La Educación Chilena, Una Mirada Desde Platón.
Enviado por Bdsj • 6 de Mayo de 2015 • 918 Palabras (4 Páginas) • 178 Visitas
A partir de estas semanas de conversación con Platón, me ha dado vuelta constantemente en la cabeza, la inquietud sobre ¿Qué consideramos al momento de educar y qué aprendizajes esperamos de nuestros alumnos?. En gran parte de los establecimientos de nuestro país, los docentes respondemos a muchas exigencias, tanto internas de la institución, como externas relacionadas con las evaluaciones nacionales; considerando muchas veces como parámetros únicos de acción, el querer abarcar de forma rápida un contenido, porque la planificación nos lo exige o porque el SIMCE lo evalúa, pasando por alto detalles tan importantes para el desarrollo, no tan sólo académico, sino espiritual, moral y social de nuestros alumnos.
Desde mi perspectiva, los aprendizajes que esperamos de nuestros alumnos, son simplemente exigencias o imposiciones que bloquean tantos otros aprendizajes necesarios y propios de la etapa de los niños, dejando de lado algo tan valioso como los primeros contactos que los niños tienen con las virtudes y conocimientos. Para Platón estas cuestiones se vuelven cruciales a lo largo de sus diálogos, deja ver implícita y explícitamente el rol de la educación en el hombre dentro de la sociedad, ya que para él, la educación es el punto de partida en el camino de la virtud. No obstante y llevándolo al presente, los niños al iniciar la educación formal, pasan abruptamente a ser adultos, a respetar normas que a veces no son cercanas ni contextualizadas, a ser responsables sin ninguna enseñanza previa, a ser virtuosos sin saber cómo. En efecto, un niño no llega a ser responsable, por ejemplo, por el solo hecho de que le digamos 100 veces que haga algo. Él observa la vida como un juego, y si no mostramos las actitudes que queremos que logren dentro de ese marco, se tornará muy difícil su comprensión y aún más su aplicación.
Debido a lo anterior, me hace mucho sentido la frase de Platón cuando pronuncia: “No obligues por la fuerza a los niños en su aprendizaje, sino edúcalos jugando, para que también seas más capaz de divisar aquello para lo cual cada uno es naturalmente apto” (Platón, 1986, 537a), ya que cada niño es como es, cada cual tiene sus habilidades y no podemos limitarlas por el simple hecho de imponerles órdenes y situaciones que a nosotros nos parecen favorables. Debemos aprender establecer acuerdos, normas y límites con el niño, como en los mismo juegos, para que se desenvuelvan con más eficiencia, sin jugar por ellos o sacarlos de él, sino mostrándole todas las herramientas y ventajas que tiene para poder ganar y disfrutar.
Es así como me hace aún más profundo sentido, cuando Platón plantea que “cuando son niños y adolescentes, ha de administrárseles una educación y una filosofía propias de la niñez y de la adolescencia” (Platón, 1986, 498b-498c), ya que los razonamientos, lo que se ve y lo que se siente, es totalmente distinto, en las etapas que enseña
...