Habermas
roaresketaTesina25 de Julio de 2015
3.710 Palabras (15 Páginas)168 Visitas
(Complementar con el cuadro del texto del libro de Schuster)
Introducción
A lo largo de la unidad 4 se efectuó un análisis de la acción social desde el punto de vista del científico a fines de poder llegar a una interpretación racional y cuál es el rol de este cientista social.
Por otro lado, en esta última unidad, aflora el problema del discurso en las Cs. Soc., viendo también cuál es el papel de la crítica y la objetividad.
Las ideas de Habermas respecto a la objetividad, resultan ser completamente opuestas a las ya estudiadas en la primera parte de la materia, en la que autores como Popper, Elster, Merton y Schütz (recordar la crítica que J. Habermas le hace sobre la idea que posee del método que debe seguir el cientista social) también, entendían que ésta sólo podía obtenerse apegándose a la neutralidad valorativa. Habermas hace un nuevo aporte a la problemática argumentando que, al momento de emitir enunciados de validez científica, es indispensable la toma de postura frente a aquello que se quiere analizar. Sólo de esta forma, se podrá alcanzar una interpretación crítica de los fenómenos sociales. Es por eso que construye la ‘teoría de la acción comunicativa’, ligada a conceptos fundamentales como el de ‘autorreflexión crítica’. Esto ya da la pauta de que su idea de racionalidad es más amplia que la que pueden presentar otros pensadores ya estudiados, como es el caso de Elster. Como ya veremos, Habermas teoriza acerca de los distintos tipos de acción, entre las cuales, se encuentra la de carácter instrumental, inspirada en la acción racional con arreglo a fines de Weber. Habermas propone la idea de incorporar al análisis la racionalidad comunicativa, la cual es universal, es decir, es compartida por todos los humanos y permite el entendimiento y consenso a través de la acción comunicativa en la que se involucran todos los seres con capacidad comunicativa, que es lo mismo que decir, que poseen capacidad de actuar, según entiende este filósofo.
Su teoría crítica (de hecho, hace mucho hincapié en que la teoría debe ser crítica en el ámbito de las Cs. Soc.) se apoya en distintos elementos propios de la filosofía de las Cs. Soc. de finales del siglo XIX en adelante. A su vez, el legado de J. Habermas ejerce influencia en distintos enfoques de los siglos XX y XXI, disparando distinto tipo de discusiones que se mantienen hoy en día también.
Al presentar los distintos modelos de acción, subyace una propuesta epistemológica y los primeros pasos hacia su teoría social que, como bien dijimos, se sirve de distintos elementos pertenecientes a distintas escuelas de pensamiento, entre ellas, la Fenomenología de Husserl, de la que toma la noción de ‘mundo’ (perteneciente al ‘mundo de la vida’) y, vinculada a ella, la de ‘experiencia’. Recordemos que Schütz hace algo similar para confeccionar su teoría.
Distintos tipos de acciones sociales
En un principio, define ‘acción social’ como una manifestación simbólica emitida por un actor y, al hacerlo, desencadena una relación con un mundo determinado, en el cual esa acción tiene lugar: cada tipo de acción implica una relación con un mundo distinto. El hecho de que se entienda la acción social como una manifestación simbólica remite, en primer lugar, a la idea de que una acción se encuentra cargada de sentido, que reviste una simbología específica. Entonces, una emisión lingüística puede entenderse, porque lo es, verdaderamente, una acción.
Los tipos de acción se encuentran también definidos antológicamente, es decir, en cuanto a lo que es verdaderamente dicha acción.
Las distintas manifestaciones simbólicas son:
- Acción instrumental o teleológica (Elster basa su método en ella, siendo crucial para la Teoría de la elección racional, y está tomada de Weber, como ya se dijo).
- Acción normativa.
- Acción dramatúrgica o expresiva.
- Acción comunicativa. Ésta es el fundamento de la teoría de la acción comunicativa, siendo el basamento de todo tipo de interacción social.
En los tres primeros tipos de acciones, hemos visto que una acción se identifica con una emisión lingüística, por lo que se da la relación de su autor con al menos un mundo particular en el cual se contextualiza y lleva a cabo dicha acción. Esto a su vez, implica tanto un tipo específico de racionalidad, como también una serie de criterios a partir de los cuales es posible decir que la acción es o no racional dentro de ese mundo determinado. A estas pautas se las conoce con el nombre de ‘pretensiones de validez’ y cada tipo de acción posee pretensiones de validez que le son específicas. También puede decirse que implican una relación especial (un tipo de interacción) entre el autor y su intérprete, y lo mismo respecto a ellos con el cientista social o quien sea que interprete dicha emisión simbólica: las actitudes que se adoptan al efectuar dicha comprensión difieren, sobre todo, comparando las tres primeras con la situación de la acción comunicativa.
Analicemos estos distintos tipos de acción:
- El actor en cuestión obra persiguiendo un fin determinado y elige, entonces, un medio (esa acción) específico para lograrlo. Elster la amplía y habla de este tipo de acción en dos contextos: paramétrico y estratégico. En el segundo, a diferencia del primero, paso a tener en cuenta para emprender mis acciones las expectativas a futuro del resto de los que me rodean, y no sólo las mías. Ej.: elegir tomarse el colectivo para ir a la facultad.
