Etica Para Amador
Enviado por likemike_ • 31 de Octubre de 2013 • 8.013 Palabras (33 Páginas) • 247 Visitas
Ensayos: "Etica para Amador"
Introducción
Este libro el autor lo escribe para su hijo, durante todo el libro le habla a él. Lo que busca con él es que sepamos encaminar nuestra forma de actuar, para que aprendamos a pensar con coherencia y a tomar buenas decisiones para lograr lo que realmente queremos en la vida. Ya advierte desde el principio que no se trata de un manual de ética o filosofía sino un libro escrito para los adolescentes, para que aprendamos a pensar con libertad.
El cierto humor que le pone al escribir, a veces irónico hace que esas veces que resulta pesado no dejes de leerlo, pues contrarresta lo uno con lo otro. Es cierto que hay trozos que son tediosos, en los que tienes que releer para enterarte bien de lo que dice, y alguno que resulta aburrido, pero también hay otros bastante divertidos.
Síntesis por capítulos:
Capítulo 1: De que va la ética
Existen muchas cosas que uno por voluntad las puede aprender o no, es decir finalmente va en uno mismo si las desea o no aprender, sin embargo, hay muchas otras que simplemente deben saberse y aprenderse ya que en éstas mismas gira nuestra propia vida.
Y entre todos los saberes que existen hay uno que es imprescindible que es el que ciertas cosas nos convienen y otras no, y dentro de las que nos convienen se le suele llamar bueno y las que no se les llama malo, no obstante depende como uno las mire pueden ser buenas en unos aspectos pero a la vez malas en otros y donde se manifiesta más aun esta situación es en las relaciones humanas.
A raíz de lo anterior por ello se podría afirmar que en primera instancia todos nosotros estamos de acuerdo en que precisamente no estamos de acuerdo con todos, por eso que lo que finalmente resulte de nuestra vida va a ser simplemente lo que quiera cada cual o en otras palabras se reflejará la LIBERTAD. Aunque ya nuestro organismo venga de alguna manera programado para ciertas cosas, los humanos podremos optar por algo ya sea con un “sí” o un “no”.
Con respecto a la libertad hay ciertas cosas que se deben aclarar como que nosotros no somos libres de elegir lo que nos pasa sino de responder a lo que nos pasa, y también que el hecho de ser libres no significa que seamos omnipotentes.
Al tener la capacidad de elegir, también podemos equivocarnos.
A todo este saber vivir es lo que se llama ética.
Capítulo 2: Ordenes, costumbres y caprichos
Siguiendo con la tesis expuesta en el capítulo anterior, ya queda claro que existen cosas que nos convienen para vivir y otras que no lo son, pero lo que no está claro aun es cuales son las cosas que nos convienen.
Al elegir nuestros propios actos en cierto modo estamos actuando de acuerdo a nuestras preferencias, preferimos hacer tal cosa y otra no; y al realizarlos, actuamos de manera casi automática y no nos detenemos a pensar en este asunto, en otras palabras no nos respondemos a la siguiente pregunta ¿ por qué he hecho lo que hice?, en el fondo no nos respondemos al motivo que nos lleva a actuar de una determinada manera.
Existen tres diferentes motivos por lo cuales llevamos a cabo una determinada acción, unos son las órdenes aquellos que se te mandan a actuar así, otras son las costumbres las cuales son acciones que se repiten de acuerdo a como se comporta tu alrededor, y por último están los caprichos en donde actúas porque simplemente se te da la gana actuar así.
De acuerdo al peso que tenga cada uno de estos motivos es como se guiaran los actos humanos, pero al parecer se aprecia que las órdenes y las costumbres tuviesen algo en común que es como que se ve que fueran impuestas de algún modo externamente a las personas, en cambio el capricho es propio de cada quien, es interno.
A pesar de que hay ciertas cosas impuestas, habrán ocasiones en que se verán dificultades y deberemos crear de algún modo una manera de actuar, deteniéndonos por un instante a pensar en lo que haremos, es decir elegir lo más conveniente de forma racional.
Capítulo 3: Haz lo que quieras
Siguiendo con lo planteado en el capítulo anterior, se actúa de acuerdo a las motivaciones que nos guíen en un momento, pero hay veces que cuando nos tomamos en serio lo que vamos a hacer nos ponemos a pensar y dejamos esas motivaciones a un lado, es decir, ya no tienen el mismo peso de un principio, y volvemos al punto de inicio, elegimos lo que nos conviene, decidimos que hacer y eso es la libertad, pero ésta también involucra no solo la acción sino que el darse cuenta de lo que se hace.
Cuando decides por primera vez realmente a pensar la motivación de tu acción, comienza la reflexión y por consiguiente preguntas como ¿por qué hago esto?, y si fue motivado por una orden, después entramos a una segunda reflexión “al saber que es una orden pero… ¿por qué obedezco?; lo mismo si me guío por las costumbres, al reflexionar sobre aquello nos preguntamos ¿por qué tengo que hacer lo que los demás hacen?; y lo mismo sucede con los caprichos. Luego de analizar nuestras propias respuestas llegamos a la conclusión de que hay motivos necesarios para poder actuar de una determinada forma, otros que son los más aconsejables, y otros en cambio que simplemente no lo son por lo que una acción determinada por alguno de estos motivos no significa que siempre nos lleven a una buena acción, por lo que en la vida seremos nosotros mismos con esa capacidad que solo poseemos como seres humanos de elegir lo que haremos. Es en todo esto donde entra en juego la moral, y la ética, en donde entenderemos como moral al conjuntos de comportamientos que nosotros mismos aceptaremos como correctos y para ello nos basaremos en la ética en donde reflexionaremos por qué lo consideramos válidos, y quedará en nosotros como hombres libres la responsabilidad de elegir sobre nuestros actos y como todos somos individuales y opinamos diferente al resto se hace difícil calificar a un ser humano como “bueno” o como “malo” ya que todo va a depender desde el punto de vista con que lo mire cada persona y si quisiéramos de algún modo saber quien es bueno y quien no, tendríamos que partir identificando las intenciones que mueven a cada persona a actuar de un determinado modo.
Capítulo 4: Date la buena vida
Como se ha venido diciendo desde los otros capítulos cada uno es responsable de sus actos por lo que las explicaciones de lo que hacemos debemos dárnoslas a nosotros mismos. Todos nuestros actos tienen un sentido, no los realizamos simplemente porque haya que hacerlos sino que lo hacemos para vivir bien, pasar el tiempo viviendo bien. Cabe recalcar que al “hacer lo que queramos” como se planteó en el capitulo anterior no significa hacer lo primero que se nos venga a la cabeza ya que muchas veces
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