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Escuela De Los Misterios


Enviado por   •  16 de Noviembre de 2013  •  3.873 Palabras (16 Páginas)  •  635 Visitas

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LAS ESCUELAS DE MISTERIOS

Fermín Vale Amesti

Se entiende por Misterios, tanto en Egipto como en Grecia, la transmisión de una Tradición Iniciática cuya técnica o ascesis permite al Iniciado acceder a un Conocimiento Directo o Gnosis, mediante el cual el hombre se trasciende a sí mismo, abriéndose hacia su aspecto originario esencial, convirtiéndose de ese modo en un hombre nuevo, y pasando así, de mustes (uno que tiene los ojos cerrados) a epopta (el que ve las cosas tal como son). O lo que es lo mismo: pasa de los Misterios Menores a los Misterios Mayores.

Los Misterios de Iniciación, mediante los cuales el profano alcanzaba su “nacimiento” como Mustes o Neophito, consistían en ciertos Ritos reservados exclusivamente a los Iniciados, de carácter secreto y sagrado (hieros-logos); ceremonia por la cual, el recipiendario era liberado del “estado de profanidad” para renacer a la vida nueva de los Iniciados. Dicha ceremonia entre los griegos era llamada Telete, que significa “perfección”; es decir, “ceremonia por la cual se convierte en perfecto”. Los Misterios fueron practicados en Atenas hasta el siglo VIII; en otras partes de Grecia y Roma, por varios siglos después de nuestra Era, y en Gales y Escocia hasta el siglo XII.

“Anteriormente a los Misterios Griegos o Áticos, y antes de la llagada a Grecia de los pueblos indo-europeos que debían constituir los helenos o griegos, ya existían los Misterios. Sobre estos Misterios pre-helénicos conocidos ahora por la arqueología, los autores griegos han conservado algunas tradiciones: se trataría de los Pelasgos y de otros hombres, salidos de Asia menos, que enseñaban los Misterios inmediatamente antes de la época de Orfeo; Misterios transportados en una fecha anterior, de Arcadia a Samotracia y en Asia menor: Misterio Cretenses muy antiguos, fundamentalmente análogos a los de Eleusis”₁. Según O. Kern, Orphicorum Fragmenta₂: “Fueron los Misterios de Dionisios los que Orfeo llevó a Grecia”. Y Theodoret afirma:

“Los Teletes Dionisíacos y Panathenos y también los de Theomophoris y los Eleusinos, los llevó a Atenas Orfeo después de una viaje a Egipto, cambió los Misterios de Isis y Osiris en los de Dionisios: he aquí lo que enseñan Plutarco y Diodoro de Sicilia; el orador Demóstenes hace mención de ello y dice que Orfeo les mostró los más santos Teleres”₃.

La más importante Escuela de Misterios fue la de Isis y Osiris en Egipto; igualmente importantes fueron los Misterios de Mithra en Persia (supuestamente llevados de Egipto por Zaratustra), los Misterios Cabíricos en Tracia, los Misterios de Adonis en Siria, los Misterios Dionisíacos y los Misterios de Eleusis en Grecia. Existieron también lo Misterios Escandinavos entre las naciones Góticas y los Misterios Druídicos entre los Celtas, los Misterios Aztecas en México, etc.

Entre todos estos Misterios se encuentra una singular unidad de propósito y una pureza de Doctrina que evidencian su común origen. Sus Ceremonias de Iniciación, invariablemente celebran la muerte y resurrección de un ser o héroe muy especial. El Iniciado va de Telete en Telete alcanzando su perfeccionamiento, porque el objeto de los Misterios es la perfección del hombre, pero del hombre considerado “teléstico”, es decir, iniciable, perfectible, y tal perfección es preparada y realizada en la vida actual, aquí y

₁ Vícto Magnien: Les Mystères d’Eleusis, Payot, París, 1950.

₂ P. 27 y siguientes.

₃ Guerison des Malades Grecques, I, 21.

ahora, aprendiendo a “ morir” la muerte simbólica por la cual el hombre se libra de sus defectos e imperfecciones, y aprende a remontar hacia La Luz.

La Iniciación en los Pequeños Misterios constituye los preparativos de la enseñanza que “hace despojar al aspirante de su carácter salvaje”; es la etapa de catarsis o purificación que lo califica para la merecida recepción de la Myesis.

Calímaco, dirigiéndose a la diosa Artemisa le dice: “tú le quitas el ‘thumos’ salvaje; tú le quitas lo que había de salvaje en la fuerza de su corazón”. Artemisa, como “cazadora” igual que Diana, significa la subyugación, sojuzgamiento o doma de los bajos instintos (bestias) mediante los flechas del espíritu.

Allinus, el comentador de Platón, dice haciendo alusión a los Pequeños Misterios: “hace falta, primero, por una purificación, despertar e invocar las reflexiones sobre la naturaleza, purificarlas, enderezarlas y corregirlas como las que deben dirigir”.

Entre las diversas fases contempladas en la fiesta durante la cual se iniciaba a los Mystes ya escogidos, estaba la de la “purificación simbólica” en el mar: cada uno purificaba un pequeño puerco, que era luego sacrificado. El puerco era el símbolo del hombre caído, que se complace en el fango, o el símbolo del no-iniciado.

El progreso estaba subordinado a grados, y el candidato estaba sujeto a severas pruebas de valor, de carácter y disposición general para los Misterios.

Todos estos Misterios habían sido establecidos para conservar un Esoterismo que únicamente podría transmitirse a quienes habían sido ampliamente probados y preparados para ello, invariablemente bajo la reserva y el secreto, tanto para preservarlos de los profanos como para conservarlos libres de supersticiones, innovaciones y corrupciones provenientes del mundo exterior, conservándolos de ese modo, incontaminados, fieles a su origen y mantenidos muy alejados de la incomprensión, el irrespeto o la burla de los profanos.

Las Escuelas de Misterios eran verdaderos refugios de hombres con alto sentido de Virtud y de espiritualidad. Fue en estas Escuelas que los primeros Grandes Sabios y Legisladores de la antigüedad se formaron, y de estas fuentes de donde derivan su origen, directa o indirectamente, las Escuelas Iniciáticas que aún subsisten en nuestra época, como la Masonería, cuya conexión sucesional viene, entre otras fuentes, a través de los Colegios Romanos de Artífices (Collegia Artificum) y de los Arquitectos Dionisíacos. Estos últimos constituían la más célebre de las antiguas fraternidades de Arquitectos. Eran los custodios del secreto, conocimiento de la arquitectura, especialmente la Arquitectura Sagrada. Eran considerados como los Maestros de las Artes en el mundo de su época.

De acuerdo con John A. Weisse, “los Arquitectos Dionisíacos se establecieron alrededor del año 1000 A.C. Tenían medios de intercomunicación por todo el mundo conocido de entonces, y de ellos se derivaron muchas de las Guildas de los Constructores Viajeros de la Edad Media”₄.

Los miembros de la Fraternidad de Arquitectos Dionisíacos estaban unidos por

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