Habermas
Enviado por RC22 • 2 de Octubre de 2012 • Biografía • 1.515 Palabras (7 Páginas) • 568 Visitas
JURGEN HABERMAS
Jurgen Habermas nació en Dusseldorf, Alemania, en 1929. Estudió en Gottinga y en Bonn, doctorándose con una tesis sobre Schelling y fue ayudante de Adorno desde 1956 a 1959 en el Instituto de Investigación Social de Francfort. Entre 1961 y 1964 ejerció como Profesor en Heidelberg, luego fue profesor titular de Sociología y de Filosofía en Francfort desde 1964 a 1971, y dirigió a partir de este último año el Instituto Max Planck de Starnberg. En 1983 regresa a Francfort. Realiza importantes trabajos empíricos sobre comunicación de masas y socialización política: considera al pragmatismo americano como una interesante propuesta para compensar las debilidades de la teoría marxista de la sociedad. Recientemente ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2003.
En 1976 desarrolla la teoría de la acción comunicativa con la intención de lograr una reconstrucción del materialismo histórico. Critica fuertemente al marxismo por descuidar el aspecto superestructural y hacer fuerte hincapié en lo económico- material. En 1981 su interés se centra en la filosofía práctica: moral, ética, derecho y justicia. La noción clave es la idea de “comunidad ideal de comunicación”.
Tomada en su conjunto, la obra de Jürgen Habermas resulta de difícil acceso. La variedad de los intereses y el rigor de sus planeamientos teóricos, junto con la continua referencia y aprovechamiento de investigaciones de áreas diversas, lo revelan como un pensador polémico. Su temática es tanto sociológica y filosófica como científica y política. Influido por Heidegger, Hegel y Lukács, se pone en contacto con los “temas de izquierda”. Lee a Marx, Benjamin, Marcuse, Horckheimer y Adorno. Espantado por el nazismo - quizá la expresión más dolorosa del proyecto moderno- se esfuerza desesperadamente por encontrar en el ámbito intersubjetivo de la comunicación la clave que permita reanudar ese proyecto, reinterpretarlo y realizarlo.
Por sus estudios en sociología entra en contacto con trabajos empíricos de comunicación de masas y sociología política, y con la obra de Durkheim, Weber y Parsons. En esa época escribe “Historia y crítica de la opinión pública” y “Teoría y praxis”, en un intento de proseguir el marxismo hegeliano y weberiano de los años 20. De forma simultánea se dedica a la filosofía del lenguaje y a la teoría analítica de la ciencia. Considera al pragmatismo americano como una interesante propuesta para compensar las debilidades de la teoría marxista de la sociedad. Todo ello lo conducirá a la idea de una pragmática universal desarrollada ampliadamente en su Teoría de la acción comunicativa.
En “Ciencia y técnica como Ideología” y en “Conocimiento de interés”, del mismo año, distingue la acción racional con orientación utilitaria de la acción comunicativa. Esta distinción apunta al desarrollo de una teoría de la comunicación. Deja en claro además que es tarea de una crítica de la ciencia que escape a los engaños del positivismo admitir el carácter “interesado” de aquella: no hay conocimiento neutral. Más aún, hay diversos intereses científicos: uno es el técnico de las ciencias empíricas; otro, el práctico, orientador de la acción por su comprensión de sentidos; y el tercero, el emancipador de la teoría crítica de la sociedad.
En 1976 recurre a la teoría de la comunicación para lograr una “reconstrucción” del materialismo histórico. Reconstrucción, esto es, descomposición y reconstrucción en forma nueva de una teoría con el fin de ver y alcanzar mejor su meta. Aceptada la diferencia entre trabajo e interacción simbólicamente mediada, la crítica del marxismo se deduce fácilmente: tiene que ver con su énfasis en lo económico y su descuido de lo superestructural.
Critica las contradicciones y tendencias de la crisis del capitalismo tardío- burocrático, las cuales derivan de la falta de consenso racional con respecto al principio de organización de la sociedad vigente. Es decir, apunta a la consideración de lo particular en detrimento de lo argumentativamente generalizable. Sin embargo, es una censura moral con la cual un Habermas no puede contentarse. Hay que tener en cuenta sobre todo las tendencias concretas a la crisis del capitalismo, las cuales se ubican no sólo en el plano económico administrativo, sino también en el sociocultural de las legitimaciones y motivaciones. Por otro lado, no se puede concluir con certeza la autosupresión del principio capitalista de organización, ni tampoco predecir la necesidad de una crisis.
En 1981 publica su monumental obra “Teoría de la acción comunicativa”. Es una obra sociológica, una teoría global de la sociedad: el origen, la evolución y las patologías de la sociedad. Habermas abandona el programa de la filosofía de la conciencia o del sujeto y
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