Estudiar el azar en la ciencia, es un tema que ayuda a explicar y describir los fenómenos científicos.

Martínez Acevedo Armando

“Filosofía de la ciencia”

La influencia del azar en la ciencia.

Introducción:

Estudiar el azar en la ciencia, es un tema que ayuda a explicar y describir los fenómenos científicos.

Se debe considerar que para reflexionar sobre este tema, se necesita mencionar diferentes representantes de movimientos ideológicos importantes que ayudaron a la sociedad científica a considerar el azar como un fundamento importante en ella.

Es por esto, que el presente trabajo, consiste en dar a conocer algunas ideas filosófico-ideológicas de diferentes representantesl de la ciencia, considerando el azar como parte de un hecho científico, pues como creía Robert Charles Darwin (1596), “Hasta aquí he hablado algunas veces como si las variaciones, tan comunes en los seres orgánicos en domesticidad, y en menor grado en los que se hallan en estado natural, fuesen debidas a la casualidad. Esto, por supuesto, es una expresión completamente incorrecta, pero sirve para confesar francamente nuestra ignorancia de las causas de cada variación particular.”

Contenido:

El concepto de azar, surge en la antigua Grecia, donde es mencionada como “accidente” (Aristóteles, 335a.C), pues Aristóteles lo describe como algo que puede suceder, pero que no puede ser comprendido en su esencia.

Esta idea solo era una base a través de la historia, ya que posteriormente el “accidente” se daría a conocer en el trayecto de la historia como azar y al  mismo tiempo daría inicio a dos movimientos filosóficos: el determinismo y el indeterminismo. Donde el determinismo se rige por el azar epistemológico y el indeterminismo por un azar ontológico que será explicado más adelante.

Podemos decir que antes de las grandes ideologías en la antigüedad ya se tenía una idea previa de cómo se conforma o rige la veracidad y no la verdad. Ya que la ciencia no puede llegar a una verdad absoluta, debido a la consideración  de un azar ontológico, y donde un mundo indeterminista  y las irregularidades son esenciales para la explicación de fenómenos científicos.

¿Pero antes del indeterminismo en que se basaba la ciencia?

Posteriormente a Aristóteles, el mundo científico había cambiado y perdido la consideración del azar y optó en confiar en la ciencias fácticas. Durante el periodo del barroco y la ilustración, la ciencia confiaba en la física y en la filosofía de Descartes. El positivismo, es la manera adecuada de ejemplificar el determinismo, donde consideraremos como representante de este movimiento a René Descartes quien es su escrito “El discurso del método” establece una serie de pasos para obtener una verdad concreta con fundamentos, que aquí menciono:

El primero menciona que la serie de pasos se sustenta en la duda como se cita a continuación “…no admitir cosa alguna como verdadera si no se la había conocido evidentemente como tal. Es decir, con todo cuidado debía evitar la precipitación y la prevención, admitiendo exclusivamente en mi juicio aquello que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviera motivo alguno para ponerlo en duda. El segundo exigía que dividiese cada una de las dificultades a examinar en tantas parcelas como fuera posible y necesario para resolverlas más fácilmente. El tercero requería conducir por orden mis reflexiones comenzando por los objetos más simples y más fácilmente cognoscibles, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos, suponiendo inclusive un orden entre aquellos que no se preceden naturalmente los unos a los otros…” (Descartes, 1637)

Por lo que podemos observar, Descartes pensaba en una res extensa (Dios---mundo--Yo); mecánica, es decir, él  se refiere a un mundo con leyes y métodos para la explicación de fenómenos científicos con resultados de una verdad absoluta, sin considerar que las irregularidades, intervenían en todos los fenómenos científicos.

Contradictoria a las ideas de Descartes y el positivismo, llega la ideología de Indeterminismo a través de Popper y Heisenberg, y con ellos, los fenómenos científicos dejan de funcionar en un mundo sin irregularidades y surge nuevamente la idea aristotélica del “accidente” para explicar la ciencia, pues Popper decía que "No podemos predecir o explicar ningún cambio evolutivo particular (salvo quizá ciertos cambios en la población de genes dentro de una especie); todo lo que podemos decir es que si no se trata de un cambio pequeño, debe haber habido una etapa intermedia -una sugerencia importante para la investigación: un programa de investigación” (Popper, 1985) “Una verdadera dificultad en la comprensión de esta interpretación se presenta cuando se formula la famosa pregunta: ¿Pero qué ocurre realmente en un acontecimiento atómico? Ya se ha dicho que el mecanismo y el resultado de una observación pueden siempre ser expresado en términos de la física clásica. Pero lo que se deduce de una observación (relativa a un acontecimiento atómico) es una función de probabilidad, una expresión matemática que combina afirmaciones acerca de posibilidades o tendencias con afirmaciones sobre nuestro conocimiento de los hechos. De modo que no podemos objetivar completamente el resultado de una observación; no podemos describir lo que sucede entre esta observación y la siguiente. Esto suena como si hubiéramos introducido un elemento de subjetivismo en la teoría, como si dijéramos: lo que sucede depende del modo en que observemos, o del hecho mismo de que hagamos la observación.” (Heisenberg, 1958) Es decir, la ciencia puede ser solo una veracidad, debido a las irregularidades y cuestiones azarosas.

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