El problema del ser

PORTADA

INTRODUCCION

En este apartado se podrá observar un resumen de una de sus obras de Martin Heidegger, considerado uno de los filósofos más importantes del siglo XX, conocido por su trabajo en el campo del existencialismo y la fenomenología.

Novelistas, escultores, arquitectos y muchos más han hallado en este filósofo un lenguaje rico y un pensamiento original y extraordinario. Entre sus obras más importantes están: Ser y tiempo, Los problemas fundamentales de la fenomenología, Arte y poesía, Introducción a la filosofía. De camino al habla y muchos otros.  

En este proyecto se tomará en cuenta uno de sus libros, Ser y tiempo, que argumenta que la experiencia del Ser es fundamentalmente diferente de la experiencia de los objetos. Las ideas de Heidegger tuvieron una profunda influencia en la filosofía, la teología y la literatura.

ÍNDICE

Introducción

El problema del ser

Cyrano

Conclusión  

El problema del ser (Ser en el mundo, Ser autentico)

El llamado “problema del ser” consistía, para Heidegger, en el problema del fundamento de la filosofía. La cuestión del lenguaje está íntimamente relacionada con el problema del ser. ¿Qué significa eso? Para Heidegger uno de los obstáculos por los que ha surgido la confusión que mencionamos, tiene que ver con el lenguaje que utilizamos al hablar sobre el ser. Es decir, por lo general se ha tomado al ser como una cosa que causa la existencia de las demás cosas. Heidegger hizo un recorrido por la historia de la filosofía y concluyó que, si bien el ser es la causa de todo lo que existe, el ser no es una cosa.

Lo que opina Heidegger fue buscar el fundamento más allá de cualquier cosa. Según este autor, esto es una equivocación, porque si fuera así, entonces podremos preguntar por la causa del ser y se haría un cuento de nunca acabar. El punto importante de la autenticidad es que despierta la conciencia de que el ser que experimento en la vida cotidiana, en el mundo del día a día, es mi propio ser.

Heidegger mostro la dificultad de hablar sobre el ser sin que de inmediato nos referimos a el como si fuera un objeto. Veamos en qué consiste su análisis. Todo el pensamiento de Heidegger - es un intento de romper la confusión que ha tomado al ser en general como una cosa o un objeto, un ente. Así, la existencia, al menos en la manera en que la vivimos, es una decisión.

El ser autentico es alguien que es fiel así mismo, que se define a partir de sí mismo y que persigue sus posibilidades –es decir, el que está dispuesto a descubrir lo que puede ser y hacer-. Esto trajo como consecuencia una época en la que lo más importante era la interpretación. Esta es la primera característica del ser humano: comprender. Una posibilidad de hacerlo fue la poesía.

Esta es la tercera característica del ser humano: Hablar. Pues en el caso del ser humano, el contexto en el que siente comprende y habla es el mundo. Según Heidegger esto tiene que ver con que el lenguaje determina la manera en que comprendemos el mundo, los fenómenos, las situaciones y cualquier cosa a la que nos enfrentemos. Eso significa que lo que pienso es producto de como veo las cosas; más que tener razón, en el sentido de lo que pienso es la verdad, tengo una perspectiva, entre las cosas, sobre las cosas. Para Heidegger el comportamiento del ser humano es la posibilidad. ¿Recuerdas que dijimos que todo lo que descubrimos dentro de un contexto? Pero la autenticidad no es un estado que si se logra una vez ya que se mantiene por siempre.

El contexto está determinado por las relaciones que hay entre los lugares y las cosas y entre las personas. La única situación que podría frenar las posibilidades de la existencia es la muerte. Esto significa que el ser humano puede cambiar, decidir ser de una manera que quiera ser. Así, el ser humano tiene un rasgo más, que consiste en que es un ser-con otros. Por ello ha y que mantengamos atentos a las propias inquietudes ya los cambios; la autenticidad se construye con la reflexión y la autocrítica, de tal manera que todo lo que lleguemos a ser sea nuestra responsabilidad, que lo que logremos sea una creación propia. Este conjunto de características constituye lo que Heidegger llama el ser- en- el- mundo.

Cyrano

Siguiendo la tradición de las clásicas películas de MGM que rinden homenaje al romance lírica y visualmente, el galardonado director Joe Wright (El instante más oscuro, Anna Karenina, Expiación, más allá de la pasión, Orgullo y prejuicio) orquesta un estelar reparto que da vida en la gran pantalla a la épica historia de amor de CYRANO. Esta osada y novedosa adaptación, con guion de Erica Schmidt y rodada en impresionantes localizaciones de Italia, reinventa esta historia intemporal de ingenio, coraje y amor. La banda sonora y las canciones son de Bryce y Aaron Dessner, y de Matt Berninger y Carin Besser, del grupo The National. En el papel protagonista, Peter Dinklage (galardonado en los Emmy por su papel en Juego de tronos) confiere personalidad propia a este emblemático personaje.

Como hombre adelantado a su tiempo, Cyrano de Bergerac (interpretado por Peter Dinklage) deslumbra en cualquier enfrentamiento tanto con su afilado ingenio verbal como con su punzante espada en un duelo. Tan robusto como afable, hace gala de su galantería y siempre está dispuesto a aceptar un desafío. Excepto, eso sí, en asuntos del corazón; solo ahí lo que su amigo y camarada soldado de la venerada Guardia Real, Le Bret (Bashir Salahuddin de Un pequeño favor) describe como el «físico único» de Cyrano consigue inhibirlo.

No se atreve a declarar sus sentimientos por —y a— la luminosa Roxanne (Haley Bennett, de Hillbilly, una elegía rural), amante de la literatura y de agudo intelecto, que ha sido durante años amiga íntima de Cyrano. Lleva enamorado en secreto de ella toda su vida adulta, pero está convencido de que su apariencia lo hace indigno de su amor. Roxanne, a su vez, intenta manifestar un verdadero romance y ser dueña y señora de su futuro, y en su dominante y adinerado pretendiente, el poderoso Duque De Guiche (Ben Mendelsohn, de Capitán Marvel), no ve posibilidad de ninguna de las dos cosas.

Pero cuando Roxanne cruza su mirada con la de Christian (Kelvin Harrison Jr., de El juicio de los 7 de Chicago), un recluta recién llegado a las filas de la Guardia Real, es amor a primera vista. Christian es un tipo apuesto pero lleno de conflictos, brillante pero asolado por las dudas. Roxanne le suplica a Cyrano que le prometa que cuidará de Christian y lo protegerá. Y así lo hace Cyrano, que anima a Christian a cortejar a Roxanne con cartas de amor, descubriendo al instante que el joven necesitará servirse de la apasionada habilidad con la pluma de Cyrano. Prestándole así su ayuda, Cyrano podrá al fin expresar sus verdaderos sentimientos por Roxanne, aunque a través de otra persona; atrapado en un insospechado triángulo amoroso, encuentra su compleja situación tan dolorosamente amena como melancólicamente agridulce. Pero, pese a todo, se entrega a inspirar a Christian y a alentar el amor de Roxanne, mientras los tambores de guerra, hasta entonces distantes, retumban cada vez con más fuerza. Juntos a la par que separados, experimentarán las mieles de la felicidad, las simas de la desesperación y destinos más allá de los que cualquiera de ellos habría podido imaginar para sí, todo ello envolviendo a los espectadores de una sinfonía de palabras, música y belleza en CYRANO.

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