Ensayo Sobre La Educación Como Violencia Simbolica

ENSAYO SOBRE LA EDUCACIÓN COMO VIOLENCIA SIMBOLICA: P. BORDIEU Y J.C. PARSON

Introducción.

Entendemos a la “Violencia Simbólica” por un concepto que desempeña un papel teórico central en la sociología, lo cual es definida como: “aquella forma de violencia que se ejerce sobre un agente social con la anuencia de éste” (Bordieu y Wacquant, 1995. p.120). Sin duda, la importancia del tema sobre la violencia simbólica puede considerarse como una constante del pensamiento de Pierre Bordieu a través de los años.

Él considera a la violencia simbólica como indispensable para explicar fenómenos aparentemente tan diferentes como la dominación personal en sociedades tradicionales o la dominación de clase en las sociedades avanzadas, las relaciones de dominación entre naciones (como en el imperialismo o el colonialismo) o la dominación masculina tanto en las sociedades primitivas como modernas. Colina, Escalante. Alicia. (2004).

Es una teoría axiomática en donde cada grupo de proposiciones comienza por un enunciado universal (por ejemplo "todo poder de violencia simbólica...") y termina en un enunciado particular, es decir, "en una formación social determinada". Toda sociedad se estructura como un sistema de relaciones de fuerza material entre las clases, y a partir de ellas se erige un sistema de relaciones de fuerza simbólica que refuerza y disimula las relaciones de fuerza material produciéndose y reproduciéndose la dominación y su legitimidad. En otras palabras, la dominación económica o violencia material ejercida por los grupos dominantes sobre los dominados, corresponde la violencia simbólica o dominación cultural.

Para esta teoría, la función de la educación es la reproducción de las desigualdades sociales (a través de la reproducción cultural) y que es ejercida por aquellos que poseen la fuerza material y la cultura a reproducir.

El trabajo de éste sociólogo es hacer ver y resaltar los rasgos que definen la estructura social del mundo, en el que esta históricamente situado. De ahí su tarea de mostrar ese mundo a través del develamiento de los microcosmos sociales o campos que lo “constituyen” haciendo equipo del capital específico disponible en estudios de caso, históricamente situados y datados, es decir construyendo el objeto de estudio empíricamente y no solo teóricamente. Para llegar a ello es necesario, hacer la crítica de del habitus escolástico que atraviesa toda la historia particular que tenga a la escuela.

Desarrollo

Pierre Bourdieu llama violencia simbólica, que él define como la capacidad de hacer caso omiso de la arbitrariedad de la producción simbólica, y por lo tanto para ser aceptado como legítimo, es de gran importancia en su análisis sociológico, nos habla también sobre los estudios de los fenómenos de campo, de la educación y la cultura, las llamadas “ciencias de la educación” constituye un campo científico.

Plantea que los asuntos de la educación no son independientes de los procesos de reproducción del orden social, propone colocar estos fenómenos en el interior de un espacio social estratégico, hace hincapié en la importancia de la diversidad cultural y simbólica.

Las estructuras objetivas constituyen el ambiente o las llamadas “condiciones materiales de existencia” pueden ser aprendidas y asociadas a un ambiente socialmente estructurado y los hábitus son al mismo tiempo productos y productores de las estructuras. Estos se definen como “sistemas de disposición duradera, ya que permite reflexionar de una manera interior como exterior.

Tenti, define al hábitus de la clase como “aquel sistema de disposiciones común a todos los productos de las mismas estructuras”. Para comprender como funciona la reproducción de lo social, incluso de sus estructuras de dominación, Bourdieu se vale de la noción de habitus y con ella intenta dar cuenta del modo por el que los agentes sociales encuentran al mundo como evidente en sí mismo, y, con ello, constituyen la relación de dominación de la que son parte.

La violencia simbólica funciona en la medida en que para su existencia y perduración cuenta con la anuencia, dice Bourdieu, de los agentes sociales. Para comprender este mecanismo, es necesario descartar la tradicional dicotomía entre coerción y autosometimiento, entre estructura y subjetividad, entre imposición exterior e impulso interior, entre conciencia verdadera y falsa. Y en esta tarea es ese concepto de habitus lo que nos permite entender un proceso mucho más complejo que la pura dominación o el mero voluntarismo.

Bourdieu mencionaba que la escuela ejerce una violencia simbólica sobre los alumnos. En medida que la violencia es aceptada como legitima, la cultura añade su propia fuerza a las relaciones de poder, contribuyendo a su reproducción sistemática.

Las representaciones, las nociones y las valoraciones ayudan a una adecuada comprensión, Bourdieu plantea que los asuntos de la educación no solo son independientes sino también de la sociedad en la que vivimos.

La sociología de la educación asume su rol especifico toda vez que se considera a sí misma como la ciencia de la reproducción cultural y la reproducción social (Bourdieu,

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