LA DISERTACIÓN
Enviado por frangarloz • 22 de Mayo de 2018 • Apuntes • 2.116 Palabras (9 Páginas) • 90 Visitas
LA DISERTACIÓN
I. Introducción
1. Naturaleza y utilidad
La Disertación designa, de diversos modos, una reflexión desarrollada con profundidad
siguiendo ciertos métodos. Puede tener la amplitud de un tratado, o de una parte de éste –
como los extractos de tesis doctoral- o simplemente algunas páginas. A este nivel, nos
encontramos con el ejercicio escolar enseñado en el Norte de Europa que aquí
quisiéramos describir.
La Disertación es un modo entre otros de guiar la exploración de un problema de
naturaleza humanística y de ordenar su presentación. Tiene el mérito de comprender una
serie de puntos firmes que conforman un método “lógico” que puede ayudar a ampliar el
espacio de reflexión y a articular los elementos, encadenándolos unos a otros. El
pensamiento es al mismo tiempo ampliado en la fase reflexiva y trabado en el momento
expositivo.
2. El interrogante
En el principio de toda disertación se encuentra una pregunta, filosófica, teológica,
histórica, etc… Lo esencial no es la disciplina, sino el punto de partida problemático. El
desarrollo de la disertación consistirá en la lenta exploración de las dimensiones del
problema y, finalmente, en la toma de posición, bajo la forma de respuesta o de
imposibilidad de respuesta. En ningún momento se tendría que abandonar el interrogante
y pasar a una fase meramente descriptiva. Todo está ligado a un dato problemático que se
intenta clarificar gracias a múltiples luces.
3. Las partes de la disertación
I. Introducción: tres parágrafos
a. Aproximación al problema
b. Formulación del problema
c. Exposición del esquema a desarrollar
II. Desarrollo (En cuanto sea posible, tres partes de tres subpartes cada una:)
1. Primera parte
a. Punto primero
b. Punto segundo
c. Punto tercero
2. Segunda parte
a. Punto primero
b. Punto segundo
c. Punto tercero
3. Tercera parte
a. Punto primero
b. Punto segundo
c. Punto tercero
Alonso Muñoz Pérez
Ad usum internum
III. Conclusión
a. Recapitulación rápida de la discusión y respuesta final
b. Apertura y ampliación a otras dimensiones de la cuestión
II. La disertación: preparación y desarrollo
1. El trabajo preparatorio
Consiste en un primer lugar en suspender todo juicio apresurado. Después,
considerar el enunciado a tratar y desplegarlo en todos sus sentidos. Este momento
es muy importante: abrir cada palabra a sus múltiples significados, de los niveles más
obvios a los más alejados. El enunciado adquiere ahora múltiples dimensiones,
escondidas a primera vista.
Se prosigue con la identificación del problema central. En filosofía, a menudo
se trata de la articulación problemática de dos conceptos aparentemente antitéticos
(p.ej. "Ética y Política", "Libertad y Obediencia", “Deseo y Libertad”) Este problema
no es el mismo enunciado: es explorando los diversos significados del enunciado
donde se alcanza un núcleo más profundo de problematicidad (p. ej. ¿Es la Ética un
servicio al otro o un cuidado de uno mismo? ¿Es la Política un mero servicio público
o es además [o más bien, o en vez de] una carrera profesional propia?)
A partir de la definición del problema, se reflexiona acerca del modo de
respuesta. Aquí son de utilidad dos criterios que Descartes da en su Discurso del
método: dividir cada dificultad en partes, las más posibles y seguir una progresión de lo
más simple a lo más complejo. Por último, tener en cuenta claramente el punto de
llegada.
Por ejemplo: El sentido del deseo en René Girard
Éste es el punto de partida. Nos encontramos con un autor (Girard) y un
tema tratado por él (el deseo). La materia (textos) será seleccionada según el tema. El
trabajo preparatorio consistirá en el estudio en profundidad del sentido del deseo en
los escritos de Girard.
Parte esencial del estudio consistirá en sacar a la luz los problemas afrontados
por Girard y las posiciones que adopta. Por una parte, contra la consideración
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meramente positiva del deseo y de la voluntad, afirma su problematicidad por medio
del llamado conflicto mimético, cuya base es el deseo emulativo. Por otra parte, contra
la idea meramente negativa de éste (estoicismo, budismo), señala su radical bondad
intrínseca, pues el deseo es abierto (no como el instinto) y es lo que nos diferencia de
los animales.
Una vez vistos los puntos principales de la temática y ordenados por
categoría, se deberá llegar a la formulación de un interrogante unificador que
determinará la elaboración del esquema. Tal interrogante toma generalmente la
forma de una pregunta. Se lo encontrará en la introducción como enganche al tema y
continúa después en el desarrollo como la pregunta que está en el fondo de toda
reflexión.
Por ejemplo, se podría formular la pregunta siguiente: ¿De qué manera condiciona
el deseo las facultades humanas? El esquema explorará esta cuestión proporcionando
respuestas cada vez más profundas o fundamentales. Lo que se persigue es elegir una
aproximación problemática que conduce al desarrollo de la disertación.
En cuanto a la preparación del esquema, el desarrollo consiste en la reflexión
hecha sobre la base del problema identificado en la introducción. Se debe entender
como una progresión del simple al complejo, de pequeñas dificultades resueltas poco
a poco, progresivamente. Las partes se articulan a partir de nuevos problemas que
surgen paulatinamente. Por ejemplo, una parte o un parágrafo que trataba el
argumento a partir de una definición muy general de uno de los términos del
problema, puede ser puesto en discusión al restringir el significado del término
aludido. Entonces nacen nuevas cuestiones que serán afrontadas a continuación.
Si bien es verdad que se avanza dando soluciones, que hacen surgir nuevos
problemas, y a su vez, esto hace surgir nuevas soluciones, este proceso no debería
constituir una superación de los primeros pasos, como si se avanzase del falso al
verdadero. Más bien, aprovecha el ampliar la reflexión, retrotrayendo lo ya expuesto
a una visión más profunda. Por ejemplo, una afirmación
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