Ensayo Sobre El Compendio Humano De Locke

Pretendiendo dar una explicación y determinar el origen del entendimiento humano, John Locke concibe en un primer plano nuestra mente como rasa tabula1 es decir, carece de toda clase de ideas y nociones puesto que ellas se adquieren por medio de la experiencia y solo por la vía de los conocimientos empíricos el hombre adquiere su razón. Suponiendo que la mente está vacía de todo carácter innato, Locke plantea que los conocimientos solo pueden ser adquiridos por dos vías de saber: la sensación y la reflexión.

Es evidente, dice Locke, que el hombre, consciente de su corporeidad que se manifiesta en su mente por medio de los sentidos, desarrolla varias ideas que le permiten comprender y caracterizar su entorno, de esta forma nos hacemos con las ideas de rojo y de azul, de dulce y amargo y con cualquier otra de las percepciones que se producen en nosotros mediante la sensación. Por otro lado “La mente dándose cuenta de su propia operación sobre estas nuevas ideas, llega a tener ideas de esas mismas operaciones que tienen lugar sobre ella misma (la mente). Esta es la otra fuente de la ideas y esta la llamamos reflexión, y gracias a ellas tenemos las ideas de pensar, querer, razonar, dudar, etc.”2

Según Locke, es así como nuestra mente, a partir de estos dos orígenes adquiere ideas y percepciones con las cuales nuestro entendimiento se desarrolla según interactuemos con el entorno, sin estas dos vías de saber nuestra mente se verá desprovista de cualquier forma o idea3. Partiendo de esto Locke fundamenta sus argumentos aclarando: “primero, que siempre que a un hombre le falte alguno de sus sentidos, le faltaran de la misma forma las ideas pertenecientes a ese sentido. Segundo, se sigue que si se pudiese imaginar a un hombre carente de todos los sentidos, por tanto resulta obvio que este hombre carecerá de todas las ideas”4 demostrando que este hombre no tendrá ideas de sensación y por ello tampoco tendría ideas de reflexión dado que su mente no tendría ideas en las que emplearse.

En este sentido, ya que solamente son posibles en nuestra mente estas dos vías de saber, de sensación y reflexión, Locke establece que hay dos clases de ideas: simples y complejas, donde las ideas simples, invariables, como lo son el sabor dulce del azúcar, el color blanco del papel, etc. sirven como punto de partida para que nuestra mente pueda componer otras y hacer variedad de ideas denominando a este proceso como de las ideas complejas.

Omitiendo la enumeración de las ideas simples de cada sentido en particular, que para Locke en su Compendio del Ensayo sobre el entendimiento humano resulta ser bastante obvio, además porque la gran mayoría de ellas carece de nombre y en algunos casos denominaciones muy generales, observa que así como se presentan algunas ideas que son llevadas a la mente por un sentido, de esta manera es como el color lo percibe la vista, el sonido que es llevado a nuestra mente por los oídos, etc. Las hay también “ideas

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