Esta acción implica la relación del autor con un mundo significativo de carácter objetivo. De este modo, al emprender la acción instrumental, es posible tanto emitir un enunciado acerca del mundo objetivo, sobre cómo es él, o mismo, intervenir en él. Es por eso que el mundo en el cual toman lugar estas acciones está dado por el conjunto de cosas existentes, el estado de cosas existentes y, mismas, por aquello que pueda llegar a existir en ese mundo o formar parte de él.
El tipo de racionalidad que le es propia es la instrumental y, para determinar la eficacia de dicha acción, debemos evaluar si ésta permite alcanzar el objetivo planteado o, mismo, cuando se trata de un enunciado verdadero acerca de dicho mundo. Entonces, la pretensión de validez para este caso es la verdad proposicional o la eficacia.
- El actor, que forma parte de un subgrupo social determinado, orienta su acción a partir de ciertos valores o normas comunes a todos sus miembros. Se trataría de la acción racional con arreglo a valores de Weber. Aquí, los actores se relacionan con un mundo social, el cual se halla compuesto por el conjunto de relaciones interpersonales legítimamente reguladas por estas normas o valores compartidos por toda la agrupación para manejarse en ella. Estas normas pueden ser tanto formales como consuetudinarias.
La racionalidad aquí es de acuerdo con valores determinados y, por lo tanto, en cuanto a las pretensiones de validez, se espera que muestren rectitud normativa, es decir, que los actores obren en conformidad a ella, para que sea ‘correcta’. Lo mismo ocurre con una manifestación lingüística cobre dicho mundo: si se adecua a sus reglas de funcionamiento, es ‘correcta’, también.
- Los actores que participan en la interacción, expresan a través de un enunciado lingüístico o de su intervención en el mundo, cuestiones propias de sus subjetividades. Por ende, la intervienen en un mundo subjetivo. Los agentes se transforman en actores dentro de una ‘escena’ y están situados frente a un ‘público’ que los observa. Aquí puede darse una alternancia de roles, en la que, por la misma interacción, el público pueda expresar también su propia subjetividad, volviéndose actor.
Como ya se dijo, se da una relación con un mundo de tipo subjetivo, formado por el conjunto de experiencias y vivencias privadas de quien introduce su subjetividad, a la cual, el actor posee un acceso privilegiado. Entonces, ya no se trata de un mundo compartido, como en el caso anterior, sino que le es propio y lo muestra a través de su acción.
Aquí, la racionalidad se da en términos de sinceridad o autenticidad de la acción.
- Estos primeros tres mundos tienen como trasfondo lo que Habermas llama ‘mundo de la vida’ (tomado de la fenomenología de Husserl) o ‘metalenguaje’ y se trata de un suelo familiar, de tipo experiencial y de inmediatez, en el sentido de que no es cuestionado, sino que es compartido intersubjetivamente. Así, vemos que se está en presencia de un trasfondo de experiencias prerreflexivas, en un principio, al no ser su contenido puesto en duda (recordar el sentido común del planteo de Schütz). No se trata exactamente de la sumatoria de los mundos objetivo, social y subjetivo, sino que es la condición de posibilidad de todos ellos, es el que los integra y permite acceder a ellos, también; es un tejido comunicativo que hace posible la interacción y comunicación entre sujetos. Este mundo de la vida es en el que se sucede, entonces, el tipo de acción comunicativa, por lo que, la racionalidad que le es intrínseca es la comunicativa, con pretensiones de validez basada en cuatro criterios universales. Esta misma racionalidad posibilita pensar en los otros tres tipos de racionalidad por su carácter universal, siendo condición de posibilidad de los otros tres mundos en que se suceden sus acciones. Todo esto permite la coordinación de cursos de acción por parte de quienes se comunican en cualquiera de los otros tres mundos, llegando así a un acuerdo racionalmente encontrado. Por ej., para ir a la facultad (tipo de acción instrumental), podemos ponernos de acuerdo entre varios para ver qué es lo que más nos conviene… decidimos pagar entre todos un taxi, tras varios argumentos distintos. En ese proceso de ponernos de acuerdo, apelamos a la acción comunicativa, cuyo mundo de la vida, en el que se sucede, nos permite llegar a los otros tres, accediendo a sus pretensiones de validez, también. Entonces, la acción comunicativa tiene por objeto la interacción en esos otros tres mundos. A través de la comunicación y el debate, se da la búsqueda de la coordinación de cursos de acción, para así poder interactuar. De todo esto se desprende que, según Habermas, al no haber lenguaje, la interacción social es imposible.
Para poder entender el contenido semántico de una emisión simbólica o acción, resulta imprescindible evaluar las condiciones en las que éste se da, a fines de calificarlo o no como válido. Es por eso que los significados son válidos dentro de un contexto dado, por lo que, a su vez, resulta imposible su comprensión si no se tiene participación en ese mundo o contexto (recurrir alas pretensiones de validez).
...