabemos lo que somos y nuestro papel en ella, además comprendemos el valor y limitación de todas nuestras propias actividades y lo más duro de confrontar, que nada es para toda la vida. Prevemos un fi: el deceso, luego del deceso, poco entendemos o más bien, nada poseemos cien por ciento confirmado. Es por esto que sentimos que nuestro paso por la vida tiene que ser lo más importante viable para que valga la pena.

Es posible que una vez que empezamos a crecer y a ser conscientes de nuestras propias actividades, no somos capaces de entender el valor de las cosas, pues a9n no estamos lo suficientemente maduros para darnos cuenta de que hay alguien más afuera con necesidades, sentimientos y emociones además de nosotros mismos.

Con forme vamos creciendo, una vez que vamos construyendo lazos interpersonales, en especial una vez que creamos una familia y sabemos la responsabilidad de compartir con otra persona o de trascender a nosotros mediante la construcción de una totalmente nueva vida que no únicamente es aquello, sino que también conlleva educar y conformar a alguien más, es una vez que nace en nosotros mismos el quiero de trascendencia, no sólo que quede nuestro legado o apellido, sino que emergen las triunfas de de4ar un poco bastante más de nosotros mismos, algo más profundo; nuestra esencia. Querer que nuestros propios hijos tengan nuestros propios valores y principios, que sean justos, que sean íntegros y que todos dichos valores se sigan transmitiendo por medio de las generaciones que siguen luego de nosotros mismos.

Bastantes personas se enfocan en algo bastante céntrico como un núcleo familiar, empero hay quienes van más allá y que son capaces de sacrificar todo por dejar un legado al mundo. De eso poseemos e4emplos de individuos como Gandhi, La Mamá Teresa de Calcuta o Nelson Mandela.

Generalmente, los enormes trascendentales antropológicos se basan en temas como la vida, la intimidad, la sabiduría, la conciencia y la independencia, permanecen abiertos y ordenados al ser y en presencia del sí-mismo, a la espiritualidad de ser. Dichos trascendentales se conforman de por sí, en concepciones que van más allá, que trascienden de lo material a lo inmaterial, como mecanismos de superación de las restricciones y exigencias de lo material de la cotidianidad, por la espiritualidad, en sentido extenso del vocablo. Ello da un camino de perfección del ser material y generalmente, de lo cual cada uno es en sí-mismo. Tal y como se verá, hay distintas maneras o medios de querer trascender al tiempo y al espacio en el cual vivimos, empero no es fundamento de meditación en este instante. La clave es la aprehensión objetiva del ser-lo-que-es, de ser-activamente-en-el-mundo y de las cosas-que-le rodean. En otros términos, del ejercicio acreedor y independiente de su ser en el planeta, de la capacidad consciente de hacer o poder transformar-algo en beneficio personal y de los otros o, de mejorar sus actos alguna vez de su historia, no solamente de forma restitutiva o reconciliadora de su biografía. Este proceso del ser-ético se consigue por medio de la ejecución o conquista de bienes o valores éticos, de reacciones humanas, de conocimientos y creencias, como aprehensión del ser propio (conciencia), del ser de las cosas (inteligencia), por medio de la independencia que le confiere su bien-ser, su bien-estar y bien-hacer. En este breve caminar, la vida es un criterio ambiguo y clave en las especialidades del saber humano, debido a que, a partir del razonamiento y el raciocinio, está establecido su horizonte de alusión para el filósofo. La vida surge como opuesta a el deceso, probablemente este término como el “amor”, es más próximo con la concepción teológica de persona y sus vínculos de amor en el Espíritu, en la sana convivencia y el servicio solidario y fraternal vivida por los seres vivos. Tal, el papel de todo seguidor de la ideología cristiana es adorar, dar-se al otro en reciprocidad de todos como sociedad de vida y de cada uno como persona. Y que hoy fue aceptada por las ancestrales creencias como fundamento de la vida humana.

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